El Análisis de Antoni Bassas: 'Juntos, al ataque con Sánchez y con la próxima subida de Aliança Catalana a las encuestas'

Como les comentábamos ayer, Juntos ha anunciado el bloqueo de todas las leyes que están en tramitación en el Congreso. Visto que tras el solemne anuncio de Puigdemont en Perpiñán de que no negociarán más con el PSOE la reacción general fue decir "¿Y?", Juntos ha querido dar un paso más: el PSOE no podrá aprobar ninguna ley. A ver si Sánchez es capaz de aguantar gobernando hasta el 2027, como va diciendo.

Ya veremos. De momento, el gobierno español ha contestado con lo de "sigue la mano tendida a todos los grupos parlamentarios", que es una respuesta tan automática como la de los correos electrónicos que te contestan diciendo: "Estoy fuera de la oficina, volveré tal día".

Juntos siente la presión de obtener resultados, que es la única razón por la que podía votar a favor de la investidura de Sánchez después de haber repetido que nunca le investigarían porque no era de fiar. Y no está obteniendo. Ni cobra por adelantado ni en diferido. Puigdemont sigue en el exilio. Y en contra de quienes dicen que ya sabía que algunos de los acuerdos no dependían del PSOE, Junts contesta que los socialistas no se han esforzado lo suficiente y que han dejado pasar el tiempo con dilaciones interesadas.

La presión que siendo Junts es distinta a la de Esquerra Republicana por dos razones: porque Esquerra está claramente involucrada en un frente de izquierdas con el PSOE, con Gabriel Rufián oficiando de conciencia crítica de las izquierdas españolas y proponiendo la creación de una alianza electoral plurinacional, y porque no tiene con sede líder con Osa, porque el tiene con prisa porque inhabilidad. La conexión Isla-Sánchez es evidente, y se trata de no hacer nada que la pueda hacer tambalear. Y Esquerra no siente la presión de Aliança Catalana que sí nota Junts, y mucho.

El mensaje que está enviando Junts es el de Raimon: "Nosotros no somos de ese mundo", o sea, del mundo de la mayoría de izquierdas. Y así, cuando haya elecciones en España, que quede claro que ya nada tienen que ver.

Por eso hacen correr por las redes una tipo de videojuego en la que Miriam Nogueras se enfrenta a tortazos a Pedro Sánchez.

Nogueras pregunta a Sánchez cosas como "¿Cuántos pisos siguen ocupados en Catalunya mientras bloquean aquí la ley de Junts contra les ocupacions? ¿Cuántos delincuentes continúan en la calle mientras siguen bloqueando aquí la ley de Junts contra la multireincidencia?" Y entonces le lanza un ataque al estilo Son Goku que acaba con Sánchez noqueado y la victoria de Nogueras.

Que Junts haya elegido un combate entre Nogueras y Sánchez no es casualidad: el partido de Puigdemont quiere transmitir dureza y quiere transmitirla a través de una líder, de una mujer que no se deja pisar y juega al ataque con agresividad. Juntos no ha roto sólo con Sánchez sino que está diciendo que, a formas contundentes, Aliança Catalana no les va a ganar. Juntos necesita responder a una tendencia que se observa en la calle y que en breve revelarán las próximas encuestas de intención de voto, que es que Aliança Catalana se le está llevando votantes.

Buenos días.