Un contenedor con 140 kilos de cocaína delata a un estibador del puerto de Barcelona

BarcelonaEs un estibador del puerto de Barcelona veterano. No mantenía un alto nivel de vida ni aparentaba más de lo que tenía. Cuando supo que la entrega no había ido bien, decidió esconderse. Lo hizo en un hotel en el barrio de Sants, de Barcelona. La policía entró en su casa y no le encontró. Sí encontraron un arsenal: dos puños americanos, una pistola eléctrica, una escopeta del calibre 12, un rifle de caza mayor, un arma corta de 9 mm de tiro deportivo, un rifle del calibre 22 y una pistola de aire comprimido. A él le acabaron localizando al día siguiente, caminando por la calle, y le detuvieron.

La historia que acaba con el arresto de un estibador en el barrio de Sants comienza en Chile. A finales de junio de ese año un barco salió de un puerto de ese país. Hizo escala en Ecuador, y todo apunta a que fue aquí el momento de la contaminación. Así se conoce en la jerga policial introducir un cargamento de droga en un contenedor marítimo. El destino de ese contenedor era Barcelona, pero antes hizo una parada logística en Marsella.

Los agentes de aduanas francesas inspeccionaron 180 contenedores descargados en su muelle, y acabaron chocando con lo que venía de Chile. Dentro encontraron una sorpresa: 138 kilogramos de cocaína. Pero no les requisaron. "Esa rapidez fue clave", afirman fuentes del operativo. Pidieron hacer una entrega controlada en Barcelona para, aparte de intervenir la mercancía, también detener a quienes la iban a buscar. La medida fue autorizada por las fiscalías correspondientes, constituyéndose un equipo conjunto con la Guardia Civil y Vigilancia Aduanera.

Entrega controlada

El contenedor llegó al puerto el 14 de julio y todo el rato estuvo vigilado. Tres días después entró en juego el estibador: un grupo de personas accedió al contenedor, sacó la droga y la puso en un segundo contenedor. ¿El motivo? Los contenedores que provienen de Sudamérica siempre suelen estar más controlados, poniendo la droga en otro menos sospechoso. El estibador fue clave en términos logísticos para ello, según fuentes policiales. Sin embargo, en este momento todavía no intervinieron la droga. Esperaron más. Hasta que el camión llevara la mercancía a su sitio de destino.

Se siguió la droga hasta que se descargó en una nave en el polígono industrial de Can Parellada, en Terrassa. Allí se dispuso un operativo de vigilancia a esperar a que las personas que estaban en el interior salieran de la nave, momento en el que se practicó la detención de dos personas de nacionalidad española. Durante el cacheo en la nave se intervinieron tres vehículos (un camión, una furgoneta y un turismo), además de material diverso empleado en instalaciones de cultivo de marihuana en interior, tales como sistemas de ventilación, iluminación y recipientes.

Esa misma tarde se realizaron entradas y registros en los domicilios de los dos detenidos y de un tercer investigado, situados en las localidades de Sant Feliu de Llobregat, Corbera de Llobregat y Vacarisses. Tras las investigaciones sobre los accesos al puerto de Barcelona se identificó al camionero que condujo al camión hasta Terrassa y al estibador que condujo la grúa con la que se movieron y manipularon los contenedores, por lo que se procedió a la detención de ambos los días 24 y 26 de julio, respectivamente. Todos los detenidos pasaron a disposición judicial y se decretó prisión provisional para todos.