Mar Griera: "La mayor amenaza para el catolicismo no es el islam, es el mundo evangélico"

Mar Griera (Sabadell, 1978) es catedrática de sociología y directora del grupo de investigación ISOR sobre sociología de la religión.

¿La religión es compatible con un mundo de avances científicos?

En ocasiones se presenta como una oposición. Si eres científico no eres religioso y si eres religioso no eres científico. Y no es así.

¿Cómo es?

Los más evangélicos de Estados Unidos no creen en la teoría de la evolución, pero sí en los antibióticos. Los más críticos con las vacunas se definen como espirituales pero no como religiosos. Quienes cuestionan datos de cambio climático son más los evangélicos y no tanto los católicos.

¿Y los que no creen en la teoría de la evolución qué creen? ¿Qué salimos de una costilla?

Hacen teorías mucho más elaboradas. En Estados Unidos existe la teoría del diseño inteligente, que viene a decir que algunos elementos de la naturaleza son tan complejos que no pueden haberse formado de forma natural, que debe haber alguien superior.

¿Por qué ocurre?

Hace años se hablaba del déficit de información. La idea era: si la gente tiene información, se vacunará. Estamos viendo que no es así, y que en ocasiones hay reconstrucciones de teorías alternativas que se mantienen en determinados grupos.

¿Qué es creer?

Es difícil, estamos en un momento de transformación en el que se mueven las categorías clásicas. Antes creer era una identidad religiosa que se vehiculaba a través de una única institución. Hoy esto se disloca.

¿Por qué ha perdido peso la Iglesia?

Por el desgaste histórico y político del papel que jugó durante la dictadura. No ha habido una transición que haya hecho posible que emerja una institución más actualizada. A esto se le suma la crisis de las instituciones en general.

Y no fue así.

Entre un 15% y un 20% de población se mantiene atea de forma bastante estable. Pero lo que aumenta son los grises.

¿Cómo cuáles?

Un agnóstico que no niega la existencia de Dios y que puede ir a hacer un retiro de yoga ya cantar mantras, otro que participará en rituales de ayahuasca, o puede haber quien corra ultramaratones y busque sentido en el deporte. Y es aquí, en esa búsqueda de sentido, donde el monopolio de la Iglesia se ha roto. Hay muchas ofertas espirituales que pueden llenar el vacío que deja la institución.

De hecho, crece mucho la Iglesia evangélica.

Y lo hace en todas partes, pero especialmente en América Latina y África. En Brasil es una brutalidad, y de hecho muchos analistas dicen que la victoria de Bolsonaro se explica por el crecimiento del mundo evangélico.

O sea, que tiene una lectura política.

Las lecturas conspiracionistas dicen que Estados Unidos promovió el crecimiento del mundo evangélico en América Latina para frenar la teología de la liberación. Lo que está claro es que la expansión es muy rápida y fácil de entender.

¿Cómo se entiende?

La Iglesia católica tiene una autoridad vertical. Y funciona de forma más parecida a una administración: es decir, si quieres abrir una iglesia debes pedir permisos. Con el evangelismo yo puedo abrir un local en la Plaza Cívica de la Autónoma, decir que Dios me ha hablado y predicar. Si la gente viene, tengo iglesia. Y a nivel doctrinal también es mucho más flexible. Hoy algunas Iglesias han crecido tanto que son auténticas multinacionales. Muchas veces se habla del islam como la amenaza al catolicismo, y su mayor amenaza es el mundo evangélico.

¿Y el budismo por qué triunfa?

Son hábiles en difundir su discurso en medio de la globalización del mercado religioso. Y además, de alguna forma encaja con la naturaleza de un sujeto neoliberal en un mundo perdido. No existe propiamente un dios, sino que está vinculado a la experiencia del sujeto…

¿Es la religión que más encaja con el capitalismo?

Con la mentalidad neoliberal de "sé tú mismo, sé libre, encuentra tu sabiduría, etc". Pero es un budismo light. Es decir, la gente no se hace monja budista. E incluso puede haber mezcla.

¿Qué significa mezcla?

¿Has oído hablar de la Santa de los Abrazos? Es una mujer india, por la que la gente da horas y horas de cola para recibir un abrazo.

¿Por qué lo hacen?

También es la pregunta que yo me hice para un trabajo de campo. Y me encontré con que había gente de todas las confesiones religiosas. Lo que se mantiene en una sociedad secularizada es una búsqueda, a veces incluso desesperada, de sentido. Y hoy en día no existe una institución clara que te lo provea.

¿Una Iglesia fuerte es compatible con una sociedad democrática?

Si existe una simbiosis entre estado e Iglesia es mucho más difícil que pueda ser o emerger una sociedad democrática. Hay una esfera gris entre estado y religión, muy tenue. Y esto se complica en sociedades como la catalana, donde el 7% de la población se declara musulmana y el 4% cien protestante pero donde ninguna de las dos religiones tiene las ayudas que tiene la Iglesia católica. De modo que la pregunta ya no es si la sociedad debe ser más o menos secular, sino qué papel deben tener las demás confesiones religiosas.