¿Cómo vive el amor una periodista de la prensa rosa?

La periodista del corazón Núria Marín está acostumbrada a las grandes pasiones y desengaños amorosos de los famosos del país, a los dramas, a las rupturas, a las reconciliaciones. Sin embargo, la montaña rusa del día a día de la prensa rosa no tiene nada que ver con su vida cotidiana. Desde hace 25 años que tiene la misma pareja, Juanlu, a quien conoció en la universidad. Marín empezó a fijarse en él por las exposiciones que el chico hacía en clase. "Era muy inteligente y hablaba muy bien", recuerda la periodista, que se puso contenta cuando por fin los pusieron juntos para realizar un cortometraje. "A mí cada vez me gustaba más y él no me hacía ningún caso. Con la excusa del trabajo le invitaba a casa para avanzar trabajo. Echaba a mis compañeros de piso para quedarme solo con él, pero nunca pasaba nada –explica Marín–. Yo ya no podía ser más evidente. ¿No estaba pillando las señales?"

Una Navidad que Marín volvió a casa, en Vielha, él le contó vía mensaje que había quedado con una chica. "Me lo empezó a contar como si fuéramos amigos y le detuve al momento. Fui súper clara, yo no quería que fuéramos sólo amigos", explica la periodista. A partir de ese momento, la relación empezó a cambiar. "Quedamos un fin de semana para ver juntos El exorcista, que es una peli que yo nunca he conseguido ver porque me da muchísimo miedo. Él me dijo que la veríamos juntos y que me gustaría mucho, que era muy buena. En aquella época ambos nos creíamos David Lynch", sigue explicando. El caso es que cuando pusieron la película, el aparato de DVD no funcionaba y, "¡por fin!", se enrollaron. "A partir de entonces todo fue muy rápido. A los 23 años estábamos viviendo juntos. Hemos crecido juntos como personas y como profesionales, nos apoyamos en todo y no puedo imaginarme un compañero de vida mejor que él. Sencillamente, no existe", asegura.

Sobre por qué se hizo rogar tanto, la periodista dice que Juanlu se creía que ella no quería "una relación seria". "Toda la vida he dado una imagen de algo que no soy, quizá sea culpa mía. Soy demasiado normal y todo –dice–. Somos muy caseros y casi nunca gastamos, nos da pereza hacer escapadas y estas cosas. Nos pasamos el día hablando, eso sí. En la pandemia, se nos hacían las dos de la madrugada charlando en el sofá: Juanlu siempre será el chico más inteligente que conozco", concluye.