La NASA encuentra señales "intrigantes" de vida microscópica en una roca en Marte
El robot Perseverance identifica los indicios "más convincentes" de la presencia de microbios en un lago, según la agencia espacial
BarcelonaLa expedición del Perseverance, el robot explorador de la NASA que aterrizó en Marte en 2021 para buscar vida pasada, empieza a dar sus primeros frutos. Aunque de momento sólo son señales fosilizadas que deben investigarse en profundidad, el "geólogo de seis ruedas" –como le llama la agencia espacial norteamericana– ha localizado vetas blancas y negras en una roca del Planeta Rojo que los científicos califican de "intrigantes". En un comunicado en el que se mezcla optimismo y prudencia, la NASA dice que este hallazgo abre la puerta a seguir investigando si hace miles de millones de años podía haber vida microbiana.
La piedra marciana donde se han identificado estas muestras tiene forma de punta de flecha y ha sido bautizada como Cheyava Falls, el nombre de una de las cataratas del Grand Canyon de Estados Unidos. Se trata del primer indicio convincente de la posibilidad de que hace miles de millones de años existía una forma de vida fuera de la Tierra. Estas señales son una especie de manchas similares a las del pelo de un leopardo. La NASA plantea que son el rastro tanto de reacciones químicas compatibles con la forma en que los microorganismos obtienen energía como de la presencia de agua, necesaria para la vida, atravesando la roca.
La NASA localizó este hallazgo preliminar el pasado 21 de julio, si bien hasta este viernes no lo ha hecho público. Las señales que encajarían con la existencia de seres microscópicos en esta roca se han identificado en el cráter Jezero, que se formó hace unos 4.000 millones de años. Esta depresión circular, inicialmente, era un lago del que nacía un río, y la hipótesis científica más extendida es que, si alguna vez existieron organismos vivos en Marte, es posible que sus restos se acumularan en un espacio como éste, donde hubo agua. De hecho, ya se identificaron una gran variedad de compuestos orgánicos simples formados por uno o dos anillos de carbono que, en la Tierra, cuando se asocian al nitrógeno, constituyen el ladrillo de la vida. Es decir, las unidades básicas del ADN.
Los científicos han fotografiado y escaneado la roca Cheyava y han encontrado indicios de compuestos orgánicos. Además de hematita, uno de los minerales que da a Marte su distintivo tono oxidado, el Perseverance encontró decenas de manchas blancas de sulfato de calcio y negras de hierro y fosfato, todas de tamaño milimétrico y de forma irregular. Por primera vez se han encontrado estos elementos juntos en el Planeta Rojo. "Encontrarlas ha sido una gran sorpresa", afirma David Flannery, astrobiólogo y miembro del equipo científico Perseverance de la Universidad Tecnológica de Queensland, en Australia. "En la Tierra, este tipo de características de las rocas se asocian a menudo con el registro fosilizado de microbios que viven en el subsuelo", añade.
Ahora bien, y aunque estas moléculas basadas en carbono se consideran los componentes básicos de la vida, las manchas también se pueden formar mediante procesos no biológicos, por lo que la propia NASA admite que no se pueden sacar conclusiones antes de tiempo. Por un lado, la NASA reivindica que estos colores podrían ser el resultado de reacciones químicas de organismos que obedecen a la lógica de que existía vida hace millones de años. Por otra parte, admiten que todavía no se ha podido determinar exactamente cómo se formó la roca y si otras piedras cercanas podrían haber calentado la Cheyava Falls hasta erosionarla.
La muestra número 22
"Esta es la roca más desconcertante, compleja y potencialmente importante que Perseverance ha investigado hasta ahora", admite Ken Farley, científico del proyecto Perseverance de Caltech, en Pasadena (California). ¿Existe alguna hipótesis sobre el origen de estas manchas que entusiasman a la comunidad científica? Aún son un misterio, pero lo que la NASA ya tiene sobre la mesa es que varios compuestos orgánicos se depositaron inicialmente como barro en la roca hasta que quedaron cementados con ella. Más tarde, un segundo episodio con fluidos penetró en las fisuras de la roca e hizo que los depósitos minerales crearan las grandes manchas blancas de sulfato de calcio que se ven ahora.
En un comunicado, la NASA afirma que la roca exhibe firmas químicas y estructuras que posiblemente podrían haber sido formadas por la vida hace miles de millones de años, cuando el área explorada ahora por el Perseverance contenía agua corriente. Sin embargo, el equipo científico es consciente de que es una hipótesis y considera otras explicaciones para las características observadas. "Se necesitan pasos de investigación futuros para determinar si la vida antigua es una explicación válida”, puntualizan.
La misión se ha centrado en analizar aquellas rocas que pueden haber sido creadas o modificadas hace tiempo por la presencia de agua. Las imágenes de la roca Cheyava Falls, que mide un metro de largo por medio metro de ancho, fueron recolectadas como la muestra número 22. Se identificó mientras el vehículo robotizado (o rover) exploraba el borde norte de Neretva Vallis, un antiguo valle fluvial que fue dibujado por el agua en el cráter Jezero. "Diseñamos la ruta del Perseverance para asegurarnos de que llegue a zonas con potencial para obtener muestras científicas interesantes", explica Nicola Fox, administradora asociada de la dirección de Misiones Científicas en la sede de la NASA en Washington. "Y este viaje por el cauce del río Neretva Vallis ha merecido la pena: hemos encontrado algo que nunca habíamos visto antes, y eso les dará mucho para estudiar a nuestros científicos".
Marte es un planeta pequeño con una atmósfera prácticamente inexistente (un 1% con respecto a la de la Tierra) y una gravedad que es sólo un 40% de la terrestre. Hasta el primer cuarto del siglo XX se creía tener las condiciones adecuadas para sostener vida, pero ahora se sabe que sin la protección atmosférica no puede existir agua en grandes cantidades durante un tiempo largo, lo que dificulta la supervivencia a largo plazo de cualquier ser vive, al menos en las formas que conocemos. Ahora se ha calculado que en Marte hubo mares y lagos, pero que se secaron hace unos tres mil millones de años.
Pero para saber más sobre la vida microbiana del Planeta Rojo, la NASA subraya que el Perseverance ha alcanzado su máxima capacidad de actuación. "Si queremos entender completamente qué ocurrió realmente en el valle del río marciano del cráter Jezero hace miles de millones de años, deberíamos llevar la muestra de la Cheyava Falls a la Tierra para que se pueda estudiar con los potentes instrumentos disponibles en los laboratorios" , explica Farley. Y eso, por el momento, la NASA no lo prevé hasta la década de 2030 por limitaciones presupuestarias.