ANÁLISIS

Junts abraza el antisanchismo

El presidente español, Pedro Sánchez, reunido con el secretario general de Junts, Jordi Turull, y la portavoz del partido en el Congreso, Míriam Nogueras, a raíz del caso Cerdán
06/11/2025
Subdirector y delegado en Madrid
2 min

BarcelonaPara Junts, el acuerdo de investidura con el PSOE se basaba en una premisa básica: debía ser muy distinto al que había hecho ERC en las legislaturas anteriores. Por eso se esforzaron desde el primer día en dejar claro que ellos no formaban parte de ningún bloque de la investidura, y se intentaron situar en un punto intermedio entre las fuerzas que apoyan al gobierno español (básicamente partidos progresistas pero también el PNV) y la oposición formada por PP y Vox. En un contexto de polarización entre sanchismo y antisanchismo, un paradigma que también afecta al ecosistema político catalán, mayoritariamente sanchista, Junts caminaba por un camino muy estrecho que le obligaba a hacer un cierto contorsionismo parlamentario: ahora pacto esto con el gobierno, ahora le vuelvo lo otro con el PP y Vox, por ejemplo, el impuesto.

Este difícil equilibrio se ha roto por una mezcla de factores y ha derribado definitivamente.. El videojuego en el que Miriam Nogueras fulmina a Pedro Sánchez hoy está haciendo salivar las derechas españolas y sitúa a Junts en la esquina de quienes quieren derribar al presidente español.

El problema para Junts es que no tiene un candidato español "investible" que no sea Sánchez. Según el último CEO, un 59% de los votantes de Junts aprueban a Sánchez y sólo un 12%, Feijóo, o un 9%, Abascal. En Catalunya incluso los poderes económicos prefieren al líder socialista en la Moncloa antes que un tándem Feijóo-Abascal que puede volver a incendiar a Catalunya. Y no se puede olvidar que en este escenario Junts perdería la gran palanca de poder obtenida en las elecciones de julio del 2023, que es la de vetar o aprobar leyes en el Congreso español.

Sin embargo, habrá que ver hasta dónde lleva realmente Junts su pulso contra Sánchez. El presidente español tiene la capacidad de poner Junts entre la espada y la pared con votaciones endemoniadas en el Congreso (ayudas, pensiones, etc.) y someterlos a un fuerte desgaste antes de convocar elecciones. No cabe duda, también, de que hay una parte de Junts que hoy se siente liberada para defender posiciones más derechistas sin la llufa de apoyar un icono progresista como lo es Sánchez. Pero claro, esto implica situarse en una trinchera determinada en un momento de polarización global entre dos bandos (Trump vs. Mamdani), que es lo que siempre quiso evitar Jordi Pujol.

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