Los Mossos abaten a un hombre después de que matara al hermano e hiriera a cinco agentes en Calldetenes

Calldetenes (Osona)Los Mossos d'Esquadra han abatido esta mañana a un hombre de unos 50 años que se había atrincherado en su casa con un arma y mantenía retenidos a dos de sus hermanos y su madre en Calldetenes, en Osona. De hecho, los agentes han actuado después de horas de intentar negociar sin éxito con el agresor, y cuando ya había matado a uno de los hermanos y herido de bala al otro. Los vecinos de Calldetenes no sabían devenir este martes: el agresor es de una familia del pueblo de toda la vida y que todo el mundo conoce. Además de las dos víctimas mortales, el tiroteo ha dejado a cinco mossos heridos, tres graves.

Incluso el propio director general de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero, se ha trasladado este mediodía al lugar de los hechos. A la una y media de la tarde la puerta del garaje de la casa de dos plantas donde ha tenido lugar el tiroteo en la calle Folgueroles seguía medio abierta, y los agentes seguían recopilando pruebas. La estampa contrastaba con un lugar aparentemente idílico: la casa donde ha ocurrido el incidente está justo delante de un campo desde el que se ven los Pirineos en la línea del horizonte. Casi no circulan coches por la calle y se oía cantar un gallo a lo lejos. Unos metros más allá, eso sí, existe un pequeño cementerio.

"Hacia medianoche he oído palmo, palmo, palmo, y he pensado ¿aún estamos con los petardos de Sant Joan? Pero después he visto que aquello no eran petardos", explicaba un vecino de la calle paralela, la de Jacint Verdaguer, que prefiere mantener el anonimato. Él, como todo el mundo en Calldetenes, también conocía al agresor. "Son una familia de cinco hermanos: tres solteros que vivían con su madre, otro que vivía con su mujer y sus hijos en la casa de al lado, y otro que reside en Roda de Ter", detallaba. Lo que no le cabía en la cabeza es que uno hubiera terminado a tiros. "Era una familia normal".

La policía catalana ha recibido a primera hora de la madrugada el aviso de que un hombre se había atrincherado en casa con un arma de fuego y mantenía a varios miembros de su familia retenidos en el interior. Cuando han llegado los primeros agentes -una patrulla de seguridad ciudadana-, el agresor ha disparado contra ellos, según fuentes del cuerpo. Entonces se ha activado también el grupo especial de intervención de los Mossos (GEI) y se ha intentado negociar con el hombre, sin éxito. Según fuentes policiales, el agresor mantuvo una actitud "hostil" y "violenta" en todo momento y "no hacía caso de nada", lo que hizo temer por la vida de los familiares retenidos.

"Cuando ya empezaba a hacerse de día, se escuchó tatatán, tatatán, tatatán, y todo acabó", resumió el mismo vecino reproduciendo el sonido del tiroteo que el hombre mantuvo con los Mossos, en el que resultó muerto. Cuando los agentes entraron en el domicilio, encontraron el cadáver de uno de los hermanos, mientras que el otro estaba herido. La madre, de edad avanzada, en cambio, habría resultado ilesa.

Escopeta de caza

"A las seis de la mañana he querido salir de casa y los Mossos me lo han impedido. La calle estaba llena de coches de policía y de ambulancias", relataba otro vecino de la zona. Él tampoco entendía cómo el agresor había llegado a ese punto. "El padre de la familia, que falleció hace años, era cazador. Supongo que en casa debían de tener escopetas de caza", añadía para justificar que hubiera tenido acceso a un arma. Varios vecinos también reconocen que el hombre consumía drogas, pero aún así nunca se había metido en líos. Ángel, se llamaba, y trabajaba de albañilería.

"Justo ayer lo vi aquí por la tarde tomando un carajillo", dice otro vecino que está sentado en la barra del bar Sukipà y que, como todo el mundo en el pueblo, este martes estaba en choque. "Me dijo que a veces tenía trabajo, y que otras no, pero poco más. Es increíble cómo pueden cambiar las cosas en pocas horas".

El Ayuntamiento de Calldetenes ha decretado tres días de luto y ha suspendido todos los actos previstos en el municipio, como la actuación del festival Encadira't que debía realizarse este miércoles. "Calldetenes es un pueblo de 2.700 habitantes y los afectados son gente conocida, estamos muy desquiciados y sorprendidos", ha explicado el alcalde, Miquel Riera. La investigación de los hechos ha quedado en manos de la División de Investigación Criminal de los Mossos d'Esquadra.