Una masía de Pals, santuario del arroz

Ruben es un hombre inquieto y apasionado. Siente auténtica devoción por las cosas que le gustan y en su caso puede contarlas casi con los dedos de una mano. Los cuatro pilares de su vida son la cocina, su hijo Nil, Barça y Girona. "No puedo elegir entre los dos equipos. Para mí es cómo elegir entre un padre y una madre", explica. "Yo he sido del Barça de toda la vida, me viene de familia, pero llevo trece años soy socio del Girona porque siempre le he sentido cerca y lo disfruto muchísimo", aclara. Ha disfrutado especialmente de una temporada histórica y, al no querer perderse ningún partido de Champions, decidió que los días para cerrar el restaurante serían los martes y miércoles. Ruben Carreras, responsable de Can Ruben, en Pals, transmite energía, entusiasmo y pasión por todo lo que le hace feliz, y la gastronomía tiene un peso muy importante. Él es la tercera generación de un negocio que empezaron los abuelos hace más de cincuenta años, y con el tiempo ha convertido a un restaurante de carretera en un espacio gastronómico que se nutre del mejor producto de la zona. Hasta el punto de que buena parte del producto que cocinan lo cultivan la madre de Ruben y su marido en un huerto situado a poco más de un kilómetro del restaurante.

La masía de Can Ruben era de los abuelos y antiguamente se utilizaba para secar el arroz. Desde que se inauguró en 1971 se han realizado diferentes ampliaciones y adecuaciones, hasta convertirla en lo que es ahora, un espacio magnífico donde disfrutar de una buena comida: en el interior o en la terraza, que tiene una zona de vermutería y dos brasas, para hacer carne y pescado en verano. Nosotros la disfrutaremos durante el gin-tonic después de comer, pero empezamos en el comedor de dentro y con una apuesta segura: compartiendo unas fantásticas gambas de Palamós a la plancha. A los entrantes añadimos el croissant de bistec tártaro con foie a la plancha y trufa, y la tortilla abierta de ajos tiernos con gambas y tocino ibérico. Una botella de Clos de las Dóminas 2022 blanco (DO Empordà) sirve para introducir el arroz, que los tres tenemos muy claro: recubierto con carpaccio de gamba. Una delicia que Ruben descubrió en el restaurante Es Còdol Foradat, que Nandu Jubany tiene en Formentera, y llevó hacia el Empordà para hacerla con la mejor materia prima del país. "Siempre tenemos tres o cuatro arroces a la carta, y el mismo número a las sugerencias. Ahora hacemos una anguila, que es un producto que en casa hemos tocado toda la vida porque la abuela era de Valencia", explica Ruben. La cocina de siempre actualizada, la evolución sin perder la esencia, dando máxima importancia al producto cercano, así se define Can Ruben, que entre semana tiene un menú de 26€ y los fines de semana la carta y el menú de especialidades (63€).

El mejor producto

Llegan el postre: el donut de tostada de Santa Teresa con helado de chocolate blanco, el chucho con helado a escoger y los raviolis de chocolate con aceite. Un final inmejorable para una comida que cerramos en la terraza, aprovechando el buen tiempo y disfrutando del café, del gin-tonic y de la conversación con Ruben. Nos cuenta entusiasmado que están saliendo muchos guisantes del huerto de la madre, que también le da patatas, tomates, cebollas y, cuando toca, alcachofas o calçots, y recuerda que fue su bisabuelo quien vino de Valencia hace muchos años para cultivar el arroz en Pals. Tiene el mejor producto, conocimientos, ganas y talento. No le falta nada para dirigir el santuario del arroz del Empordà.