Barcelona"Se pasan el día en la habitación y no les interesa hacer cosas con nosotros", lamenta Pedro, padre de dos chicos adolescentes de 13 y 15 años. Tanto él como su compañera, Marta, se están acostumbrando a esta nueva etapa. "Tiene tan mala fama la adolescencia, que llegas un poco asustada, pero no hay por tanto", admite la madre, pese a reconocer que todavía se están adaptando.
Hemos preguntado a dos expertos en adolescencia, la maestra y psicopedagoga Sonia López Iglesias, y el coach de jóvenes Carles Ventura, qué pautas deberían tener presentes las familias con hijos adolescentes para conectar con ellos.
1.
Comprende la etapa
Entender lo que supone la adolescencia es clave para no tomárselo como un ataque personal. Lo que les ocurre es fruto de los cambios biológicos, psicológicos y sociales que experimentan y que puede producirles inseguridad y malestar emocional. También es debido al desarrollo del cerebro, que está en transformación y no puede utilizar las funciones ejecutivas como programar, anticiparse, organizarse o una correcta gestión de las emociones.
2.
Tenga claro qué quiere para sus hijos
Aunque siempre los ve como sus pequeños, si quiere que se conviertan en personas adultas debe tratarlos como tal, ya no puede dar órdenes. Avance hacia la relación que querrá tener cuando sean mayores.
3.
Consensue los límites
Cuando se consensúan los límites, que dan respuesta a las necesidades de padres e hijos, los adolescentes se sienten escuchados. Si sienten que sus necesidades están cubiertas será más fácil que los cumplan. Esto implicará una mejor convivencia y que sus privilegios se mantengan. El adolescente no quiere estar discutiendo constantemente con sus padres, es agotador por ambas partes. Establezca conjuntamente unos límites claros y cuáles serán las consecuencias si se les saltan.
4.
Sea flexible y elija las batallas
Vaya rehaciendo las cláusulas que había establecido –obligaciones, horas de acostarse, gestión de dispositivos–. Rehágalas sabiendo que algún día fallarán y se saltarán los límites. Negocie, revise y hable, pero siendo flexibles porque si sois rígidos habrá más conflictos. Decida cuáles son los temas importantes y manténgase firmes. Con el resto, respire. Cuesta tener buena conexión cuando pasamos el día diciendo "no".
5.
Confíe
Cuando confía en ellos tienen más autoestima, asumen más responsabilidades y esto les ayuda a madurar. Confíe y déjeles su espacio, aunque esté un poco pendiente, no los sobreproteja. Háblalos con calma y delegue, y ten presente que alguna vez no responderán como querría.
6.
La comunicación debe ser afectiva y sin juicios
A menudo los adultos basan su comunicación en sermones diciendo a los adolescentes qué deben hacer, pero los jóvenes desconectan al minuto uno. La comunicación debe basarse en el cariño y debe ayudar a crear vínculo. Cuando los adolescentes se sienten escuchados es más fácil que cumplan con sus responsabilidades y sobre todo que la familia se convierta en lugar seguro para cuando quieran compartir tanto problemas como experiencias positivas. Si sólo sienten críticas, desaparecen. Escuche sus emociones, respete sus preocupaciones, agradezca su opinión, así será más fácil que se abran y hablen.
El bienestar emocional de los jóvenes
Según el último Barómetro de Juventud, Salud y Bienestar (2023), el 59% de los jóvenes consideran que han sufrido un problema de salud mental y el porcentaje sube hasta el 70% si se les pregunta por malestar emocional. La adolescencia es uno de los momentos vitales en los que se puede llegar a sentir más malestar emocional, un malestar que puede derivar en problemas de salud mental. El bienestar emocional permite conseguir el bienestar físico, psicológico y emocional, ayudando a prever la ansiedad y posibles depresiones. Sonia López Iglesias alerta de que a veces somos los propios adultos quienes no nos cuidamos lo suficiente, sin descansar suficiente ni teniendo tiempo para nosotros. "Es importante que nos demos cuenta si somos un buen modelo de gestión emocional", recuerda. Ventura añade que los adultos deberemos estar mínimamente bien a nivel físico, emocional y social para poder conectar correctamente con los hijos, "sino a la mínima saldrán todas nuestras inseguridades y no tendremos paciencia, y es necesaria mucha paciencia para acompañar la adolescencia de los hijos".
