Material de salvamento al alcance de los bañistas: ¿una vía para evitar ahogamientos?
Cuerdas, tablas y boyas de hinchado automático permitirían dar respuesta a un incidente mientras no llegan los servicios de emergencias
Vilanova y la GeltrúPértigas y cuerdas de rescate, dispositivos de hinchado automático, tablas flotantes… Estas herramientas pueden ayudarnos a socorrer a una persona que se está ahogando en el agua. De hecho, en algunos países europeos ya forman parte del equipamiento de uso público existente en playas y lagos. "Tal y como vemos extintores y desfibriladores en nuestro día a día, también es necesario que contemos con los recursos para poder actuar, con seguridad, si presenciamos que una persona tiene problemas dentro del agua", explica Ramsés Martí, enfermero de emergencias médicas, socorrista y experto en seguridad acuática. "Tener este tipo de objetos en las zonas de baño catalanas podría servir para dar una primera respuesta a un ahogamiento mientras llegan los servicios de emergencias", explica.
Este inicio de 2025 ha sido el más negro en cuanto a ahogamientos de la última década, con 25 víctimas mortales en el litoral catalán al finalizar el mes de julio. Ante el aumento de víctimas mortales por ahogamiento, Martí apuesta por colaborar con las administraciones locales para impulsar la instalación de equipamientos que puedan ayudar a reducir estos casos. "Tener estas herramientas en zonas sin socorrista, fuera de los horarios de vigilancia y en espacios naturales de interior es vital para que se pueda dar una primera respuesta ante un incidente. Esto puede marcar la diferencia entre tener que hacer un rescate o recuperar un cuerpo", asegura.
En muchos casos, cuando hay una persona ahogándose, la respuesta de los testigos es intentar salvarla, sin el equipamiento ni las habilidades necesarias. "Nunca hay que intentar hacer un rescate si no estamos entrenados, o si el contexto supera nuestras capacidades o el equipamiento que llevamos", destaca Martí, haciendo hincapié en que sacar a una persona del agua es muy difícil —más si está inconsciente—, aunque sepamos nadar. Además, recuerda que el primer paso debe ser siempre llamar a los servicios de emergencias.
Ayudar de forma segura
Una vez que se llama al 112, hay ciertos equipamientos que pueden servir para dar flotabilidad a la víctima. Entre otros, existen los llamados "medios de alcance", para dar la ayuda sin tener que entrar directamente en el agua. En esta categoría se encuentran la pértiga y la cuerda de rescate. El primero consiste en un palo extensible —que puede superar los quince metros de largo— con un objeto flotante en la punta. También existen las cuerdas de rescate. Ambos sistemas permiten arrastrar a la persona fuera del agua. "Se podrían tener dentro de una cabina que se abriera con un código facilitado por el mismo 112 una vez se llama para pedir ayuda, como ya se hace en algunos países", propone el socorrista.
Por otra parte, existen dispositivos de inflado automático (similares a una boya, pero más alargados), que pueden ser arrojados a la distancia, o usados por un mismo usuario para entrar en el agua, desplegarlos y pegar a la víctima. De hecho, la Policía Local de Vilanova y la Geltrú tiene ya estos dispositivos dentro de su equipamiento habitual.
Para aquellos rescates que requieren una intervención más directa —en la que la víctima está inconsciente o no puede aferrarse a una cuerda o pértiga por sí misma—, Martí apuesta por las tablas de rescate, que permiten el acercamiento a nado e incorporan arnés y baliza GPS. Este sistema, además, permite cargar a la víctima fuera del agua. De nuevo, ya hay algunos países que optan por este tipo de herramientas, como Dinamarca, que cuenta con 500 desplegados para su uso público. Martí explica que en Catalunya también existen algunos municipios que ya se han interesado por instalar dispositivos de este tipo.
El experto insiste en que tener este equipamiento de rescate al alcance del público no quiere decir que se ponga a más gente en peligro: "Si la gente ve estos elementos de rescate se aumenta la responsabilidad, porque es un recordatorio de que no deben olvidar las normas de autoprotección cuando se están bañando", argumenta. Y añade: "Además, en caso de utilizarlos, estos elementos flotantes permitirían intervenir en un rescate de forma más segura".