Sucesos

La ejecución a tiros de Mollet podría haber sido ordenada desde Ecuador por un conflicto de drogas

El ARA reconstruye los últimos homicidios registrados en Catalunya, que lleva 42 en el 2025

Vilanova y la Geltrú / Mollet del Vallès / BarcelonaEl Parque de los Colores de Mollet del Vallès fue la última gran obra del arquitecto Enric Miralles, que se inauguró en 2001, un año después de su muerte. Es un espacio pensado para coser barrios, que lo consigue con estructuras sinuosas de cemento, suelos pintados de azul, arena, árboles, pérgolas, juegos de agua (ahora no funcionan) y una gran escalinata que preside el espacio, pensada para conciertos y espectáculos. Es un parque que de día vive de pequeños que juegan a pelota, se columpian y se persiguen, y que, según cuentan algunos vecinos, por las noches suele reunir a jóvenes que exprimen la madrugada. El pasado viernes por la noche, la gran escalinata, con toques modernistas que recuerdan a Gaudí, se tiñó de sangre.

Eran las doce y media de la madrugada cuando una motocicleta, todo apunta a que con dos ocupantes, accedió al parque. De repente, uno de ellos sacó una pistola con silenciador y efectuó una decena de disparos. Sentados en la escalinata había tres hombres. Un disparo al cabo de uno de ellos, varios más en la zona del pecho de otro y el tercero tuvo tiempo de empezar a correr, pero no pudo evitar que una bala le impactara en la espalda. La moto desapareció y el balance fue de dos heridos críticos y uno menos grave. Por último, uno de los jóvenes murió en el hospital. Por el método, de entrada ya se habló de una ejecución; la técnica estrella de la revancha entre traficantes de droga, a menudo ejecutada por un sicario y planificada con tiempo.

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Fuentes del entorno de la víctima mortal apuntan a que el joven, de 30 años, hacía poco que había llegado a Mollet, donde hacía tiempo que residía su madre. Las mismas fuentes señalan que se marchó de Ecuador, su país de origen, porque había tenido problemas con el tráfico de drogas y que su asesinato podría corresponder a una revancha ordenada desde el país latinoamericano por estos conflictos previos. Ecuador es uno de los países más presentes en el tráfico de drogas internacional, ya que desde su puerto salen muchos de los cargamentos contaminados con cocaína.

La investigación de los Mossos está en marcha. La policía está realizando gestiones, recopilando el máximo de información sobre los implicados y hablando con testigos para esclarecer las causas del crimen. Por el momento, no hay ninguna detención. Los vecinos nunca habían visto un tiroteo así en Mollet. "Hacía cosa volver al parque al día siguiente", comenta un padre mientras su hijo se mece.

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"Vivir en la calle mata"

Una muchedumbre de velas arde en un banco de Vilanova y la Geltrú acompañadas de recuerdos. Una cerveza vacía (de la marca que solía beber), un gorro naranja con el escudo del Barça (con el que siempre pedía limosna), un cenicero y un cigarrillo, una fotografía suya borrosa, en la que se intuye una sonrisa, y mensajes que denuncian que "vivir en la calle mata". Sólo era culpable de malvivir en ese banco después de haberlo perdido todo e incluso de haber sufrido un ictus en la República Checa. "I love you, baby", le decía a un vecino todos los días que lo veía. "Messi eterno", han escrito unos jóvenes con un grafito en el suelo del parque para recordar su pasión por el Barça o cómo se levantaba imitando a los regates del futbolista argentino pese a tener que ayudar de una muleta y tener problemas de salud. El 11 de septiembre, dos días antes del crimen de Mollet, alguien acuchilló violentamente al Milan, con varias cuchilladas que fueron mortales, en el parque que había sido su casa en los últimos cinco años.

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"Cuando llegué, fue mi primer amigo", comenta Damian mientras pide limosna a la salida de un supermercado, también con una camiseta del Barça. Él vino de Polonia y el Milan le guió en la complicada vida en la calle. "Mucha gente cree que me han matado a mí, porque éramos inseparables", explica, todavía afectado. Nadie entiende lo que ha pasado. "Era muy pacífico, no tenía enemigos", insiste Damian, y lo repiten otros muchos vecinos. "Incluso orinaba en los contenedores, por no ensuciar el parque", dice un residente del barrio que le daba un cigarrillo todos los días. Unos jóvenes pasan con patinete y se paran un momento en recordarlo. Los mayores encienden velas para no olvidarlo. Tenía 50 años, y ahora Damian recoge firmas para que pongan cámaras en el parque. ¿Quién le mató?

