Emergencia climática

Huir de Barcelona cuando te quedas embarazada

La contaminación, las oleadas de calor y las condiciones precarias de la vivienda afectan de forma directa al bienestar de las embarazadas y de las familias con niños

23/12/2025

BarcelonaEl embarazo es una etapa muy importante en la vida de una mujer. Se producen muchos cambios a distintos niveles —físicos, emocionales, sociales, etc.— y, especialmente, el autocuidado toma relevancia. Hay aspectos de esta atención por el bienestar personal que están en la mano de la embarazada y de su entorno más cercano, pero hay otros que, en muchos casos, escapan de su alcance. Es el caso de los efectos del cambio climático y la contaminación, especialmente relevantes en contextos urbanos, que pueden afectar durante la gestación y la primera infancia, y que cada día preocupan más a estos colectivos.

Lo constata el estudio Vivir el embarazo en Barcelona: mujeres y personas gestantes frente a la emergencia climática, desarrollado por el Grupo AFIN del departamento de antropología de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), que señala que la contaminación, las olas de calor y las condiciones precarias de la vivienda, entre otros aspectos, afectan de forma directa al bienestar de las mujeres embarazadas y de las familias con niños en la capital catalana. El proyecto de investigación, que ha tenido la profesora Diana Marre como investigadora principal y ha sido financiado por el Ayuntamiento de Barcelona en colaboración con el Hospital de la Santa Cruz y San Pablo, el Hospital San Juan de Dios y el Hospital del Mar, buscaba conocer cómo viven las mujeres los cambios ambientales y la emergencia climática, especialmente durante el embarazo, y durante el embarazo, cotidianas y los proyectos de vida de las personas que viven en la ciudad.

Cargando
No hay anuncios

"Las mujeres que encuestamos nos dijeron que, pese a que hacen muchos esfuerzos para evitar ciertos riesgos, el ambiente urbano en Barcelona se organiza de una forma que no siempre es la más adecuada para vivir etapas tan relevantes como el embarazo y la crianza", apunta Carolina Remorini, antropóloga y coordinadora del proyecto. Así, una amplia mayoría de las madres encuestadas en Barcelona señala que desearía vivir en un sitio con mejores condiciones ambientales y de habitabilidad. El 15,3% de las encuestadas ya han cambiado de residencia en busca de un entorno más saludable, el 26,8% tienen la intención de hacerlo, y el 40,6% quisieran hacerlo, pero no pueden por motivos económicos. En las entrevistas en profundidad realizadas en el contexto de este estudio, numerosas participantes expresan el deseo de trasladarse fuera del centro de la ciudad oa las afueras, en busca de un entorno más adecuado para la crianza.

El estudio indica que sus razones se relacionan con las expectativas sobre cómo debería ser un entorno saludable: reducir la exposición a la contaminación ambiental y acústica, mejorar el confort térmico dentro del hogar y tener más contacto con la naturaleza y los espacios verdes, que, según las encuestadas, son insuficientes y de fuente. de agua potable. En los meses de calor, también muchas personas deben renunciar al aislamiento acústico que proporcionan las ventanas y abrirlas para combatir las noches tórridas. Por eso, en la medida de lo posible, prefieren calles con poca aglomeración, tranquilidad y ausencia de ruidos recurrentes. "Comprobamos que la mayoría de las mujeres tienen una conciencia ambiental muy alta. Además, existe latente esta idea de la prevención y del cambio transgeneracional, ya que tú no eres solo la responsable de tu salud ahora mismo, sino también de la de las próximas generaciones", añade Remorini.

Cargando
No hay anuncios
Soporte para un problema estructural

La investigación, realizada por las investigadoras del Grupo AFIN de la UAB Carolina Remorini, Ana Cerezuela González y Helena Montasell y Punsola desde 2024, ha combinado 35 entrevistas en profundidad con 313 encuestas a mujeres embarazadas o madres recientes residentes en los diez distritos de la ciudad. El proyecto constata que muchas mujeres viven la maternidad en un contexto cargado de ecoansiedad, miedo a la salud futura de los hijos y una sensación creciente de que la responsabilidad recae excesivamente en las madres, sin un apoyo institucional proporcional. Tal y como indica el estudio en las conclusiones, la demanda de mayor justicia ambiental y de un apoyo institucional sólido abre ahora una reflexión profunda sobre lo que hace habitable una ciudad e interpela directamente la posibilidad de construir futuros urbanos en común. Por eso, las investigadoras reclaman políticas públicas de salud ambiental y de infancia que aborden el problema de forma colectiva y estructural, y que no deleguen toda la responsabilidad en las familias, especialmente en las mujeres.

