Una operación innovadora protege el útero y los ovarios para preservar la fertilidad durante el cáncer
El Hospital del Mar resguarda a los órganos reproductores en el abdomen para minimizar las secuelas de la radioterapia
BarcelonaLas mujeres con un tumor en la zona pélvica pueden quedarse estériles y sufrir una menopausia precoz durante el tratamiento. La radiación que se aplica para combatir el cáncer puede dañar el útero y los ovarios de forma irreversible y, sobre todo en pacientes jóvenes, la ciencia busca alternativas para preservar la salud sexual y reproductiva de las pacientes. Ahora, por primera vez en el Estado, el Hospital del Mar ha culminado con éxito una intervención pionera para que las mujeres con enfermedad oncológica puedan mantener su ciclo menstrual y la posibilidad de quedarse embarazadas si lo desean una vez se recuperen. Se trata de una técnica llamada transposición uterina que consiste en trasladar el útero y los ovarios, naturalmente ubicados en la pelvis, dentro del abdomen. Con este movimiento se consigue proteger a los órganos de los efectos de la radioterapia antes de empezar el tratamiento. Un tipo de autotrasplante, según ha explicado la jefa de sección del servicio de obstetricia y ginecología y una de las responsables de la cirugía, la doctora Gemma Mancebo.
Rebeca Delgado ha sido la primera paciente en someterse a esta operación en Catalunya. A sus 35 años le diagnosticaron un cáncer de recto localmente avanzado, que supuso un "golpe muy duro" porque no es habitual que una mujer de su edad tenga un tumor maligno como éste. Además, se añadía la amenaza del tratamiento, que podía dejarla estéril. Hasta ese momento ella no se había planteado ser madre. "Pero no quería tener la puerta de la maternidad cerrada. Es muy duro que te digan que la radioterapia que te curará no te permitirá tener hijos", recuerda. Por eso, cuando le ofrecieron la posibilidad de someterse a esa intervención innovadora, lo aceptó. Hasta ahora sólo se habían realizado una veintena de operaciones como ésta en todo el mundo, muy pocas de ellas en Europa, pero asumió su riesgo.
El pasado noviembre, Delgado se sometió a la cirugía, justo antes de empezar la radioterapia y la quimioterapia. Una vez terminó el tratamiento oncológico, volvió a pasar por quirófano para que le extirparan el tumor y le recolocaran en su ubicación original el útero y los ovarios, que hasta entonces habían sido resguardados en el abdomen. Este tipo de intervenciones son de gran complejidad: la suya requirió dos equipos profesionales y nueve horas de operación, además de la asistencia de robots quirúrgicos para minimizar el impacto. Tras la operación, Delgado permaneció trece días ingresada en el hospital. Ocho meses después, en conversación con el ARA, celebra que todo ha salido bien y que ya puede hacer vida normal, y también agradece a todos los profesionales que le han atendido y acompañado.
Embarazo y menopausia precoz
A las pacientes de 40 o menos años se les ofrece la posibilidad de proteger el útero y los ovarios para mantener la posibilidad de un embarazo. A las menores de 47 años, la transposición sólo de los ovarios, para protegerlas de una menopausia precoz. "Es una nueva forma de velar por la salud global de estas pacientes", destaca la jefa de sección de cirugía colorrectal del Hospital del Mar, Marta Pascual.
Los avances en el tratamiento han permitido tener unas tasas de curación muy elevadas, pero hasta ahora las mujeres sufrían grandes secuelas por la quimioterapia y la radioterapia. Esta técnica, por tanto, "supone dar esperanza" a las pacientes, añade. La incidencia del cáncer de recto en pacientes jóvenes está en aumento, por lo que desde el centro ven necesario poder ofrecer esta técnica a mujeres con un tumor en la zona pélvica que quieran ser madres y aún no lo sean.
Para poder optar a este tipo de intervención, las pacientes deben tener un tumor localizado que deba tratarse con radioterapia en la zona pélvica, con riesgo de dañar el útero y los ovarios. En el proceso para determinar qué pacientes pueden beneficiarse de esta intervención participan los servicios de aparato digestivo, el de cirugía general, el de oncología médica y el de oncología radioterápica. De hecho, el centro ha establecido un circuito para la detección y derivación de las mujeres que encajan en el perfil, para valorar si pueden beneficiarse, sin que ello provoque retrasos en el inicio del tratamiento.