Ciencia

"¿Qué pasaría si trasplantaran tu cerebro a otro cuerpo?"

David Jou y Ramon Gomis intervienen en el debate '¿Hay vida después de la muerte?' del Ciclo IEC

ARA
17/12/2025

BarcelonaCuando hacía poco que el endocrinólogo y catedrático de medicina en la Universidad de Barcelona (UB) Ramon Gomis había comenzado su carrera como médico ayudó a una médica a atender a una mujer que había dejado de respirar de repente. No le latía el corazón, y Gomis se puso a darle un masaje cardíaco hasta que la paciente recuperó el pulso. Era la primera vez que realizaba esta maniobra. "Físicamente es cansado, pero la emoción te trae", dijo sobre la reanimación cardiopulmonar (RCP). Después de que la mujer recuperara el pulso, el médico se quedó con una duda: "¿Cómo quedará esa persona? ¿Qué ha pasado con su cerebro?". Esa misma tarde la visitó. La mujer estaba bien y podía hablar, al contrario de lo que le había preocupado, aunque no recordaba en absoluto la cara del doctor. De hecho, la mujer vivió varios años más. "Para su entorno era un milagro, pero sólo porque el concepto de muerte era que no respira y el corazón no late. Hoy sabemos que no es así".

Gomis intervino este martes por la tarde en el debate ¿Hay vida después de la muerte?,del Ciclo IEC que organizan el Institut d'Estudis Catalans y el ARA, en el que también participó el físico David Jou. Gomis continuó explicando que cuando una persona sufre un paro cardíaco o deja de respirar, "todavía hay actividad cerebral" en ese momento. "Hay una experiencia que se define como cercana a la muerte, podemos explicarlo científicamente de muchas maneras, pero vale la pena que sea objeto de debate", añadió Gomis durante la jornada, moderada por la subdirectora del ARA Carla Turró.

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Ahora bien, acotando la respuesta a "¿qué es morirse?", Gomis explicó que a la hora de valorar si una persona que ha muerto puede ser donante de órganos la medicina se fija en si ya no hay actividad cerebral, ni respiratoria ni cardíaca. "Encefalograma plano. Esa persona podría ser donante", explicó. Respecto a la posibilidad de alargar la vida incluso después de haber muerto, el médico se refirió a los avances de la ciencia: "Si estando en paro cardíaco y cerebral tomamos unas células, las cultivamos y al cabo de un tiempo las podemos trasplantar... ¿Dónde está la barrera?".

Poner el cerebro en un ordenador

Ante la pregunta de si hay vida después de la muerte, David Jou, catedrático ya jubilado de física de la materia condensada por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), dijo que ve posibilidades de que haya y que esto sea compatible "con los principios de la ciencia conocida". El científico también hizo hipótesis como: "¿Qué pasaría si tu corazón está a punto de morir pero tu cerebro no, y trasplantaran ese cerebro a otro cuerpo? ¿Eso sería otra vida?".

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Jou también planteó la hipótesis de que se pudiera instalar toda la información de un cerebro en un ordenador, e hizo referencia a la conciencia. Por ejemplo, dijo que aunque el cerebro estuviera instalado en un ordenador seguiría conociendo el cuerpo al que pertenece: "Tú le conoces porque lo has visto, lo has tocado, y todo esto lo sabes a través del cerebro. De modo que si tuvieras toda la información del cerebro, tendrías toda la información del cuerpo, aunque vivas". Continuando su planteamiento hipotético, el físico se preguntó cómo podría interactuarse entonces con "otras almas informáticas". Y dijo que podrían amar y enamorarse, por ejemplo: "Tienes toda la información en el cerebro, y por tanto tienes el amor, y también el odio".