La escuela donde importa más la calidad de vida del alumno que su aprendizaje
La escuela de educación especial Can Vila de Mollet del Vallès ha sido reconocida en la 47a edición de los Premis Baldiri
Barcelona"En nuestra escuela nos nutrimos de las posibilidades que nos da el arte: la música, la expresión plástica, el teatro... Tenemos un abanico tan amplio que no nos acabamos y, a la vez, es la manera que tienen a menudo nuestros alumnos de comunicarse", expone Pilar Garcia, directora de la escuela municipal de educación especial Can Vila de Mollet del Vallès. tres y veinte años, basa en el arte su proyecto educativo, y lo hace especialmente a partir del teatro. los alumnos que entran a formar parte de la comunidad de Can Vila han pasado antes por la escuela ordinaria y llegan a ella después de vivir situaciones de fracaso. "Lo que no queremos es que cuando entren en nuestra escuela esto se vuelva a producir. la autonomía, la autoestima, la seguridad, la capacidad de sentirse responsables y el vínculo que establecen con los adultos, entre otros. los hace, pero para nosotros no es una prioridad. Nuestra prioridad es justamente dar valor y poner énfasis en las cosas que deben hacer para mejorar su calidad de vida y su bienestar emocional. A partir de esto, nosotros potenciaremos todas las capacidades que tengan nuestros alumnos".
Y una de las formas que tienen de potenciar estas capacidades es a través del teatro. "Hace muchos años que se hace teatro en nuestra escuela. Comenzó como una actividad típica para representar Los Pastorcillos, pero poco a poco ha ido creciendo y ahora, el teatro que hacemos se ha convertido en un proyecto que trabajamos a partir de una comisión en la que están representados los diferentes departamentos del centro". Las historias que representan y que trabajan a lo largo del curso son de creación propia y tienen en su argumento algún tema que han trabajado en una aula o los conductores suban al escenario en dos obras". Hacen dos días de representaciones motivados por el aforo del teatro de Mollet, asegura Garcia. "Antes hacíamos una sola obra e intentábamos que todo el mundo participara, pero al ir aumentando la matrícula, el aforo quedó pequeño. Ahora, dividir las representaciones en dos obras nos permite que pueda participar todo el mundo, tener unas sesiones algo más largas y que en cada función aparezcan alumnos pequeños, medios y grandes a la vez".
Visibilizar las capacidades de los alumnos
El objetivo de hacer estas representaciones teatrales es dar visibilidad a las capacidades de los alumnos y ofrecerles oportunidades para que en el escenario puedan comunicar lo que sienten. "Lo hacemos creando escenas para que cada alumno pueda realizar su aportación", remarca Garcia. "Hay que tener en cuenta que tenemos alumnos pluridiscapacitados, que a menudo no pueden realizar ciertos movimientos por sí mismos o ni siquiera hablar, así que les generamos oportunidades para que, de alguna manera, puedan participar en la obra y generar una escena que, seguramente, será muy emotiva". La voluntad es que todo el alumnado aparezca en escena. "Hay que pensar que nuestros espectadores son mayoritariamente las familias y queremos que puedan disfrutar del espectáculo y tener la oportunidad de ver disfrutar también a su hijo". Por eso, hay mucho trabajo previo y meses de preparación y ensayos. Además, por ejemplo, entre los niños y jóvenes del centro existen con afectaciones graves de autismo que hacen que rechacen según qué sonidos o encontrarse entre mucha gente. Por eso, les buscan otras oportunidades para participar en las representaciones. "En estos casos, por ejemplo, les grabamos previamente en la escuela y aparecen en escena a través de un vídeo. Siempre encontramos la manera".
La escuela Can Vila trabaja para favorecer la inclusión de sus alumnos y dotarles de oportunidades, pero, además del proyecto artístico, también trabaja para conseguir esta inclusión en los alumnos que cursan sus estudios en la escuela ordinaria. "Ayudamos a los alumnos con necesidades educativas especiales que están en centros ordinarios a mejorar su estancia a partir de otro proyecto que sacamos adelante: ayudamos a los profesionales de los centros y les dotamos de recursos para que todo el alumnado pueda convivir en un entorno ordinario que favorezca la inclusión", expresa Garcia.
La implicación de toda la comunidad es una pieza clave para el éxito de ese modelo educativo. La AFA del centro también colabora en este proyecto para que cada año pueda llevarse a cabo, así como el Ayuntamiento de Mollet del Vallès. "Pero también tenemos el apoyo del mundo cultural que nos rodea y cada año hacemos participar a gente externa, como miembros de la escuela de música del municipio o personas relacionadas con el mundo artístico. Este año hemos hecho participar a uno de los cantantes de la compañía Eléctrica Dharma, que se grabó en un vídeo que proyectamos durante la representación de la obra". Garcia asegura que estas colaboraciones ayudan a dar visibilidad al proyecto y hacer llegar más lejos la voz de los alumnos.
Reconocimiento al trabajo realizado
Este año, además, esta visibilidad ha tenido premio: el centro ha sido reconocido en la 47 edición de los Premios Baldiri de la Fundación Carulla en la categoría Escuela Transformadora por su proyecto interdisciplinario de artes escénicas. El galardón ha querido destacar la capacidad de la escuela molletana de integrar recursos artísticos como el teatro y la danza para trabajar las múltiples capacidades y talentos, al tiempo que promueve una mirada inclusiva y respetuosa hacia todos los niños y jóvenes. Garcia reconoce que al presentarse en el certamen querían mostrar qué impacto generan en su entorno más cercano y cómo llevan a cabo estas transformaciones a diferentes niveles. "Este premio también es el reconocimiento al trabajo que hacemos las escuelas de educación especial en general, que es muy bonita y también muy intensa, pero que a veces está poco reconocida y es necesario que tenga reconocimientos válidos, como ha sido por parte de los Premios Baldiri en nuestro caso".
Además de ganar el Premio Baldiri en la Escuela Transformadora, la escuela Can Vila también se ha levantado con uno de los ocho galardones de los que consta la categoría Artes y Lengua. "El proyecto de este centro es muy diferente a los que han ganado hasta ahora, porque es de educación especial, pero se trata de una iniciativa transversal a partir de la que trabajan la diversidad con personas con capacidades muy variadas", expresa Marta Esteve, presidenta de la Fundación Carulla. Reconoce que el centro de Mollet del Vallès realiza un trabajo increíble de apoyo y colaboración con las familias. "Su proyecto inclusivo está impactando en otras escuelas del territorio que no son de educación especial, ya que les dan herramientas para trabajar la diversidad, que las hay de todo tipo en todas partes".
La convocatoria de los Premis Baldiri se anuncia cada año entre octubre y noviembre. Esteve anima a los centros a presentarse al certamen para proyectar su trabajo. "No deben presentarse sólo para obtener ese reconocimiento y el dinero que supone el premio, que da posibilidad de continuidad, sino porque en el país necesitamos conocer qué se está haciendo, qué funciona y cómo podemos compartir modelos".