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De momento, los Mossos no tienen una respuesta clara. Según ha podido saber el ARA, no parecería un crimen motivado por el odio a los sintecho, sino que apunta a una pelea de noche. Su cuerpo lo hallaron a las siete de la mañana, cuando los primeros vecinos iban a trabajar. Ocurrió de madrugada y estos días los Mossos han ido puerta a puerta preguntando a los vecinos si vieron algo. También han recogido muestras de ADN del cuerpo de la víctima, que esperan que llegue alguna coincidencia que les lleve al asesino. Han sido días complicados en Vilanova. Esta semana murió también otro sintecho en Vilanova, un hombre de origen estonio que tenía movilidad reducida. En ese caso, según fuentes policiales, fue una muerte natural. Además, este sábado se registró un nuevo homicidio en la ciudad: un trabajador de limpieza encontró un cadáver dentro de una maleta, junto a un contenedor. En pocas horas, los Mossos detuvieron a un hombre como presunto autor del crimen.

Este año se han registrado 42 homicidios en Cataluña, según los datos a los que ha tenido acceso el ARA. Hasta agosto de este año se habían registrado 37 homicidios frente a los 53 del mismo período del año pasado. Y en el 2024 ya se cerró con un asesinato menos (68) que en el 2023, cuando se logró el récord en el país. Sin embargo, septiembre ha empezado de una forma especialmente negra, con cinco homicidios en pocos días.

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Ataques planificados

Tres menores también hacían pasar las horas la noche del pasado lunes 8 de septiembre, en un paseo cercano a la parada de metro de Santa Eulalia, en la frontera entre Barcelona y Hospitalet de Llobregat. De repente, aparecieron cuatro jóvenes (podrían ser más, pero es la principal hipótesis policial) armados con navajas. Les sorprendieron y todo apuntaba a un ataque planificado. Al día siguiente, las huellas de sangre permitían recorrer el crimen. Malheridos, dos de los tres menores (el tercero resultó ileso) corrieron pidiendo ayuda, hasta que uno de ellos quedó tendido en el suelo, justo en la boca del metro. Un sinhogar consultado por este diario lo vio en directo, y también cómo, al cabo de unas horas, el padre del menor se acercó al lugar de los hechos.

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Según ha podido saber este diario, desde el entorno del menor finado han apuntado a los investigadores que se produjo una pelea hace unos dos meses en una discoteca con otro grupo, y que la revancha podría venir de aquí. Ahora, los Mossos lo están mirando aunque todavía no hay detenidos. El conflicto vendría de Hospitalet de Llobregat, de donde son la mayoría de implicados. Se habló de bandas, pero la policía no trabaja en esa dirección.

Homicidio y agresión sexual

Se llamaba Leidy Tatiana y tenía 37 años. Hacía poco, semanas, que llegó a Catalunya proveniente de Colombia. El suyo fue el primer crimen de los cuatro que se han registrado en septiembre, y fue uno de los más crueles: un hombre ya detenido y con antecedentes por violencia sexual, presuntamente la encerró en un apartamento turístico de Lloret de Mar para agredirla sexualmente y acabar quitándole la vida. Luego la abandonó desnuda en el piso. El hombre se dedicaba a limpiar pisos turísticos y la mujer era trabajadora sexual. El detenido se llevó la documentación de la víctima, pero se dejó la suya y al cabo de unas horas los Mossos le detuvieron.

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Fuentes policiales advierten que los datos de homicidios deben observarse, al menos, durante un período largo, de al menos cinco años, para sacar conclusiones. También que una mala racha como la de este septiembre no significa nada. Entre 2015 y 2019 se produjeron 268 homicidios, y entre 2020 y 2024 se cometieron 301. Cataluña se mueve en una tasa de entre 0,60 y 0,85 homicidios por cada 100.000 habitantes, mientras que en países como Francia, Irland el 1.

De hecho, hay barrios en varios puntos del mundo donde hay más homicidios que en toda Cataluña. En Philippi East de Ciudad del Cabo, en Suráfrica, donde no viven más de 100.000 personas, se registran más de 60 cada trimestre. En el distrito sur de Los Ángeles (175.000 habitantes) hay unos datos similares a los homicidios de un año en Cataluña. Y no hace falta ir tan lejos: en Marsella en el 2023 se registraron una cincuentena de crímenes, muchos de ellos vinculados a la guerra por el tráfico de drogas.