"Les normas no tienen en cuenta que cuando necesitas aire tienes que poder salir"

Un chico explica cómo se le ha agravado el trastorno de ansiedad por el confinamiento y la pérdida de trabajo, la rutina diaria o la falta de espacio en un piso pequeño

BarcelonaAcepta explicar su historia sin ser identificado. “Cualquiera que encaje en un perfil como el mío se negaría a decir quien es”, explica a modo de disculpa Ricardo, el nombre ficticio que le evitará ser señalado y estigmatizado, uno de los grandes miedos de quienes sufren un trastorno mental. El de este chico de 24 años es el de la ansiedad, uno de los más frecuentes, y que en su caso se manifestó como una “explosión” durante el confinamiento. El cierre forzoso por pandemia le hizo perder el trabajo en una discoteca y pasar las horas en “un piso de 60 metros cuadrados” y con su familia, sin espacio para la intimidad.

Los brotes de ansiedad son generalmente la respuesta a la incapacidad de adaptarse a una nueva realidad y con el covid estos cambios han venido desde varios frentes: el paro, el miedo al contagio, la dureza del confinamiento, la pérdida del contacto con amistades... “Todo el día en casa me faltaba el aire, tenía sofocos, me desestabilicé por completo y estaba lleno de dudas, de miedos porque en un ERTE y sin rutinas no sabía por donde tirar”, expone Ricardo, que recayó en el consumo abusivo de cannabis. “Vuelves a hacer cosas que no quieres hacer porque la falta de rutina y las dudas existenciales te ahogan”, se explica. En quince meses ha perdido once kilos.

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Con su familia decidieron que él sería el encargado de ir a comprar y de cuidar a sus abuelos, porque así aprovecharía las salidas como terapia para distraerse. También buscaba la montaña próxima a su domicilio para correr y calmar sus nervios, pero en alguna ocasión la policía le paró e incluso le multó porque había incumplido los horarios de salidas preestablecidos. “Necesitaba desahogarme y las normas no tienen en cuenta que estamos enfermos y que cuando te hace falta el aire no puedes esperar la franja que te toca”, se queja.

Inicio de la terapia

En pandemia empezó a ir a terapia y se ha añadido al Let's chat ! del Grup ATRA, un programa gratuito que cuenta con el apoyo de los departamentos de Salut y Drets Socials y que incide en el enfoque comunitario para jóvenes adictos a las drogas o a las pantallas de los móviles. Antes Ricardo intentó buscar ayuda en la red pública, pero afirma que en la primera visita se limitó a “llenar un formulario” y que ya le avisaron que tendría una visita cada dos meses con el especialista. 

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La terapia psicológica le ayuda a “desahogarse” y a aceptar que hay “alternativas y que no todo es blanco o negro”. Confía, con la desescalada y la reapertura del sector del ocio nocturno, recuperar la rutina prepandemia que le sirva de eje de la nueva vida. “Es una recuperación lenta, de ir poco a poco y superar un año que para mí ha estado perdido”, admite.