Detenido un pederasta reincidente y otros quince hombres por explotar sexualmente menores en Barcelona
Los Mossos alertan de un "mercado encubierto" de prostitución infantil
BarcelonaLos Mossos d'Esquadra han detenido a 16 hombres presuntamente implicados en una trama de pederastia, agresiones sexuales y prostitución de menores liderada por un "agresor sexual poliédrico" que captaba a menores en las redes sociales para someterlos a cualquiera de estas prácticas delictivas. Actuaban principalmente en Barcelona pero también en otros municipios, y hay casos en Madrid y en Valencia. El principal sospechoso también producía pornografía infantil. Él y otros tres hombres ya están en prisión provisional, y los investigadores trabajan para identificar a otros 14 agresores con las imágenes que encontraron en casa del principal sospechoso. Hasta ahora han identificado a 11 víctimas –9 chicas y 2 chicos–, si bien en las imágenes aparecen otras 14.
Los detenidos tienen entre 19 y 50 años, son "de todos los estatus sociales" y eran conscientes de la edad de las víctimas, que tampoco responden a ningún "perfil determinado", explicaron este viernes el jefe del Área Central del Cibercrimen de los Mossos, Josep Antoni López Garzón, y el cabo David López. El principal sospechoso, un hombre de 48 años, tenía un piso en Ciutat Vella de Barcelona que alquilaba por habitaciones como vivienda turística sin licencia. La rotación habitual de personas y que el piso estuviera preparado para entrar con códigos le facilitaba llevar a menores sin levantar sospechas. Alguna vez también había alquilado estas habitaciones para prostituir a menores.
Denuncias
La investigación de los Mossos empezó por la denuncia de una niña de 12 años, que había sufrido abusos junto a otros menores. Como en el resto, la encontraron por redes sociales. Gracias a su denuncia, la policía registró el piso de Ciutat Vella y encontró imágenes de abusos sexuales. En ese momento el juzgado dejó al hombre en libertad con medidas cautelares, y los Mossos emprendieron la segunda fase de la investigación para analizar los 200 GB de material audiovisual y conversaciones requisado.
De todas las conversaciones en su móvil, unas 2.000 eran de contenido sexual y en 120 se explicaban agresiones o había contenido pedófilo. También tenía almacenados unos 1.300 vídeos, 250 grabados por él mismo entre 2016 y 2022 "como si fuera el director de una película porno", según los investigadores. A partir de estas grabaciones, los Mossos han identificado a víctimas y autores de las agresiones sexuales.
Una segunda denuncia, en este caso de un chico de 17 años, permitió volver a detener al hombre cuando seguía en libertad provisional. En esta causa los Mossos han procurado conseguir pruebas sin tener que interrogar a las víctimas para que no tuvieran que recordar lo que les habían hecho. Lo único que ha declarado a la policía, con el permiso de sus padres, es este segundo denunciante, y su testimonio es el que permitió que el investigado entrara en prisión provisional.
El líder tenía antecedentes en Valencia
Al líder de la trama se le atribuyen 38 agresiones y en sus conversaciones sólo con otro sospechoso hay referencias a 70 agresiones sexuales distintas. El resto de detenciones se han realizado en Hospitalet de Llobregat, Vilanova y la Geltrú, Badalona, Sant Boi de Llobregat y Aranjuez (Madrid), este último con intervención de la Policía Nacional.
Los demás detenidos son hombres que tuvieron contacto, normalmente por redes sociales, con el principal sospechoso. Él les facilitaba imágenes de abuso sexual infantil o encuentros con las niñas para agredirlas sexualmente, agresiones que podían ser individuales o de grupo. No ganaba dinero, pero conseguía "otros beneficios", que incluían las violaciones a los menores y la excitación que esto le suponía. Entre los demás detenidos, los Mossos han encontrado "agresores sexuales preferenciales", que buscaban menores expresamente, y otros "situacionales", que no tenían una preferencia concreta para los menores, pero "aprovecharon" la posibilidad de tener sexo. .
El instigador de la trama ya tenía antecedentes policiales por prostitución de menores en Valencia en el 2010, donde presuntamente regentaba un piso donde prostituía a menores. El hombre quedó en libertad y la causa no fue a más, y los Mossos creen que en parte fue por la dificultad de conseguir testigos de menores. También aducen que en ese momento la ley le era más favorable, ya que la edad de consentimiento era de 14 años. De hecho, la policía catalana cree que lo ocurrido en el 2010 ya fue "un aviso" de lo que haría en Barcelona, porque ya entonces había dado el paso de tener un piso para destinarlo a la prostitución infantil.
El escollo del anonimato en internet
Al presentar los detalles de este caso, el inspector y el cabo alertaron de que existe "un mercado encubierto de prostitución de menores que no aflora porque no hay denuncias". La treintena de víctimas de esa trama fueron captadas por redes sociales y aplicaciones de citas. Muchas de las imágenes hacían "indudable" la corta edad de las víctimas. Sin embargo, los Mossos no habían recibido ninguna denuncia de usuarios de estas webs alertando de que habían encontrado a menores, y López ha recordado que "cualquier ciudadano está obligado a denunciar" una situación así.
El cabo también ha instado a las familias a establecer una "política de supervisión" de la que hacen los menores en internet porque "los depredadores sexuales saben dónde están las víctimas y cómo encontrarlas". Por ejemplo, en algunos casos contactan a través de chats de juegos infantiles. Además, el hecho de que las menores fueran captadas en internet les daba "cierto anonimato", lo que ha sido una dificultad más para la investigación, que se suma a que siempre se encontraban con las niñas en espacios privados.