Violencia sexual

La violación de Igualada, un "acto de maldad brutal" que ya espera sentencia

La Fiscalía y las acusaciones califican de "incoherente" la declaración del acusado negando los hechos

Barcelona"Estamos ante un caso no sólo de violación, sino de subyugación machista y de dominación con la intención de humillar a la víctima. Estamos ante un acto de maldad perverso". Un acto, la violación de una menor de 16 años en 2021 en un polígono de Igualada, que la fiscal cree que cometió Brian Raimundo Céspedes, y así lo ha concluido en la última sesión del juicio en la Audiencia de Barcelona. El ministerio público ha mantenido la demanda de 45 años de cárcel para Brian Raimundo, un hombre "perverso, cobarde y traidor" que, a juicio de la fiscal y las seis acusaciones del juicio, no sólo violó a la menor, sino que también la intentó asesinar. Fue un "milagro", en palabras de la propia fiscal, que la menor sobreviviera. La violación de Igualada, una agresión que todo el mundo –tanto mossos como médicos– que ha pasado por la Audiencia de Barcelona ha calificado de inaudita por su brutalidad y violencia, ya está vista para sentencia.

Brian Raimundo, con antecedentes por haber agredido sexualmente con anterioridad a su hermana y dos exparejas, negó el jueves ser el autor de los hechos. Una declaración que la fiscal ha tildado de "incoherente" en su informe final. Aún fue más allá el abogado de la víctima, Jorge Albertini, quien afirmó que fue "absurda". El acusado dijo que esa noche bebió y fumó mucha marihuana (como solía hacer todos los días durante aquella época) y que se quedó dormido en un banco. Su abogado, Gerard Negrell, ha resumido que Brian Raimundo estaba "en esa zona" pero no en el punto exacto de la violación. Tras revisar 155 cámaras de seguridad, los Mossos identificaron como una persona que iba vestida al igual que el acusado (y con la misma complexión) siguió a la víctima y la persiguió corriendo. Brian Raimundo asegura que no era él. Asimismo, encontraron en su móvil capturas de Google Maps que él hizo sin querer que le ubicaban muy cerca de la menor.

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La fiscal hizo hincapié en estas pruebas, como el hecho de que encontraron en casa de Brian Raimundo una chaqueta como la que llevaba esa noche con restos de sangre de la víctima. Él salió del paso diciendo que se le había encontrado y se le había quedado. Es decir, que no era suya. Tanto la Fiscalía como la acusación particular se han hecho la misma pregunta. Brian Raimundo, horas antes de la violación, participó en un acto vandálico en grupo (rompieron un retrovisor de un coche) y el vídeo de estos hechos fue clave para identificarlo. Entonces, ya llevaba una chaqueta muy parecida. "Si la encontró después de la agresión sexual, ¿por qué aparece en este vídeo de las dos de la madrugada?", se preguntó el abogado Albertini. El letrado de Brian Raimundo ha respondido que la chaqueta que llevaba durante el acto vandálico era otra muy parecida.

Más contradicciones

Aquella trágica madrugada era la de la castañada del 2021, y el violador dejó a la víctima malherida y prácticamente inconsciente en un callejón del polígono Les Comes de Igualada. "Por casualidades de la vida y en un día festivo, dos camioneros decidieron trabajar ese día a las siete de la mañana. No se sabe si un minuto o según habrían provocado una hipotermia irreparable a la víctima", ha dicho Miquel Sàmper, que representa el Ayuntamiento de Igualada como acusación popular, en su informe final. Otra acusación, esta vez de Fecasarm, la patronal del ocio nocturno (esa noche la víctima volvía de una discoteca), calificó de "peligro público" Brian Raimundo: "No quería agredirla, quería matarla" , ha concluido. El abogado del acusado ha negado punto por punto todos estos argumentos, y su conclusión es que no hay ninguna prueba definitiva contra su cliente, sólo "indicios". Unos indicios que no son suficientes, a su padre, para condenar a una persona por ese acto "monstruoso".

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Sin embargo, la Fiscalía ha llegado a la misma conclusión que los mossos d'esquadra que declararon este martes en la Audiencia de Barcelona: el violador de Igualada "solo puede ser él". El ministerio público, además de los 45 años de cárcel, solicitó una indemnización de 260.000 euros para la víctima por todas las secuelas físicas y emocionales que sufre y sufrió. La menor estuvo tres días en coma y tuvo que pasar seis veces por el quirófano, sin contar con las secuelas psicológicas, como el pánico a salir a la calle o las noches de insomnio. Aún ahora, según su abogado, sufre "momentos de pánico constante y tiene pensamientos autodestructivos".

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Su situación contrasta con la de Brian Raimundo, a quien detuvieron cuatro meses después de la agresión y hasta entonces "hizo vida normal". Lo ha dicho su abogado por descartar que él sea el agresor. El acusado niega los hechos, pero diciendo que iba bebido y drogado introduce un posible atenuante en la sentencia. De nuevo, se ha encontrado con la oposición frontal de las acusaciones, que han reiterado que en las cámaras se le ve andar bien. Sin embargo, Brian Raimundo no ha querido hacer uso de la última palabra que tiene cualquier acusado. Se ha mantenido en silencio, inamovible, como ha hecho durante un juicio que ya espera sentencia.