El análisis de Antoni Bassas: 'Junqueras vira el discurso de Esquerra hacia los temas de la derecha'
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Antes de hablar de Esquerra, abordamos el estruendo que llega desde Madrid. Al final, las protestas propalestinas obligaron a suspender la última etapa de la Vuelta, a falta de 56 kilómetros para el final de la carrera.
Ayuso y Almeida han puesto el grito en el cielo. De hecho, Ayuso fue a retratarse con el equipo de Israel e hizo responsable a Sánchez, que por la mañana, en un mitin en Andalucía, había dicho esto:
"También siento orgullo de ver un país tan plural como el nuestro, tan diverso en el aspecto territorial, pero que nos ponemos todos de acuerdo en una causa justa como son los derechos humanos. Por tanto, viva los derechos humanos y viva el pueblo español. ¡Digámoslo con orgullo!"
Tratamos de entender cuántas capas tiene este discurso.
La primera son los símbolos. La izquierda lleva años abrazando Palestina y la derecha, Israel.
La segunda es el cálculo electoral. Pedro Sánchez necesita comerse todo el espacio que le ha crecido a la izquierda y con el que, por cierto, ha tenido que realizar una coalición de gobierno. Sánchez ha medio arrebatado la bandera palestina en Podemos, en Sumar y en Comuns. Le ocurre algo parecido al PP, que necesita hablar como Vox para que Vox no impida la mayoría absoluta de Feijóo. La protesta de la Vuelta es cómoda para Sánchez, porque es popular y no afecta a la vida diaria. Si tan preocupado está por los derechos humanos, ¿por qué no propone una huelga general?
Tercero, política y deporte. Supongo que en estos momentos no hace falta que les argumente demasiado que todo es política. ¿O no son política las selecciones nacionales? Y que existe mucha hipocresía con este tema. Cuando Rusia invadió Ucrania, todo eran banderas de Ucrania en las pantallas de la liga española de fútbol, y los equipos rusos fueron apartados de las competiciones.
Cuarto, la realidad que ve la gente. Sánchez puede llamar "en la revuelta", pero la gente no reaccionaría tanto si no viéramos todos los días desde hace cerca de dos años dos cosas: que Israel está aniquilando la vida en Gaza y que en la Unión Europa y en el mundo occidental no han reaccionado tan rápidamente a la invasión rusa de Ucrania. En estas condiciones, cuando las muertes televisadas claman la conciencia, ¿dónde se creen que hará que hará.
Y eso que decíamos de Esquerra. Antes, leemos hoy que ha muerto uno de los heridos críticos (eran 3) en un tiroteo que hubo el sábado a las doce y media de la madrugada en un parque de Mollet. No es la primera vez que son noticia las muertes por arma de fuego en las calles de Catalunya. Una nueva y más peligrosa forma de delincuencia se ha infiltrado en nuestras calles. Y los dos grandes partidos independentistas han tomado nota, porque ven fuga de votos hacia la Aliança Catalana. También Esquerra, y digo "también" porque por razones ideológicas su discurso era más de derechos que de deberes. Hasta ahora. Hace unos días, Oriol Junqueras dijo que teníamos que tener cuidado de pasar de la Catalunya de los 8 millones a la de los 10 millones porque el país no da para más, que es una forma de hablar de inmigración. Y esta mañana, en TV3, ha hablado de frenar la delincuencia, ha afirmado que ya no se puede decir "no pasa nada" cuando ocurre, y hablando de ocupaciones de casas y pisos ha defendido el derecho a poner de alquilar un piso de propiedad y perseguir a los ocupas:
"El derecho a una vivienda de comprado con los esfuerzos de toda una vida son, y deben ser, y estamos convencidos de que son, compatibles. de esa persona a disfrutar de los beneficios que derivan de esta vivienda. Seguramente hay ocupaciones de tipo delincuencial que no deberían permitirse”.
Junqueras ha detectado el miedo a la sociedad y el rédito que saca la derecha. Y ha girado el discurso.
Buenos días.