Sucesos

La policía detiene a un hombre por una cincuentena de estafas con alquileres falsos en Barcelona

El arrestado se aprovechaba de la desesperación de las víctimas, a las que cobraba por pisos inexistentes

BarcelonaDecía que no estaba en Barcelona por no tener que enseñar los pisos que ofrecía en las webs especializadas en la búsqueda de viviendas, pero en realidad no podía enseñarlas: los inmuebles eran falsos o, si existían, ya estaban alquilados y él no tenía ningún tipo de vinculación. Ni era el dueño ni ningún intermediario autorizado. La excusa que daba a las víctimas por no dejar que visitaran la vivienda era que él trabajaba en el extranjero y que, si no se decidían rápidamente lo perderían, que estaba muy solicitado. Y las víctimas confiaban: ¿cómo podía ser que alguien tan educado y que les trataba con tanta amabilidad en realidad sólo tuviera la intención de aprovecharse de su desesperación?

Los Mossos d'Esquadra detuvieron el 7 de mayo en Barcelona a un hombre por haber estafado a tres personas con problemas de vivienda mediante alquileres de pisos falsos, si bien la policía calcula que la cifra de afectados podría subir hasta la cincuentena. La investigación se inició a raíz de una denuncia de un estafado que perdió cerca de 12.500 euros, a la que pronto se sumaron otras dos denuncias por transferencias por valor de 2.000 euros.

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Los investigadores siguieron la pista del dinero defraudado para identificar al estafador, que resultó ser un hombre de 30 años que acumula ocho antecedentes policiales por hurtos y estafas. Su modus operandi no variaba: publicaba, en webs especializadas, anuncios fraudulentos sobre pisos que no existían o que no estaban disponibles para ser alquilados y sobre los que no tenía derecho alguno. Después, se hacía pasar por un extranjero o decía que no estaba en el país por motivos laborales para evitar enseñar el piso a los interesados.

Cuentas bancarias cedidas

Para la puntilla de la estafa, el hombre presionaba a las víctimas con la excusa de la elevada demanda y la escasa oferta de vivienda en la capital y, así, les forzaba a formalizar la reserva, ya fuera con pagos anticipados de fianza, de mensualidad, de seguro o de gastos de gestoría, sin haberles dejado ver el piso en ningún momento. Y para recibir el dinero de estos alquileres fraudulentos sin dejar rastro alguno de su actividad delictiva, el detenido nunca facilitaba cuentas bancarias a su nombre, sino que utilizaba las de terceras personas con pocos recursos económicos.

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El hombre frecuentaba establecimientos de la zona del Raval y del Born donde se ganaba la confianza de personas en situaciones vulnerables. Se presentaba como una persona con dinero y las invitaba a beber o comer. Luego, les pedía que le cedieran temporalmente su cuenta bancaria para recibir una transferencia y les ofrecía una compensación económica a cambio. Una vez el dinero estaba en la cuenta, el detenido pedía que lo retiraran en efectivo para evitar dejar rastro directo de las transferencias.

La policía catalana identificó al estafador y le detuvo en un piso del distrito del Eixample. Cuatro días después del arresto, pasó a disposición judicial.