Sánchez redobla la presión contra Israel mientras la derecha le acusa de "violencia política"
El PP acusa al gobierno español de dar una imagen de "persecución a los judíos" y Vox amenaza con acciones judiciales
Barcelona / MadridLa suspensión de la Vuelta a raíz de las protestas propalestinas de este fin de semana en Madrid ha derivado en un nuevo choque político entre el gobierno español y la oposición. Si el domingo el presidente español, Pedro Sánchez, mostraba "la admiración" por las movilizaciones y el PP cargaba duramente contra sus palabras, hoy lunes el líder de los populares, Alberto Núñez Feijóo, todavía ha ido más allá y ha calificado de "violencia política" cuyas protestas propalestinas ha hecho "responsable". Las críticas de los populares no hicieron retroceder a Sánchez, que se afianzó en una intervención en el Congreso ante los diputados, senadores y eurodiputados del PSOE. Por el contrario, el líder socialista ha dado un paso más y ha pedido vetar a Israel de todas las competiciones internacionales "hasta que no se detenga la barbarie", como por ejemplo Eurovisión. Sánchez, pues, vuelve a redoblar su apuesta.
"¿Por qué se expulsó a Rusia tras la invasión de Ucrania pero no se expulsa a Israel tras la invasión de Gaza?", ha planteado. Y ha reclamado a las organizaciones deportivas que reflexionen sobre si es "ético" que Israel utilice plataformas como la Vuelta para "blanquearse". Sánchez ha criticado que haya una doble vara de medir entre ambos países, que el presidente español ha metido en el mismo saco. En Eurovisión, donde el gobierno español también presiona para que se vete la participación de Israel, hace tres ediciones que Rusia fue expulsada. El debate se ha extendido a otras competiciones como el Tour de Francia, que el próximo año arranca en Barcelona. Los comunes han reclamado al alcalde socialista, Jaume Collboni, que anule la salida si no se expulsa al equipo israelí. Las colaboraciones existentes con investigadores y universidades de Israel también están en el punto de mira, aunque el Gobierno defiende, de momento, adoptar medidas sin "estropearlas".
El movimiento de Sánchez ha encendido Israel. El ministro de Exteriores de Israel, Gideon Saar, ha tildado al presidente del gobierno español de "antisemita y mentiroso". "Israel invadió Gaza el pasado 7 de octubre o fue el estado terrorista de Hamás el que invadió Israel y cometió la peor masacre contra los judíos desde el holocausto?", planteó en un mensaje en las redes sociales recogido por Europa Press. La Unión Ciclista Internacional, por su parte, también criticó los incidentes, la reacción de Sánchez y puso en duda la capacidad de España de acoger grandes eventos deportivos "en condiciones de seguridad".
El PP y la "violencia política"
El PP salió en tromba contra el posicionamiento de Sánchez. En una intervención en la junta directiva del partido, Feijóo le ha acusado de haber "alentado" las protestas que, a su juicio, son "violencia política". Un concepto en el que también ha empezado el asesinato del agitador ultraconservador estadounidense Charlie Kirk, al que ha mencionado justo antes de pronunciarse sobre la Vuelta. "Es violencia política impedir que se acabe una competición deportiva", ha insistido haciendo gala del endurecimiento discursivo que aplica con el auge de Vox en las encuestas. Las principales caras visibles del PP madrileño –el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, y la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso– han atacado aún con mayor dureza a Sánchez. La dirigente popular, que ha llegado a decir en una entrevista en EsRadio que Madrid dio una imagen de "Sarajevo en guerra" y de un lugar donde "se persiguen a los judíos", también ha cargado específicamente contra la Delegación del gobierno español en Madrid asegurando que el despliegue de seguridad ante las protestas fue menor de lo prometido.
La misma tesis ha defendido a Almeida en un desayuno informativo: "[El gobierno español] Ligó de manos y pies las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado". "No se puede naturalizar que ex ministros y ministros y los socios del gobierno hayan promovido, incluso participado, en actos en los que se han agredido a policías", ha subrayado Feijóo en el mismo foro que Almeida, en el que ha dejado constancia del malestar de algunos miembros de los cuerpos policiales. Sindicatos como Jupol han pedido ya la dimisión del presidente Sánchez, del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y del delegado del gobierno español en Madrid, Francisco Martín. Vox, por su parte, ha amenazado con acciones judiciales a Sánchez, Marlaska y Martín. De hecho, el portavoz a escala estatal, Jose Antonio Fúster, ha acusado al líder del PSOE de enviar a "salvajes terroristas callejeros a reventar" la Vuelta, lideradas por el delegado del gobierno español al que consideran un "esbirro batasunizado".
El gobierno español defiende las protestas
El gobierno español ha rebatido las acusaciones de violencia del PP. "Excepto momentos puntuales, la protesta fue pacífica", ha explicado en declaraciones a la SER el delegado del ejecutivo en Madrid. Martín, de hecho, ha acusado a Ayuso de "no poner las cosas fáciles" después de haberse fotografiado con el equipo Israel-Premier Tech, al que apoyó. La imagen ha generado la crítica también del coportavoz de Podemos, Pablo Fernández, quien ha afirmado que la presidenta madrileña "da asco" por la actuación que ha tenido de "blanqueo del genocidio". Mientras el partido lila criticó la actuación policial en una línea contraria a la del PP y Vox, es decir, por haber ejercido "represión" contra los manifestantes, el ministro del Interior defendió, por un lado, que el despliegue policial fue "absolutamente suficiente" y, por otro, que la Policía Nacional actuó con ".
En cuanto a Junts, para quien el debate sobre Israel y Palestina es espinoso, la portavoz del grupo en el Parlament, Mònica Sales, ha criticado la "doble vara de medir" de los dirigentes que "alimentan" las manifestaciones propalestinas en la Vuelta ciclista y, tiempo atrás, "avalaron" la avalación. de octubre. En todo caso, Sales defendió en un encuentro de Junts en Waterloo "sin fisuras" y con "rotundidad" el derecho de manifestarse que, eso sí, remarcó que "no puede estar a la carta", informa Gerard Fageda.