Pierde un ojo el vigilante de seguridad del metro agredido este fin de semana

BarcelonaPasaban pocos minutos de las once de la noche de este sábado cuando, a través de las cámaras, los responsables de seguridad del metro de Barcelona detectaron que un grupo de jóvenes estaba creando altercados en un vagón de la línea 4. La respuesta va enviar dos vigilantes de seguridad, que esperaron a la estación de Poblenou a que llegara el convoy. Una vez se detuvo, sacaron por la fuerza a los jóvenes del vagón. Eran aproximadamente unos ocho jóvenes, y respondieron de forma violenta. Los agentes de seguridad, de una empresa privada, pidieron refuerzos y vinieron otros dos efectivos, según fuentes sindicales.

Durante este forcejeo, uno de los jóvenes dio un puñetazo a uno de los vigilantes de seguridad, que quiso defender a un compañero que también era atacado. Todo apunta a que el joven llevaba o un puño americano o varios anillos que provocaron que el impacto del puño fuera aún más crítico. El vigilante fue hospitalizado y los pronósticos no eran buenos. Por último, después de haberlo intervenido en el Hospital de Sant Pau, fuentes de su entorno confirman que ha terminado perdiendo el ojo.

Los vigilantes de seguridad pudieron retener a uno de los jóvenes, presuntamente el que habría pegado el puñetazo, hasta la llegada de los Mossos d'Esquadra, que le detuvieron. El joven tiene 19 años y tres antecedentes. Tras pasar dos noches en comisaría, este lunes por la mañana ha pasado a disposición judicial. Ahora, la policía catalana investiga los hechos y trata de identificar a los otros protagonistas de la pelea a través de la revisión de las cámaras de seguridad del metro.

El sindicato de seguridad y servicios de Catalunya, ADN Sindical, ha denunciado la agresión y ha anunciado que se personará como acusación popular en este caso. Fuentes sindicales lamentan que la primera orden de enviar sólo dos agentes para echar a un grupo más numeroso fue temeraria y deberían haber destinado más vigilantes. En este sentido, también recuerdan que los vigilantes privados de TMB llevan una porra, pero todavía no pueden utilizar un gel que sirve para defenderse que distorsiona la visión de la otra persona. Por el contrario, afirman que los vigilantes de Ferrocarriles de la Generalitat de Catalunya sí pueden llevarlos.

Precisamente, el mismo fin de semana los Mossos detuvieron a un hombre por un delito de tráfico de drogas en el marco de un dispositivo dinámico en el metro de Barcelona. Fuentes policiales detallaron que el arrestado, de 23 años, llevaba encima un paquete con cocaína rosa y otros utensilios. El hombre tiene tres detenciones previas, ninguna de ellas relacionadas con delitos contra la salud pública. La intervención policial está relacionada con la movilidad en entornos nocturnos. En concreto tuvo lugar entre las ocho de la tarde del sábado y las seis de la mañana del domingo en las estaciones de plaza Catalunya, Urquinaona y Verdaguer. Fruto de esta actuación, la policía también identificó a 105 personas que acumulan 313 antecedentes.