Ni un día en casa

Los Pescadores: un menú casero en la Barceloneta

Cerca del mar, este restaurante de barrio ofrece un menú con una relación calidad-precio que es un lujo para el bolsillo y para el paladar

Los Pescadores

  • Dirección : Calle de la Maquinista, 48, Barcelona
  • Cocina : casera, de toda la vida.
  • Obligado : cabeza y pata con garbanzos
  • Vino : de la casa; Servicio: cercano y eficiente
  • Local : comedor apretado con varias mesas
  • Precio final por persona : 15 € (menú diario)

Conchita siente un orgullo enorme de sus tres hijos. Trabajadora incansable, ella que cambió Aragón por Catalunya hace más de sesenta años con su marido buscando un futuro mejor, hace ya un tiempo que se dio cuenta de que ese esfuerzo valió realmente la pena. Los Pescadores es el bar de la familia, donde Conchita siempre ha cocinado para los demás y ahora es su hija mayor, con la que comparte nombre, quien lo da todo a la cocina para tener contenta a la clientela del barrio. "La madre todavía manda, le gusta estar aquí y decir la suya. Ella me lo ha enseñado todo", explica la hija después de otro servicio intenso. Los otros dos hijos de Conchita, Susana y Jacinto, se encargan del servicio y de la sala. La familia Villanueva Herrero es conocida en el barrio de la Barceloneta porque en Los Pescadores ofrecen un menú diario sencillo, con producto fresco y de calidad, que consta de un primero, un segundo, postre, bebida y pan, por 15€.

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En la puerta del restaurante está colgado el menú del día, que nosotros estudiamos durante unos minutos. Coincidimos con un chico que enseguida lo tiene claro: se acerca a echar un vistazo y rápidamente dice "Hoy no hay fideos". Y se va por donde ha venido. Es un cliente habitual que tiene deseo de fideos, pero no hay cada semana: ésta tocan lentejas estofadas, que forman parte de los primeros al igual que el arroz en la cubana, la ensalada, las judías con patata y la cabeza y pata con garbanzos, que afortunadamente no falla nunca. "Cada día hacemos una o dos ollas, viene mucha gente a probarlos", confiesa Conxita, que hoy también ha dedicado buena parte de su tiempo a cocinar, mientras la madre hacía las tortillas de patata y calabacín de buen mañana. Nosotros escogemos un plato de cada para degustar todo lo que podemos: cabeza y pata, arroz y ensalada. De los segundos nos decantamos mayoritariamente por el pez: "Hoy nos han traído doradas salvajes, pero las pondremos en el menú de mañana", anuncian madre e hija. Nada más verlas bien limpias ya punto para cocinar, las doradas ya dan saliva, pero hoy nos tocará elegir entre boquerones, muelles y pescadillas, que es la generosa oferta de pescado del día que hay en el menú. Escogemos los dos últimos y añadimos los jamoncitos a la catalana, unos muslos de pollo guisados ​​con una salsa extraordinaria y acompañados de patatas fritas.

El vino que ofrecen es de la casa, una Bodega de Calaf, y el postre también es casero: flan de chocolate blanco, flan de huevo y flan de queso. Uno para cada uno, que nos acabamos bajo la atenta mirada de las Conchites, madre e hija, sentadas en nuestra mesa para hablarnos de su casa y de la historia que hay detrás de Los Pescadores. Empezando por el nombre, que proviene del bloque de pisos diminutos delante, donde vivían muchos pescadores. Abren todos los días, de lunes a sábado, para desayunar y comer. Trabajan muy bien, y por eso la clientela responde desde hace tantos años: "Hagamos el menú y tenemos platos fuera de carta por encargo. Conseguimos lo que quiera la gente", explican ellas. En Los Pescadores tiene mucho éxito el bogavante con patatas que encargan a menudo algunos clientes, y también pueden hacerte un buen saltamontes, "pero sólo cuando el pescador de aquí lo tiene", aclaran. "Respetamos el ciclo del pescado, si ahora no hay sardinas no tenemos, así aprendemos todos a comer", dicen ambas. Cerca del mar, este restaurante de barrio ofrece un menú casero que en la relación calidad-precio es un lujo para el bolsillo y para el paladar.