¿Qué motiva a alguien a provocar un incendio?

España vive uno de los peores veranos en cuanto a los incendios que arden de norte a sur en medio de una ola de calor implacable. En los últimos días las decenas de fuegos activos en varias comunidades –Galicia, Castilla y León, Madrid, Extremadura y Andalucía– han dejado dos víctimas mortales, más de una decena de personas hospitalizadas, miles de desalojados y más de 30.000 hectáreas arrasadas. Aunque de muchos todavía no se conoce su motivo –aparte de los efectos del cambio climático y la ola de calor–, en las últimas horas se ha hecho público que algunos de los incendios que han quemado este verano en el Estado han sido provocados.

De hecho, recientemente se han detenido a cuatro personas implicadas en la declaración de incendios y, desde el inicio del verano, se han arrestado hasta 25 personas por provocar incendios en todo el Estado. Ahora bien, los motivos detrás de estos incendios provocados pueden ser muy diversos. "Es una forma de actuar violentamente, con motivaciones similares a otro tipo de delitos. Pero también existen los pirómanos, que sienten un impulso irrefrenable de encender fuego", explica Antonio Pueyo, catedrático de psicología de la violencia de la Universidad de Barcelona (UB).

Sin embargo, el experto advierte que la piromanía "es poco frecuente y tiene una importancia criminológica relativa" en cuanto al origen de los incendios, porque la mayoría no son obra de personas con trastornos mentales. En cambio, sí suelen nacer de la ira, la venganza o intereses económicos, "como pudo ser el caso del bombero de Ávila", apunta Pueyo. Según datos de la Fiscalía del Estado, en 2023 el 68 por ciento de los incendios en España fueron consecuencia de negligencias, mientras que un 19 por ciento fueron intencionados, y el resto tienen causas desconocidas.

Según el psicólogo, el perfil predominante entre las personas detenidas por provocar un incendio es la figura del hombre de entre 30 y 40 años. Pueyo añade que, en el caso de los incendios forestales, en muchas ocasiones se trata de personas "vinculadas al ámbito rural, con un cierto nivel de desadaptación social oa los márgenes del funcionamiento psicosocial".

Las consecuencias psicológicas que puede sufrir quien provoca un incendio también varían en función del perfil de la persona y de su motivación. Normalmente, "el acto delictivo se acompaña de un sentimiento de culpa, vergüenza o dolor, sobre todo cuando muere alguien o se comete un delito grave", explica Pueyo, ya que una vez iniciado el incendio las consecuencias son incontrolables. Además, los perfiles que cometen delitos incendiarios no suelen ser reincidentes: "son criminales de un solo hecho", señala el experto.

No ocurre lo mismo con los pirómanos. Ellos "sí llegan a una sensación de relajamiento, de tranquilidad, de objetivo alcanzado": "Es, de algún modo, un placer euforizante", indica el psicólogo. Además, los pirómanos "tienen un historial bastante crónico y reiterativo", lo que les lleva a repetir sus comportamientos.

Una década de fuego y detenciones

Entre 2014 y 2023 se detuvieron a 3.600 personas por quemar más de un millón de hectáreas de suelo forestal en el Estado. En el 2019 hubo una cifra récord de detenidos, con 429 personas, y ni la pandemia frenó esta dinámica, con 352 detenidos en el 2020. La cifra más baja se dio en el 2018, con 245 personas detenidas por provocar o tener relación con el origen de un incendio. Ahora bien, la cifra de detenidos poco o nada tiene que ver con la de las condenas. De los 420 detenidos por provocar incendios forestales ocurridos en el 2022 en el Estado, sólo 63 acabaron con una condena.

El Código Penal prevé sanciones de entre seis meses y un año para quien encienda fuego en montañas o zonas forestales sin que lleguen a propagarse las llamas. Sin embargo, si el acto pone en peligro la vida y la integridad de las personas, las penas pueden aumentar hasta los 20 años de condena. Pese a estas medidas punitivas, Pueyo insiste en que "quien comete estos actos no los analiza racionalmente": "No valora si quema sólo el jardín, la casa o un árbol".