Violencia sexual

El hombre que socorrió a la menor de Igualada: "Temblaba y sólo decía que no"

El acusado se enfrenta a una pena de 45 años de cárcel por haber agredido sexualmente y haber intentado asesinar a la joven de 16 años

El acusado de violar a una menor en Igualada en el 2021 e intentar matarla, justo antes de empezar el juicio en la Audiencia de Barcelona.
17/06/2024
4 min

BarcelonaLa brutal violación de una adolescente de 16 años en Igualada llega, dos años y siete meses después, a juicio. En el banquillo de los acusados ​​de la Audiencia de Barcelona se ha sentado por primera vez este lunes Brian Raimundo Céspedes, el presunto responsable no sólo de haber violado a la joven sino también de haber estado a punto de poner fin a su vida. La Fiscalía pide para él hasta 45 años de cárcel por dos delitos: el de agresión sexual y el de tentativa de asesinato. La violación se cometió la noche de la castañada del 2021, cuando la chica iba sola ya pie hacia la estación de tren para regresar a casa, en Vilanova i la Geltrú, después de salir de una discoteca de Igualada situada en un polígono. Tal y como concluyó el juez al cerrar la investigación, el hombre la siguió y la atacó "por sorpresa" en una zona solitaria y poco iluminada. El ataque duró unos veinte minutos, pero el nivel de "fuerza y ​​violencia" que utilizó el agresor fue tal que le hubiera podido "matar" si no le hubieran atendido "de forma rápida y urgente" .

A las 7.25 h del 1 de noviembre de 2021 un camionero localizó a la menor malherida e inconsciente en el callejón (al ser festivo no había actividad industrial) y avisó a los servicios de emergencias. El trabajador ha declarado este lunes y ha explicado que antes de dejar en el camión vio a la chica en el suelo. "Estaba en posición fetal, temblando", recordó. El camionero ha precisado que estaba "medio desnuda", con la camisa "arranque", y que tenía "mucha sangre" en distintas partes del cuerpo. Describió que la tapó con su chaqueta, llamó a emergencias y también pidió ayuda a otro camionero que estaba aparcando el vehículo no muy lejos. "Tenía sangre en la nariz, en la cara, en las orejas, en la boca...", recordó este otro camionero, que también la tapó con ropa que tenía en el camión. El primer testigo recuerda que la chica sólo repetía que "no" cuando él le decía que venía la ambulancia.

La primera sesión del juicio ha comenzado pasadas las 10 horas y se ha acordado, a petición de su defensa, que el acusado sea el último en declarar. Previsiblemente, lo hará a finales de semana, porque el juicio se alarga hasta el viernes. De este modo, lo primero que escuchó la sala fue la versión de la víctima, aunque, en una decisión pionera, ella no tuvo que declarar. Durante la instrucción, el juez de Igualada optó por realizar una prueba preconstituida, una fórmula que intenta evitar en la medida de lo posible la revictimización. Así, en mayo del 2022 la joven declaró por videoconferencia durante unos 15 minutos desde otros juzgados, por lo que el magistrado del caso fue trasladando por teléfono al equipo de psicólogos que le atienden –y que estaban en el junto a la menor– las preguntas que planteaban las partes. Ella respondía a los técnicos. Ahora esta declaración es la que ha escuchado al principio de la sesión el tribunal (el acusado se ha situado detrás de una mampara para no poder ver el vídeo de la chica) y la joven no tendrá que volver a pasar por ese trance .

Durante su declaración en el 2022, la víctima dejó constancia de las secuelas que arrastraba: a las lesiones físicas que le han obligado a pasar por quirófano seis veces se añaden "las noches de insomnio, el terror y el pánico de salir a la calle, ese día a día de no poder estar tranquila y el tratamiento físico y psicológico al que debe someterse", según explicó en ese momento su abogado, Jorge Albertini.

La Audiencia de Barcelona juzga al acusado de haber violado e intentar asesinado a una menor en el 2021 en Igualada.

Esa noche la menor salió de fiesta en Igualada con una amiga que también ha declarado este lunes. Ella ha explicado que hacia finales de la noche, sobre las cinco de la madrugada, la perdió de vista y no la volvió a ver más. Describió que se enfadaron porque habían dicho que pasar la noche juntas, pero la víctima se marchó con un chico. Las dos jóvenes debían marcharse juntas hacia la estación para volver a casa y la amiga la esperó en el guardarropa, pero la víctima no apareció. Eran aproximadamente las seis de la mañana y pudo hablar con ella por teléfono: le explicó que ya iba hacia la estación, y la amiga hizo lo mismo. Pero en el andén volvió a llamarle y ya no respondió. Fue durante ese trayecto a pie de la discoteca en la estación que el presunto autor de la violación la atacó.

Del hombre, de 20 años y con antecedentes por violencia sexual, no se supo nada más hasta abril del 2022, cuando los Mossos d'Esquadra le detuvieron en su casa tras una larga investigación de la Unidad Central de Agresiones Sexuales (UCAS). De hecho, los investigadores revisaron hasta 155 cámaras del entorno del polígono, y cinco captaban cómo el agresor seguía a la víctima poco a poco hasta que la tenía a la vuelta de la esquina. Él siempre ha negado los hechos, pero estas no son las únicas pruebas que le incriminan: los Mossos encontraron ADN de la víctima en la ropa que el hombre llevaba la noche de la agresión y le identificaron en el exterior de la discoteca donde la chica había salido de fiesta, lo que se suma a que su móvil le sitúa en esa zona la noche de los hechos.

Antes de marcharse hacia la estación, la víctima estuvo con otro chico que ya conocía de antes. Fue ese chico, precisamente, el motivo por el que se enojó con la amiga. El joven ha declarado como testigo en sede judicial y ha explicado que sobre las seis él se marchó con el padre de un amigo y dejó a la chica en la calle, a pocos metros de la discoteca. Entonces, fue cuando empezó el trayecto hacia la estación en la que la atacaron brutalmente.

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