Una sonda de la NASA toca el sol por primera vez
La nave Parker, la primera que entra en la atmósfera de una estrella, estuvo cinco horas en contacto con el plasma solar
BarcelonaPor primera vez, una nave construida por el ser humano ha tocado el sol. Y con esto se ha logrado un nuevo hito espacial para la humanidad: la primera vez que visitamos una estrella directamente. Lo ha hecho la sonda solar Parker, de la NASA, que ha entrado en la atmósfera solar, puesto que la estrella no tiene una superficie sólida como la de la Tierra donde se pueda aterrizar, y se ha quedado cinco horas, en contacto directo con el plasma del Sol. En la zona donde ha estado la nave, por debajo del límite de la corona solar que se conoce como superficie crítica Alfvén, la presión y la energía del campo magnético del Sol son más fuertes que la presión y la energía de las partículas.
El hito se consiguió el 28 de abril del 2021, durante el octavo vuelo por la corona solar de esta sonda, que se había elevado de la Tierra en 2018. "Esperábamos que tarde o temprano nos encontráramos con la corona al menos durante un corto periodo de tiempo, pero es emocionante que ya lo hayamos logrado", decía Justin Kasper, autor principal de un nuevo artículo sobre el hito publicado en Physical Review Letters y profesor de la Universidad de Michigan.
Los datos de la sonda tardaron meses en llegar a la Tierra y los científicos tuvieron que hacer comprobaciones durante unos meses más para confirmar que realmente se había conseguido. La sonda Parker se situó a 13 millones de kilómetros del centro del Sol, justo por debajo de los 13,8 millones de kilómetros donde se sitúa el límite de la superficie crítica Alfvén. Así, se cruzó este límite por primera vez para entrar en la atmósfera solar.
Los investigadores han comprobado que la superficie crítica de Alfvén contiene arrugas provocadas por campos magnéticos, según explica otro artículo del American Physical Society. La sonda entró y salió de la corona solar hasta tres veces durante su contacto. Los datos que ha proporcionado y los de futuros contactos con la atmósfera solar permitirán a los investigadores entender mejor el origen del viento solar, saber cómo se calienta y cómo se acelera hacia el espacio. La intención de los científicos es que después de este primer contacto, la nave se acerque cada vez más al Sol y se sumerja en su corona hasta el final de la misión, prevista para el 2025.
"El hecho de que la sonda solar Parker haya tocado el sol es un momento importante para la ciencia solar y una gesta realmente notable –apunta Thomas Zurbuchen, administrador asociado de la dirección de misiones científicas de la NASA–. Este hito no solo nos proporciona una visión más profunda de la evolución de nuestro Sol y de sus impactos en nuestro sistema solar, sino que todo lo que aprendemos sobre nuestra propia estrella también nos enseña más sobre las estrellas del resto del Universo".