Casarse con un desconocido o terminar a juicio: las suplantaciones van al alza

BarcelonaHace un mes y medio que el ARA contaba la historia de un hombre de Osona que se enfrenta a una condena de dos años y medio de cárcel por una estafa en la que él asegura ser su víctima: durante la venta de un coche envió la foto de su DNI al comprador, que poco después desapareció. Al cabo de unos meses, descubrió que le estaban investigando por una estafa en A Coruña que se había cometido con su DNI. La causa sigue adelante. Casos como éstos, que demuestran los riesgos de dar tu documento de identidad a depende de quien, cada vez son más habituales en los juzgados. Precisamente, este lunes declaró en la Ciudad de la Justicia de Barcelona a un hombre de Ibiza por unos hechos casi calcados.

La denuncia, a la que ha tenido acceso este diario, es de una mujer de Barcelona. Cuenta que el pasado 27 de agosto compró una Nintendo Switch por el portal Wallapop. Concretamente, realizó dos transferencias y llegó a pagar 700 euros. Pero el vendedor desapareció y la consola nunca llegó. La policía tenía un hilo para estirar, y era que el vendedor pasó un DNI y una foto suya en la denunciante antes de completar la operación. Todo esto lo hizo para que "confiara" en él. ¿De quién era esa foto y ese DNI? Del hombre que este lunes declaró en sede judicial.

Según fuentes consultadas por el ARA, el hombre declaró que él también era una víctima de la estafa. Explicó que unos meses antes compró un patinete también por Wallapop. El vendedor le pidió que le enviara una imagen del DNI y, para validar por completo que era él, que también enviara una selfie suya con el DNI en la mano. El hombre asegura que pagó 500 euros, pero que el patinete nunca llegó. Será la justicia la que decidirá si esa versión del ahora investigado por estafa es cierta y si hay pruebas de que la sustentan. Sea como fuere, estos dos casos evidencian una tendencia al alza: en un país en el que cada vez hay más ciberestafas, las suplantaciones de identidad también están subiendo cada año.

Aumento exponencial

Lo demuestran los datos abiertos de los Mossos d'Esquadra: en 2018 se denunciaron 540 casos de usurpación del estado civil y en 2024 ya fueron 2.593. Es decir, en seis años este dato prácticamente se ha multiplicado por cinco. Las autoridades advierten que este aumento debe poner precisamente en preaviso a la ciudadanía: el DNI es un documento de carácter privado que no se puede compartir de forma indiscriminada. Sólo con los documentos de identidad unos estafadores extrajeron 57.000 euros de varias personas en 2023. Simplemente, conseguían un DNI robado, se disfrazaban un poco para parecerse a su propietario, iban al banco y pedían sacar dinero. Incluso perdiendo el DNI puedes terminar casada sin saberlo.

En conversación con el ARA, una chica que prefiere mantenerse en el anonimato explica que hace tres años le robaron el bolso en el barrio del Raval de Barcelona. Lo tenía entre las piernas mientras hablaba con una amiga, y no se dio cuenta de que alguien le quitó. En el impasse de tiempo en el que gestionó la situación y fue a denunciar, ya le habían hecho varios cargos en la tarjeta: alquilaron un coche y pagaron una cena. Tras la denuncia, la víctima pensaba que todo habría terminado. Pasaron los meses y para realizar una gestión en una biblioteca consultó a su padrón, y la sorpresa fue mayúscula. "Salía que vivía en un piso en Sant Martí", afirma. Se fue a la sede del distrito y le dijeron que el cambio de padrón se hizo de forma presencial, que alguien con su DNI y demostrando que tenía los poderes para ello gestionó el trámite. Pero lo hizo con un DNI caducado y denunciado. "Es una negligencia de la administración", denuncia la joven.

Pero la cosa no termina aquí. Al cabo de unos meses, le llamaron de la comisaría de los Mossos de Sant Martí porque su DNI estaba vinculado con algunos actos delictivos. Y terminaron la conversación preguntándole si tenía pareja. Ella respondió que no, pero le quedó esa pregunta virando por la cabeza. Finalmente, acudió a comisaría y le explicaron que, coincidiendo con el cambio de domicilio, también era pareja de hecho con un hombre de 55 años. Ambos vivían en Sant Martí. Pero ella no conocía de nada a ese hombre. "Todo esto lo validó un notario aceptando que alguien se presentara en mi nombre", vuelve a lamentar la joven. Tras meses de trámites, no ha sido hasta este otoño que ha logrado dar marcha atrás y desvincularse de la pareja de hecho. Los Mossos siguen investigando quién está detrás del fraude. Ella ha hecho varias ruedas de reconocimiento, y nunca ha reconocido a nadie.