Causas y efectos

La exposición a condiciones ambientales adversas derivadas del cambio climático, como las temperaturas extremas, sequías o fenómenos meteorológicos extremos, aumenta el riesgo de complicaciones gestacionales. Tal y como señala el estudio, por ejemplo, el aumento de los niveles de hormonas asociadas al estrés durante la gestación afecta a la expresión de los genes, lo que, a su vez, puede influir en el desarrollo cerebral del bebé. Lo mismo ocurre cuando hay elevados niveles de contaminación. "Se ha visto que todos estos contaminantes llegan a la placenta y al feto, y pueden provocar estados hipertensivos durante el embarazo (preeclampsia) y efectos en el crecimiento fetal, con el resultado de niños más pequeños. También estamos viendo algunos cambios en cuanto al neurodesarrollo a partir de las ecografías que hacemos en los fetos en torno al feto alrededor de los cereales. viven en zonas más contaminadas o menos", explica Lola Gómez Roig, jefe del servicio de obstetricia y ginecología del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona.

Cargando
No hay anuncios

El proyecto de investigación también incide en que varios estudios médicos han demostrado que algunos productos químicos presentes en el aire, el agua o los objetos que utilizamos cada día pueden imitar la acción de las hormonas humanas naturales e, incluso, impedir su funcionamiento habitual. Estos disruptores endocrinos están relacionados con trastornos en la menstruación, problemas de fertilidad y enfermedades cardiovasculares, entre otros efectos sobre la salud materna e infantil, como la diabetes gestacional, la preeclampsia, los partos prematuros o, incluso, las muertes fetales. Asimismo, la leche materna puede contener residuos de estos contaminantes, que afectan al sistema inmunitario y digestivo de los recién nacidos, y que se han vinculado con alergias o alteraciones del desarrollo neurológico. "Y en el caso de los chicos, nos encontramos con una cantidad de esterilidad exagerada. Está aumentando muchísimo y hay muchos estudios que demuestran que está provocada por los contaminantes", añade Montserrat Fàbregas, jefe de enfermería de pediatría y recién nacidos y miembro del grupo de investigación Health & Care research group del Hospital del Mar.

Cargando
No hay anuncios

Estrategias de cuidado

El estudio ha sacado a la luz que muchas madres despliegan estrategias para proteger su salud y la de sus hijos, pero que, en ocasiones, están condicionadas por las posibilidades económicas. Algunas, un 27,2% de las encuestadas, recurren a movilidades temporales como escapadas a segundas residencias o visitas a familiares fuera de la ciudad durante los meses más calurosos.

Cargando
No hay anuncios

"Hay madres que te trasladan su sufrimiento por el hecho de vivir en un piso poco aislado teniendo en cuenta los veranos tan crudos que tenemos ahora. Al mismo tiempo, muchas mujeres nos dicen que Barcelona no es una ciudad pensada para que vivan criaturas pequeñas por la cantidad de cemento que hay, el calor que hace y la falta". Esta angustia las lleva a cabo diferentes estrategias como adaptar sus recorridos para evitar calles ruidosas, con tráfico intenso u escasa sombra. También los hay que reorganizan las tareas domésticas, ajustan rutinas familiares o introducen pequeños cambios en el consumo.

"Como profesionales, también debemos tener la responsabilidad de conocer todas estas cuestiones para poder explicarlas mejor. En mi caso, doy clases de enfermería en la universidad, y pienso que tendré que hablar a los alumnos de los contaminantes, del cambio climático y de la afectación en la salud", expone Fàbregas. De hecho, las participantes en el estudio reclamaron con sus respuestas a profesionales sanitarios e instituciones el acceso a información clara, comprensible y útil sobre salud ambiental, ya que, según expusieron, la que actualmente reciben suele ser escasa, contradictoria o poco práctica. En este sentido, la investigación concluye con la urgente necesidad de desarrollar políticas y estrategias de salud ambiental y de prevención de riesgos que no descansen exclusivamente en el cambio de hábitos individuales y que se reconozcan las desigualdades sociales, económicas y territoriales.

Cargando
No hay anuncios
Recomendaciones para mitigar los contaminantes ambientales durante el embarazo
  • Evita el alcohol, el tabaco y las drogas.

  • Utiliza envases de vidrio o de cerámica, sobre todo para calentar la comida en el microondas.

  • Usa ollas y sartenes de cerámica, de hierro fundido o de acero inoxidable para cocinar, libres de antiadherentes.

  • Utiliza cosméticos naturales o libres de tóxicos.

  • Evita el marisco durante el embarazo y come peces pequeños.

  • Consume arroz, frutas y verduras orgánicas, de temporada y de proximidad.

  • Bebe agua del grifo siempre que sea posible.

  • Aléjate del humo del tráfico en horas punta y acércate a las zonas verdes.

  • Baja el volumen de los aparatos electrónicos y apágalos cuando no los utilices.

  • Lavar la ropa antes de estrenarla.

  • Protégete del sol y utiliza filtros físicos o minerales para proteger a tu bebé si tiene más de seis meses. Idealmente, no expongas a tu bebé al sol.

  • Ventila bien tu vivienda y prioriza productos de limpieza naturales como el vinagre, el bicarbonato o el limón.