El análisis de Antoni Bassas: 'Illa pedirá que España no tenga miedo a Catalunya. Cómo debemos vernos'

Este fin de semana ha estallado otra guerra y ésta también nos afectará. Me refiero a la guerra comercial declarada por Donald Trump con aranceles sobre las exportaciones de Canadá y México. Canadá ya se ha vuelto y el primer ministro Trudeau ha anunciado aranceles también del 25% sobre los productos estadounidenses.

A ver quién aguanta más y quién puede resistir más tiempo un encarecimiento de las importaciones del vecino que destruirá puestos de trabajo y cerrará negocios.

México suministra cerca de la mitad de las frutas y verduras frescas de Estados Unidos. Que los estadounidenses tengan que comprar la fruta o la verdura más cara a Trump no le importa.

Y atención, porque esta madrugada, el presidente Trump también nos ha declarado la guerra comercial a nosotros. Ha dicho que la UE ha hecho una "atrocidad" con su política comercial con Estados Unidos, que "la UE se está aprovechando de nosotros" y que nos pondrá aranceles. Estados Unidos es el primer cliente de la UE, un 20% de las exportaciones van allí, mientras que lo que compramos a los americanos es un 14% todavía no. Pero que esto sea una atrocidad es una exageración propagandística autojustificativa de una medida destinada a demostrar que Trump pisa fuerte ya todos.

Cataluña tiene más de 1.100 empresas que exportan a Estados Unidos, un número que ha ido creciendo en los últimos años; empresas que podrían verse afectadas por la pérdida de competitividad, ya que las pequeñas y medianas empresas exportadoras podrían ser las más vulnerables a la subida de costes y tendrían dificultades para mantener su volumen de exportación debido a la disminución de la demanda.

Mientras, y hablando de economía, recordarán que el viernes el presidente Illa presentó su programa de inversiones por valor de 18.500 millones hasta el 2030. Hoy el diario económico Expansión entrevista al presidente, le dedica la portada y tres páginas, y el titular que han destacado es éste:

"Recorreré España para pedir que no se tenga miedo de Cataluña"

Dice que el 20 de marzo irá a explicarlo a Madrid, y que él no está por "lo volveremos a hacer", sino por "centrar las energías en nuestro autogobierno, aprovechar las oportunidades y rehuir los riesgos en un contexto de cambios tecnológicos, medioambientales, económicos y políticos muy relevantes".

El mensaje de Isla es conocido, en el fondo: autonomía, estabilidad, ninguna aventura, alineamiento con el PSOE, y en la forma: educado con los adversarios, firme pero prudente. Es interesante lo que Illa entiende que los españoles piensan de nosotros: que nos temen por nuestra capacidad desestabilizadora,y él quiere presentarse a dar garantías de que lo que es bueno para Catalunya es bueno para España.

A estas alturas de la historia, sin embargo, si hay españoles que dicen que tienen miedo de Catalunya es porque desde hace siglos, pero sobre todo desde Aznar hace 30 años, Catalunya es un excelente asno de los golpes, el enemigo interior, el ladrón de 3 manos de Quevedo. Esta idea va muy bien para ganar votos, ganar audiencias y hacer carrera profesional, y oculta la enorme contribución que Cataluña hace y ha hecho en todos los parámetros, se mire por donde se mire, desde lo económico hasta lo social o lo democrático. Si hay españoles que temen a Catalunya no es que estén mal informados, es que están envenenados por la propaganda de siempre. Y si tanto miedo hacemos, negociamos. Porque su programa es conocido: los catalanes, que paguen y callen.

Buenos días.