Solidaridad

Wani Bik, un proyecto inequívocamente joven

Girona acoge desde hace dos veranos a niños refugiados del Sáhara Occidental con diversidad funcional

GeronaMiles de niños y niñas sobreviven como pueden en los campos de refugiados del Sáhara Occidental, en condiciones precarias, sin un techo digno y bajo la presión de altísimas temperaturas. Vivir en esta situación es realmente difícil y cruel para todos los niños, pero más aún para los niños con algún tipo de diversidad funcional, que requieren una atención especial y un seguimiento médico que, en medio del desierto, desgraciadamente no pueden tener.

Para intentar ayudar y atender las carencias de estos menores más vulnerables, hace dos años que un grupo de jóvenes gerundenses, algunos de ellos de origen saharaui, crearon el proyecto solidario Wani Bik, que, cada verano, proporciona una estancia de dos meses en Girona a un grupo reducido de niños provenientes de los campos. La iniciativa se inscribe dentro del paraguas de la Asociación Catalana de Amigos del Pueblo Saharaui de Girona (Acaps-Girona) y la coordina un grupo de siete jóvenes de entre 26 y 34 años. Entonces, además del grupo motor, en verano con los niños también hay una cincuentena de monitores voluntarios, también jóvenes, que se suman con muchas ganas de acoger, tomar responsabilidad y dar respuesta a las necesidades de los niños, superando todas las barreras culturales e idiomáticas.

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El espíritu de Wani Bik es, por tanto, inequívocamente joven, motivado por el empuje de coordinadores y voluntarios que han encontrado en este proyecto un reto personal y profesional muy enriquecedor: "Es difícil dar una explicación a por qué somos jóvenes; seguramente va relacionado con el tiempo, la disponibilidad y el compromiso que requiere el voluntariado del verano, con al menos toda una semana entera dedicada al proyecto", apunta Ferran Vila, uno de los siete coordinadores del proyecto. De hecho, ninguno de los miembros considera que ser jóvenes debería eximirles de las responsabilidades que asumen con el voluntariado, sino todo lo contrario.

Asimismo, Wani Bik –que no tiene una tradición literal, pero sería amor o cariño, en lengua hasanía– nació después de que algunos de los jóvenes del grupo gerundense participaran y descubrieran el proyecto Río de Oro, en la ciudad de Durango (País Vasco), pionero en la Península, que también organiza estancias de niños saharauis con diversidad funcional.

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La sección más joven de Acaps-Girona

Los siete coordinadores forman parte de Acaps-Girona y se muestran agradecidos de que podemos participar en las actividades de esta ONG, en las que también colaboran voluntarios de generaciones más avanzadas. nacieron como una escisión ni para suplir una responsabilidad que la ONG madre hubiera desatendido, sino que destacan la buena convivencia entre todas las generaciones que conviven en Acabes y agradecen su apoyo: "Los miembros de la asociación más experimentados, que llevan muchos años vinculados al mundo de la cooperación y son más conocedores de necesidades concretas del pueblo saharaui nos dan todo el apoyo y confianza para ir desarrollando el proyecto cuando hay que resolver aspectos que no tenemos suficiente perspectiva para desentrañarse", añade Vila.

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Desde su experiencia, pues, los voluntarios de Wani Bik no ven en la juventud una generación poco comprometida e insolidaria, sino todo lo contrario: "Los jóvenes se implican, pero quizás todavía no hemos encontrado la manera de involucrarlos teniendo en cuenta cuáles son sus necesidades específicas y nuevas formas de participación que surgen , especialmente en un contexto de incertidumbre, precariedad laboral y otros compromisos", sostiene Vila. Y concluye: "La juventud siempre está ahí, quizás lo que hace falta es buscar fórmulas que les interpelen de forma más directa y efectiva para captar su atención e interés. Tomar conciencia del conflicto y estancias en los campos

Con las estancias de dos meses en la capital gerundense, el objetivo primordial de Wani Bik es ofrecer a los niños saharauis más vulnerables atención médica de calidad mientras están en la ciudad. "Estos niños viven una situación peculiarmente grave, así que es imprescindible llevar a cabo acciones que favorezcan su comunicación e integración para prevenir y erradicar la falta de atención que padecen", explica Ferran Vila.

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Igualmente, aparte de la vertiente solidaria y altruista, Wani Bik también tiene un reto importantísimo de sensibilización política, ya que, a través de la convivencia y el intercambio recíproco entre monitores y niños, los voluntarios aprenden y toman conciencia de la situación en el Sáhara Occidental: "Implicamos y motivamos a las personas voluntarias a tener unos conocimientos fundamentales del conflicto del pueblo saharaui, que desgraciadamente el próximo año contará cincuenta años de exilio y no puede seguir cayendo en el olvido", defiende Vila.

Además, los coordinadores también organizan visitas para sumergirse en la cultura saharaui, hacer seguimiento de los casos atendidos y conocer a nuevos niños para focalizar necesidades futuras: "Justamente esta semana un equipo de Wani Bik está en los campamentos. Este año hay hemos traído gafas nuevas, hemos revisado los audífonos que los pusimos en verano y les hemos traído diferentes productos de primera necesidad", concluye el coordinador.