Toda la noche velando a la hija que no pudo escapar del bar familiar
El municipio de Paiporta ha pagado la peor factura por el temporal con más de cuarenta víctimas mortales
PaiportaLos aproximadamente 25.000 vecinos de Paiporta (Horta Sud) vieron el martes por la noche cómo el agua se llevaba todo lo que encontraba por delante. En ese momento apenas llovía, pero el agua lo arrasó todo con una ola cuando se desbordó el barranco del Poio, que acumulaba las lluvias que habían caído más arriba. De hecho, en zonas cercanas se cayó tanta agua en unas pocas horas que se registró el equivalente a las precipitaciones de todo un año.
Paiporta es el municipio que lo ha pagado la factura más alta: la mitad de los fallecidos en la Comunidad Valenciana se contabilizan en esta localidad junto a Valencia. Entre las víctimas se encuentra Yayi, una chica de dieciséis años. Era la más joven de cuatro hermanos, tres chicas y un chico. Estudiaba en el instituto municipal y trabajaba en el bar La Catedral, donde su familia, venida de China, sirve tapas. Fue en ese mismo local, a unos cien metros del barranco de donde sobresalía el caudal, donde quedó trágicamente atrapada por el agua desbordada.
En la zona todos los vecinos conocían a Yayi. Algunos sólo de vista, otros de haber ido al bar de la plaza de la iglesia a tomar un café, unas bravas o una tortilla de patatas. Sentado solo sobre un bloque de hormigón, Juan recuerda a esta adolescente como "una chavala fantástica". Él vive en una de las calles que da acceso a la plaza y con la mirada perdida, mientras conversa con el ARA, recuerda que, como otros vecinos, se enteró de que "había pasado algo" cuando oyeron los gritos de la madre de la Yayi. Pilar Cervera, que vive en un piso en el mismo edificio donde se encuentra el bar de la familia, también sintió cómo la mujer lloraba y golpeaba la persiana del local, que había quedado abollada por el impacto del agua. Sabía que su hija estaba dentro. Un rato antes el temporal había dejado la zona sin electricidad, y Yayi quedó atrapada en el establecimiento porque no pudo activar el mecanismo para subir la persiana: no pudo escapar del agua que inundó el local.
El impacto de la DANA, que ha dejado al pueblo embarrado, lleno de escombros y con una multitud de coches hacinados por las calles, complicaba el acceso de los equipos de emergencias a una plaza en la que 24 horas más tarde aún no se puede circular. Sólo existen algunas calles perpendiculares habilitadas para los vehículos de servicios de seguridad.
Efectivos de la Guardia Civil consiguieron llegar a pie pasada la medianoche. Los agentes rompieron la persiana del local para poder entrar a rescatar a Yayi e intentaron, sin éxito, salvarle la vida. Tampoco hubo forma de llevársela de allí: tuvieron que dejar el cuerpo tapado en la misma plaza. Allí mismo su madre ha velado el cuerpo del adolescente toda la noche. Le han acompañado algunas vecinas, pero el padre y el hermano de Yayi no han logrado llegar frente al bar hasta la mañana. Entonces ya era de día y algunos vecinos salían a la calle para constatar el desastre que había dejado el temporal. Noelia, que vive en el bar de la familia, explica al ARA que han abierto la finca para que el cuerpo de Yayi no esperara en la calle hasta que pudiera llegar un forense.
Como los vehículos no podían acceder a la plaza, la comitiva no pudo llevarse el cuerpo hasta pasadas unas horas más tarde. Lo han llevado en brazos. La sábana y la toalla que han cubierto el cuerpo de Yayi durante la noche todavía estaban en el rellano del primer piso, justo sobre el bar de su familia. Nadie ha tenido tiempo ni alma para sacarlos de ahí. Son una muestra de la dramática situación y de la improvisación a la que se han visto abocados vecinos y servicios de emergencias ante un temporal devastador.