Sucesos

Cae un grupo que estafaba y se apropiaba de pisos de gente desesperadamente endeudada

Los Mossos identifican a 18 víctimas de una organización liderada por un abogado ya condenado por estafas similares

Natàlia Pinyol
y Natàlia Pinyol

BarcelonaLos Mossos d'Esquadra han desarticulado un grupo criminal formado por 9 personas que se apropiaba de inmuebles de personas de edad avanzada, con deudas y sin conocimientos financieros. La investigación ha constatado al menos 18 víctimas en Cataluña y Baleares que habrían sido estafadas por esta organización, cuyos miembros están acusados ​​de pertenencia a grupo criminal, estafa, apropiación indebida, blanqueo de capitales, falsificación de documentación pública y fraude a la hacienda pública. El líder del grupo es un abogado que ya fue condenado el año pasado por un caso de tráfico de drogas y que, según ha podido saber Efe, tiene un juicio pendiente por estafar a decenas de ancianos y apropiarse de sus viviendas, engañándolos con productos financieros tales como hipotecas inversas. Esta vez, la policía le detuvo cuando estaba jugando un torneo de golf en Palma.

La investigación comenzó a finales del 2022 a raíz de una querella en un juzgado de instrucción de Barcelona que los Mossos d'Esquadra de la Unidad de Investigación de Premià de Mar recibieron. Inicialmente, detuvieron a cuatro personas que se habían apoderado de forma fraudulenta de un piso de una mujer que había muerto sin herederos legítimos. Un integrante del grupo se disfrazó (peluca incluida) de la finada para ir a la notaría y firmar la documentación, que pasaba los poderes a un testaferro.

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Pero pronto la policía detectó que no se trataba de un único caso, sino que detrás había un entramado que se apropiaba de inmuebles de personas con deudas de forma reiterada. La red ahora desarticulada tenía su epicentro en un despacho de abogados de Barcelona, ​​que ostentaba mucha riqueza por parecer creíble y que buscaba víctimas de un mismo perfil: personas vulnerables, muchas de ellas ancianas, sin educación financiera y que necesitaban dinero con urgencia por su situación económica o que querían venderse el piso, en muchos casos desesperadamente, porque lo habían heredado con deudas. Según los Mossos, el líder del grupo es una persona "narcisista, muy inteligente", y con una gran capacidad para engañar a las víctimas, muchas de las cuales no denunciaron porque no eran conscientes de que habían sido estafadas.

El modus operandi del grupo comenzaba con la ubicación y captación de víctimas potenciales, que solían ser personas con deudas o necesidades económicas urgentes. Lo hacían con el método de la "puerta fría" (buscando presencialmente piso a piso), o en subastas. Después, les hacían firmar un contrato privado y los estafadores pagaban las deudas de estas personas. A cambio, las víctimas otorgaban poderes notariales sobre su vivienda a los estafadores sin saberlo con la excusa de poder realizar el trámite con la empresa que les cedía el crédito.

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Con esta estrategia, los acusados ​​podían realizar un acto notarial de compraventa de los inmuebles entre ellos mismos utilizando empresas a nombre de testaferros y ponerlos a la venta o al mercado del alquiler. Incluso les vendían a terceros que nada tenían que ver con el entramado criminal y que querían adquirir un inmueble legalmente. En uno de los pisos, la víctima cobró unos 50.000 euros, pero la banda le vendió por medio millón. Según los Mossos, los ahora detenidos movieron entre uno y tres millones de euros al año.

Un millón de euros en deuda

La mayoría de las víctimas no eran conscientes de que les habían estafado y otras fueron expulsadas de sus pisos por parte de la red, pero tampoco lo denunciaron. La situación económica de los afectados era tan desesperada y estaban tan agradecidas que incluso algunas aceptaron actuar como testaferros a cambio de una pequeña cantidad de dinero.

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Los acusados ​​acumulaban distintas cuentas bancarias a las que hacían llegar el dinero para que las víctimas pagaran las deudas. Trabajaban con empresas grandes para no llamar la atención fiscal y dar credibilidad a la hora de pedir los créditos a los bancos, que después no acabarían devolviendo. En ocasiones, también contrataban seguros para tener dinero para invertir en otros fines. Según datos de la Agencia Tributaria, que ha colaborado en la investigación, el grupo acumula una deuda de casi 1 millón de euros.

Las detenciones en Cataluña se han hecho simultáneamente en Barcelona, ​​Santa Coloma de Gramanet, Terrassa y Vilafranca, mientras que en Baleares los arrestos han sido en Ibiza y Palma. Además, se registraron varios domicilios, donde se recogieron un centenar de indicios entre talonarios, escrituras, poderes, contratos privados y documentación de los testaferros, además de 6.500 euros en efectivo y la peluca utilizada en caso de que lo destapó todo.