La última noche de la Mercè se cierra sin macrobotellón

BarcelonaSea porque al día siguiente había que volver al trabajo, porque el metro acababa a la medianoche o porque se acumulaba demasiada resaca, la última noche de la Mercè ha sido la más tranquila de todas. El Piromusical realmente ha puesto el punto final a unas fiestas que se recordarán por los macrobotellones, dos de los cuales muy accidentados: el de la noche del viernes en la Plaça Espanya y el de la noche del sábado en la playa del Bogatell. Pero ninguno de los dos escenarios ha repetido en esta última noche de las fiestas de Barcelona las escenas de las jornadas anteriores.

A pesar de que el Piromusical ha reunido a centenares de personas de todas las edades en la Avinguda Maria Cristina para ver el espectáculo de fuegos artificiales –la música no se ha oído–, cuando hacía media hora que había acabado, la policía ha desalojado la zona sin incidentes. Los agentes de la Guardia Urbana y los Mossos d'Esquadra han echado de la calzada y de la acera a los grupos de jóvenes que quedaban –poco numerosos– con facilidad, con la excusa de que se tenía que limpiar el paseo. No ha habido enfrentamientos con la policía y la gente se ha marchado hacia casa.

Tanto la Guardia Urbana como los Mossos habían acordonado la Plaça España con varias furgonetas de las unidades antidisturbios para evitar que hubiera un nuevo macrobotellón como los que se habían vivido.

En cuanto a la playa del Bogatell, este domingo a la medianoche casi estaba vacía. En la arena se veía algún grupo que al cabo de poco ya se iba a casa y se contaban pocas personas que anduvieran por el paseo. Los vehículos de la Guardia Urbana y los Mossos han circulado por la zona de la playa pero no han llegado a intervenir porque, a diferencia de las tres noches anteriores, la última de la Mercè se ha cerrado sin ninguna aglomeración ni heridos ni robos, destrozos o saqueos. Los agentes tampoco han patrullado a pie, a pesar de que había varias furgonetas de los antidisturbios de los Mossos preparadas.