Los autónomos, al límite
El gobierno estatal asegura que la subida de las cuotas de los autónomos será "moderada" y "asumible". Pero cuando un autónomo oye estas palabras ya sabe lo que quieren decir: que, una vez más, tendrá que pagar un poco más mientras todo el mundo mira hacia otro lado.
Tras el rechazo masivo a la primera propuesta, el PSOE promete ahora incrementos pequeños y tramos bajos congelados "para garantizar la sostenibilidad del sistema". Pero la realidad es tozuda: cada euro cuenta por quien se levanta cada mañana sin saber si llegará a fin de mes.
Somos el motor de este país: generamos empleo, mantenemos negocios, damos vida a los pueblos y ciudades. Sin embargo, seguimos siendo tratados como si fuéramos el problema. Sin vacaciones pagadas, sin baja asegurada, sin seguridad real. Sólo obligaciones.
Cuando el Estado necesita ingresos, piensa en nosotros. Cuando pedimos soporte, nos encontramos solos. Nos dicen que esta vez "no será tanto". Pero cada año acaba siendo algo más, y la cuerda se va estrechando hasta que muchos deciden bajar la persiana.
Esto ya no es sólo una cuestión económica, sino de respeto. No se puede hablar de progreso mientras se castiga a quienes sostienen el país. Lo que hace falta no es una "subida suave", sino una política valiente que proteja a quienes arriesgan.