La Taverna del Mar: modernismo y pescado a la sal
Las casitas de colores perfectamente alineadas son carne de Instagram, pero también son parte de la historia de nuestro país. De hecho, todo el entorno lo es. Estamos en uno de los parajes más bonitos de la Costa Brava, en s'Agaró. La playa hace una ligera curva y un poco apartado en el lado encontramos La Taberna del Mar. Es un restaurante-marisquería con la cocina marinera que le supongamos. El edificio, una pequeña joya del Modernismo catalán, combina el color blanco con el azul marino y fue inaugurado el domingo 19 de julio de 1936 por Josep Ensesa Gubert. Justo dos días después de que empezara la Guerra Civil. Así que quedó abandonado hasta que en 1939 pudieron revivirlo. 89 años más tarde, el restaurante goza de muy buena salud gracias a su pescado fresco (fresquísimo, podríamos decir), el buen hacer de su personal y una ubicación envidiable. Cabe decir también que la familia Ensesa realizó una importante reforma en 2014.
En la cocina de La Taverna del Mar no encontrará inventos. Gestionado por el mismo equipo del Hostal de la Gavina (con el sello de garantía que esto supone), hay gamba, gambot, mejillones, bogavante, arroces o el pescado salvaje del día a la sal, a la plancha o al horno. Y si lo que desea es desayunar o comer más informal, el restaurante dispone de La Terraza Frente de Mar, que sirve bocadillos por la mañana, tapas para almorzar e incluso la sartén del Señorito, que ya sabemos que no nos da ningún trabajo. El espacio también es un buen lugar para tomar la copa de la tarde.