Por tanto, es importante que las familias se centren en cuidar el bienestar emocional de los hijos y les ayuden a prever posibles futuros problemas de salud mental. "Si conseguimos una buena conexión con los hijos es más fácil que nos pidan ayuda cuando vean que no saben gestionar correctamente lo que les ocurre", recuerda la psicopedagoga. También recomienda que la familia ayude a los jóvenes fomentando unos hábitos saludables de descanso y alimentación, creando buenas rutinas, potenciando la actividad física, ayudándoles a encontrar un buen grupo de iguales, y ofreciéndoles experiencias con las que se sientan importantes y útiles, que les cuiden la autoestima.
¿Cómo les acompañamos? López propone que nuestro acompañamiento se centre en estar presentes, mostrando cariño, empatía, ayudándoles a identificar sus fortalezas y debilidades. "Necesitan saber cómo son para crear su nueva identidad", concluye.
7.
Olvídese de las expectativas
Acepte a su hijo tal y como es. Habrá cosas que le gustarán más y otras que menos pero si empieza a imaginar cómo podrían ser o qué podrían hacer, genera unas expectativas que pueden alejarse de la realidad. Conecte con su hijo y no con lo que cree que debería ser. Cuando sienta que lo acepta se sentirá más seguro y sabrá que puede confiar en usted.
8.
Interese por su vida
Vaya más allá de la superficie –las notas, la habitación, los deberes u obligaciones del día a día–, e interese por ellos como personas. Explíqueles también cosas suyas y si ellos se animan a compartir opiniones o vivencias, intente entenderlos y no los juzgue. Así cuando haya un problema sabrán que si quieren podrán hablar con tranquilidad con ustedes.
9.
Sea un modelo de serenidad
Si hay algo que los adolescentes no encuentran en su interior es la calma, por tanto, si el adulto no es un modelo de serenidad y sentido común, esta conexión no existirá porque sentirán que el adulto no le ayuda a encontrar la calma.
Familias desesperadas
¿Qué ocurre cuando la teoría no da resultados y las tensiones en casa dificultan la convivencia? "Si habéis probado todas las llaves y ninguna obra la puerta, siéntese y espere con actitud abierta. Cuando le ven allí sentados, dispuestos, con ganas de conectar, llegará el día en que bajen la guardia y podrá comunicarse con más calma", explica Carles Ventura. Y añade que si ven que los escucha y no los juzga, puede que un día se acerquen. También recomienda estar atentos a las señales, y ser conscientes de que hay chavales con los que costará tener una conversación tranquila. En estos casos propone aceptarlo: "La aceptación de cómo pueden hacer que la relación mejore, es preferible no forzar situaciones".
La humildad puede jugar un papel importante en estos casos, hablar con franqueza con los hijos, decirles que no te gusta cómo van las cosas, reconocer que no os saléis y preguntarles si está haciendo algo mal, qué propondrían ellos para mejorar la situación, qué necesitan de vosotros o qué se podría hacer de forma diferente. "Esta actitud también demuestra confianza en ellos", apunta el 'coach'.
10.
Encuentre tiempo para compartir con ellos
Normalmente, son pocos los ratos que coincide con sus hijos, pero deben ser de calidad porque sino poco a poco se convertirán en desconocidos. Es esencial buscar momentos de complicidad para fortalecer el vínculo y conexión. Sobre todo debe encontrar espacios para ayudarles a identificar y gestionar sus emociones. Los adolescentes deben sentir que su casa es un entorno seguro, y que los adultos son un modelo en la gestión emocional.
Algunos libros para entender la adolescencia
Ame cuando menos lo merezca… porque es cuando más lo necesito. Una guía para padres y maestros de adolescentes, de Jaume Funes (El bolsillo, 2019).
El cerebro del adolescente , de David Bueno (Debolsillo, 2024).
Cuando la adolescencia duele. Claves para cuidar la salud mental de ti adolescente, de Sonia López Iglesias (Destino, 2025).
El privilegio de vivir como un adolescente, de Sonia López Iglesias (Destino, 2023).
Te necesita aunque no lo parezca. Recursos para acompañar a adolescentes y potenciar su autoestima, de Sara Desirée Ruiz (Grijalbo, 2023).