Un cuerpo y 3.000 plantas de marihuana: los Mossos desarticulan un grupo narcotraficante

BarcelonaLos Mossos d'Esquadra han desarticulado un grupo dedicado al tráfico de drogas que tenía el epicentro en Mataró pero que controlaba plantaciones interiores de marihuana en lujosas casas de toda Cataluña. Los agentes desplegaron un dispositivo a primera hora del pasado jueves en Tarragona, Mataró, Sant Iscle de Vallalta, Malgrat de Mar, Cervelló y Matadepera, que contó con agentes de orden público, la unidad canina y la de drones. Se detuvieron a ocho personas, entre ellas los principales líderes del grupo, según informó este sábado el cuerpo policial. Además, se intervinieron más de 3.000 plantas de marihuana y 30 kilos de cogollos. También se decomisaron tres vehículos que los detenidos utilizaban para realizar su actividad delictiva.

La investigación se inició a finales de julio y este sábado el cuerpo policial ha dado los detalles. En verano los policías consiguieron descubrir a las personas que lideraban el grupo criminal y cómo trabajaban: se desplazaban por los diferentes domicilios con comida y otros efectos y lo entregaban a las personas que estaban trabajando en las casas como jardineros de la plantación. Estas personas podían pasar semanas sin salir de sus casas.

Los domicilios de los principales investigados estaban en Mataró y Malgrat de Mar. Desde allí, visitaban a menudo las diferentes casas (con alquileres falsificados de más de 10.000 euros), donde tenían plantaciones y llevaban comida y suministros a los llamados jardineros. Los investigadores comprobaron que en esos domicilios los consumos eléctricos eran muy elevados y también que se estaba haciendo fraude en la red eléctrica.

Una muerte súbita dentro del entramado criminal

La investigación dio un giro el 24 de septiembre. Ese día los policías vieron a dos personas que salían de uno de los domicilios bajo vigilancia, en Maçanet, con señales evidentes de preocupación y llantos. No supieron qué ocurría hasta la noche: entonces, un abogado se presentó en las dependencias policiales de Reus e informó de que un cliente suyo había encontrado el cuerpo de un hombre fallecido en una vivienda de Maçanet de la Selva. Las direcciones coincidían.

Los Mossos encontraron el cuerpo sin vida de uno de los jardineros de la marihuana. Sin embargo, según la autopsia, el hombre –que vigilaba solo más de 900 plantas de marihuana– murió por causas naturales. A partir de ese incidente, los investigados cambiaron sus rutinas. Los líderes del grupo se mudaron de piso y en las casas donde había plantaciones se dejó de ver vida cotidiana. Ventanas cerradas, persianas bajadas y el único movimiento era el de las personas que llegaban para repartir comida o suministros. La persona que vivía dentro se encargaba del resto: cuidaba la plantación, recolectaba, secaba, envasaba y controlaba todo. Es lo que los Mossos llaman una plantación de interior y "de clausura".

Los detenidos pasaron este viernes a disposición judicial.