Nadine Romero: "Cuando eres joven, bebes lo que te pongan, pero ahora ya no puedo con el vino caliente"

¿Tienes alguna preferencia con los vinos?

— Mi favorito es el rosado. Y debo reconocer que soy un poco selecta. Prefiero los vinos más dulces de aquellos que vas bebiendo y no te das cuenta. Además, con los años, me han cambiado las manías.

¿Por ejemplo?

— Antes no me importaba el hielo. Ahora no puedo beber vino, cerveza ni ningún cóctel a menos que esté muy frío. De joven, bebes lo que te pongan en la boca. Ahora no soporto el vino caliente.

¿Hasta el punto de poner hielo en el vino?

— ¡Lo he hecho! Tengo familia holandesa y, cuando han venido aquí, nos han hecho vino caliente. Me parece muy bien que ellos tomen si les gusta [río]. Pero no hace por mí.

¿En la proposición de matrimonio hubo vino?

— Sí, un vino rosado, ¡aunque un poco caliente!

Tus seguidores han podido seguir por redes los detalles de tu boda. ¿Tiene ya fecha y lugar?

— Lo decidimos la semana pasada, pero prefiero no hacer spoilers. Todavía no lo sabe todo el mundo de mi familia y quiero explicarlo personalmente.

¿Pero podemos decir que será en el 2026?

— En octubre de 2026.

Un buen mes para casarse.

— He visto muchas bodas estos días y pensaba: "¡Qué calor habrán pasado!"

Hay gente que cree que está pasado de moda.

— Desde pequeña que tengo la ilusión de casarme. Siempre he tenido muchos complejos y pensaba que quizá no encontraría a alguien que me quisiera. Para mí es una celebración del amor, sin connotación religiosa alguna. Simplemente, queremos celebrar nuestro vínculo, y al ser muy familiares, es una excusa para reunir a todos.

¿Ha elegido ya los vinos?

— A Óscar, mi pareja, le gusta maridar el vino con la comida. Queremos que cada plato tenga un vino.

Más allá de ocasiones especiales, ¿el vino forma parte de su rutina de pareja?

— Entre semana no bebo nunca, al igual que nunca pico sola. Pero sí que nos gusta mucho salir y tomar alguna copa. A menudo, los fines de semana vamos a la playa, hacemos una sartén y la acompañamos con nuestro vino rosado. Y como sólo bebemos de vez en cuando, no importa gastar más dinero.

¿Te ganas bien la vida como creadora de contenidos?

— Está muy bien pagado. Y quien diga que no es un hipócrita. Quienes nos podemos dedicar hemos tenido mucha suerte.

En 2021 dijiste que tenías buena relación con la fama. ¿Qué piensas, cuatro años después?

— Casi todos los días me para alguien por la calle. Nunca me lo hubiera imaginado. Pero ya que ha pasado, lo recibo con gratitud. Me gusta que me reconozcan. Me hace pensar que algo debo estar haciendo bien en las redes.

¿Es un trabajo fácil?

— Gestionar la exposición hacia la gente es difícil. Pero ser creador de contenidos en sí es fácil. No soy minera.

¿ ¿Y en comparación con el trabajo que haces en tu academia de danza?

— Crear contenidos es más fácil. Y mira que somos una compañía relativamente pequeña.

¿Alguna anécdota vinculada con el mundo del vino que compartirías en redes?

— Lo que me ocurre a menudo es que charlo mucho, y mientras hablo voy bebiendo, y de repente me encuentro que el vino ha desaparecido.