Un francotirador que quería matar a Sánchez y la gestión del 17-A: el camino de Sallent hasta mayor
Forjado en Girona, antes de llegar a la jefatura pasó por el área de mediación y por la de inteligencia
BarcelonaEduard Sallent entró en los Mossos d'Esquadra como agente raso en 1997. Ésta ha sido la trayectoria que, 27 años después, le ha servido para conseguir el máximo rango de la policía catalana, el de mayor.
Licenciado en filosofía por la Universidad de Barcelona en 1998, antes de eso Sallent militó en la Federación Nacional de Estudiantes de Cataluña (FNEC) con personalidades como Quim Forn, Elisenda Paluzie o David Madí; un entorno en el que ya hablaba más de policía propia que de estado propio. Por eso, el año anterior a terminar la carrera decidió entrar en los Mossos d'Esquadra. Empezó en la Selva y en el Gironès y en el 2001 ya era cabo.
Uno de los saltos grandes de su carrera fue en el 2014, cuando llevaba cuatro años intendente. Le nombraron jefe de mediación y tres años después pasó a ser jefe de inteligencia, un cargo que ocupó durante los atentados del 17-A y durante el que también participó en la detención de un francotirador que quería matar Pedro Sánchez. En 2019 ascendió a jefe de la Comisaría General de Información.
Sallent, a menudo mirado de reojo por parte del cuerpo por su pasado vinculado con la FNEC y el independentismo, no fue comisario la primera vez que lo intentó. Pero en el 2019, finalmente, lo consiguió. Y, automáticamente, pasó a ser nombrado jefe de los Mossos bajo el mandato de Miquel Buch en la conselleria de Interior y con el mayor Josep Lluís Trapero fuera de la operativa por la causa judicial por el 1-O. Este fue un movimiento criticado y la convulsión interna fue el preludio de un período crítico en la calle, con las protestas postsentencia y la pandemia. Sallent formó binomio con Pere Ferrer como director de la policía, una alianza que ha perdurado en el tiempo.
Absuelto del juicio por el dispositivo del 1-O, el nuevo conseller de Interior, Miquel Sàmper, restituyó al mayor Trapero como jefe de los Mossos. Ni Sámper ni Trapero confiaron en Sallent, con quien no había sintonía, y se cayó de la jefatura. Entre 2020 y 2019 pasó a ser jefe de la Región Policial Metropolitana Sur, una de las más complicadas.
En el 2021 soplaron nuevos vientos en la conselleria de Interior, que por primera vez gobernó ERC con Joan Ignasi Elena al frente. El conseller decidió apartar a Trapero y situar al comisario Josep Maria Estela como jefe del cuerpo. Sin embargo, también recuperó a Sallent, que situó como subjefe. Pero no hubo sintonía entre Sallent y Estela, ya que este segundo consideraba que el primero le sobrepasaba en varias decisiones. La situación se rompió hasta el punto de que Elena cesó a Estela y situó como cabeza del cuerpo, de nuevo, a Eduard Sallent.
Con el cese de Estela en el 2022, Sallent se ha consolidado como jefe de los Mossos, hasta el punto de que la conselleria ha abierto una nueva plaza de mayor, el máximo rango, especialmente pensada para él. También querían romper una "anomalía jerárquica", que era que la cabeza del cuerpo no era el mozo con mayor rango, ya que Trapero seguía en el cuerpo haciendo trabajos de despacho. Sin embargo, ha habido un movimiento que puede cambiar muchas cosas: Trapero será el director general de la policía (todavía lo es Pere Ferrer) si el socialista Salvador Illa gobierna y, si esto ocurre, habrá la duda de si Trapero querrá mantener el ya mayor Sallent como cabeza del cuerpo.