200 víctimas de matrimonios forzados en Catalunya en 13 años

BarcelonaArooj y Anisa Abbas, las hermanas de 24 y 21 años de Terrassa asesinadas en Pakistán porque se querían divorciar, habían sufrido un matrimonio forzado, una situación que han vivido casi 200 chicas menores de edad y adultas que también están en Catalunya. En los últimos trece años, los Mossos d'Esquadra han detectado 198 víctimas, sobre todo de entre 13 y 23 años, a quien habían obligado a casarse con un hombre en contra de su voluntad o que ya habían tenido que formalizar el matrimonio. Unos enlaces que se pueden comprometer incluso online y por teléfono, como apuntaba al ARA este martes el cónsul de Pakistán en Barcelona, Mirza Salman Baig. La integradora social Ruth Rosique, del equipo técnico de Valentes i Acompanyades –una asociación contra los matrimonios forzados–, explica que algunas víctimas se casan telemáticamente y que este compromiso se confirma cuando van al país de origen o bien el marido viene a Catalunya.

Con la imposibilidad de poder viajar por la pandemia, formalizar el enlace online se ha convertido en una alternativa para hacer el primer paso de los matrimonios forzados. Aun así, la jefa del grupo central de atención a la víctima de los Mossos, la caporala Andrea García, precisa que la policía todavía no se ha encontrado con ningún compromiso telemático en los casos de casamientos en que ha intervenido. Una hipótesis que se estudia es que hubieran obligado a las hermanas de Terrassa a hacer un matrimonio online hace un año y que ellas se hubieran negado a viajar o a agruparse aquí con los hombres. Lo que ya han confesado dos de los detenidos que se han declarado autores del crimen, un hermano y un tío de las chicas, es que engañaron a las dos víctimas con una visita “trampa” a Pakistán y las acabaron matando “por honor”.

La Fiscalía de Terrassa ha ordenado a los Mossos una investigación para determinar si otros familiares de las hermanas que viven en Catalunya han formado parte del plan de los dos casamientos y las forzaron a viajar a su país de origen. La policía ha interrogado al padre, que se ha desvinculado y ha declarado que había perdido el contacto con las hijas después de los enlaces. Los Mossos no tenían constancia de que las chicas hubieran sufrido un matrimonio forzado, ni tampoco había llegado ninguna información a entidades especializadas, al ayuntamiento ni a los servicios sociales. Al margen de este caso, la policía ha investigado este año –hasta abril– cuatro matrimonios forzados más en Catalunya de tres menores, de 14, 15 y 16 años, y de una chica de 21 años. La Síndica de Greuges de Terrassa también ha ayudado a tres jóvenes en los últimos meses que denunciaron que sus familias les habían concertado un matrimonio.

Más preventivo que consumado

El 81% de los casos que han detectado los Mossos entre el 2009 y el 2021 son preventivos: es decir, las víctimas han expresado que querían obligarles a casarse porque así se lo había manifestado su familia, se había planificado un viaje al país para efectuarlo o se había planteado la posibilidad de un desplazamiento a su país de origen con otra excusa. "Les empiezan a explicar que sería conveniente para la familia, el honor o la economía para justificar el matrimonio forzado", describe García. Suelen ser chicas nacidas en Catalunya o que llevan mucho tiempo aquí, que están escolarizadas y que pueden tener relaciones de pareja: cuando se enteran de que quieren forzarlas a casarse, muestran oposición. Rosique coincide, y añade que las chicas intentan negociar con la familia o pueden llegar a romper con ellas, a menudo con violencia de por medio.

La caporala de los Mossos dice que las families pueden proteger a las niñas a pesar de recibir presión familiar desde su país de origen o bien ser hostiles, lo cual comporta un riesgo para las víctimas. En cuanto a los matrimonios consumados, García apunta que suelen ser mujeres a las que obligaron a contraer matrimonio cuando vivían fuera de Catalunya y que cuando han venido aquí, han sufrido maltrato y violencia a manos de sus maridos. Rosique asegura que pueden ser mujeres que lleven 15 o 20 años en Catalunya, pero que no conocen ni la lengua porque sus maridos les han controlado y sometido. Por eso, separarse de ellos implica "empezar desde cero". En cambio, para las jóvenes con formación, "los estudios pueden ser su salvación para conseguir un trabajo cualificado, que es una herramienta importante para ser autónoma", considera la integradora social.

García explica que un matrimonio es considerado forzado cuando se ha producido sin el consentimiento de una de las partes –también puede ser un hombre, pero hasta ahora solo han denunciado mujeres–. La autoría del delito es para quien utiliza la violencia, la intimidación o el engaño para obligar a contraer el matrimonio. Según los Mossos, no se puede hablar de países practicantes de matrimonios forzosos porque se vinculan a comunidades concretas,