La 'superàvia catalana' ya es la persona más vieja del mundo

GironaLa catalana Maria Branyas Morera, que hace más de veinte años que vive en una residencia de Olot, se ha convertido en las últimas horas en la persona más vieja del mundo. Ya ostentaba el reconocimiento de ser la abuela más longeva de España y, ahora, hereda el título mundial después de que el Grupo de Investigación Gerontológica, que depende del grupo Guinness World Records, verificara la muerte de Lucile Randon, la monja francesa de 118 años que, hasta ayer, encabezaba el ranking.

Branyas, con más de un siglo de vida a sus hombros, ha vivido experiencias de todos los colores. Ha sobrevivido a la muerte de un hijo de 80 años, tiene nietos que superan los 50 años y bisnietos que sobrepasan la veintena. Hija de madre catalana y padre pamplonica, nació el 3 de marzo de 1907 en San Francisco, en Estados Unidos, meses después del terrible terremoto que destruyó la ciudad. Más tarde, la familia se trasladó a Nueva Orleans por cuestiones de trabajo y en 1915, en plena Primera Guerra Mundial, decidieron volver a Catalunya debido al delicado estado de salud del padre, que murió de tuberculosis durante el viaje en barco. Tras llegar a Catalunya, madre e hija se instalaron en Barcelona, más adelante se mudaron a Banyoles y, en la Costa Brava, conoció al médico de Llagostera Joan Moret, con quien Branyas se casó con 23 años. Juntos vivieron en Girona y, después del estallido de la Guerra Civil Española, Moret, como era médico, se implicó curando a los heridos del bando republicano y Branyas lo ayudó haciendo de enfermera en segunda línea; hasta que, por separado, decidieron huir con sus dos hijos hacia la frontera. Pero después de ver el drama de los campos de refugiados fronterizos, volvieron y se establecieron en Olot, para sobrevivir a la posguerra manteniéndose en un segundo plano.

Superó el covid

A los 92 años, Branyas, viuda de su marido, entró en la residencia Santa Maria de Tura de Olot, donde hasta hoy todavía vive. Durante toda su larga estancia, ha destacado siempre como una de las residentes más activas: toca el piano, hace gimnasia y disfruta mucho leyendo; ahora, debido a la avanzada edad, ha bajado el ritmo de actividad, pero todavía sigue en forma y perfectamente lúcida. De hecho, en 2020, con 113 años, superó el covid de manera asintomática y sin ningún dolor, y se convirtió así en la persona más mayor del mundo en enfrentarse a la enfermedad. Y desde 2019, para entretenerse y adaptarse a las nuevas tecnologías, se creó la cuenta de Twitter Super Àvia Catalana –@MariaBranyas112–, que gestiona ella misma. Comparte mensajes emotivos e inspiradores sobre el hecho de hacerse mayores y hoy ya ha retuiteado las primeras noticias que se hacen eco de su posición en la clasificación de longevidad mundial.