¿Por qué las niñas abandonan el deporte?
A lo largo de la infancia y la adolescencia, las chicas practican cuatro veces menos deporte que los chicos y también lo abandonan masivamente a partir de los 14 años
BarcelonaLos deportistas de élite y los deportes de masas, así como los deportistas que más cobran y mayor proyección mediática suelen tener, siempre han sido, tradicionalmente, hombres. Al tratarse de una causa de naturaleza principalmente cultural, perpetuada desde hace tiempo, es necesario empoderar a las niñas y las jóvenes a la hora de iniciarse y consolidarse en aquellos deportes que les gusten. ¿Pero cómo se puede hacer? Alejandra Domínguez, directora de Women's Sports Institute (WSI), sugiere empezar "proporcionando información veraz". Y es que, sostiene, "tendemos a dar por sentado que las diferencias salariales entre deportistas hombres y mujeres obedecen a algún tipo de discriminación, cuando lo que ocurre con el deporte, como con cualquier negocio o industria, también está sometido a las leyes del mercado y, por tanto, para acceder debemos someternos a sus reglas". Esto no quiere decir, aclara enseguida, "que no se pueda hacer nada por mejorar o que no haya nada que hacer". De hecho, a su juicio, todo aquello que quede al margen de la concepción de la industria deportiva como negocio debe gozar de una protección especial. "Hay que velar por que el acceso a la práctica deportiva se convierta en una realidad para cualquier persona", subraya.
En 2021 veía la luz el estudio Youth sport participation trends in Europe, elaborado por la Leeds Becket University del Reino Unido y en el que participó también la Universidad Europea de Madrid. Se ponía de manifiesto, entre más cosas, que a lo largo de la infancia y la adolescencia las chicas practican cuatro veces menos deporte que los chicos. En el Women's Sports Institute son conscientes de esta gran distancia. La directora, Alejandra Domínguez, apunta a que el problema de fondo que imposibilita la igualdad de oportunidades en la educación física y el deporte –defendida por la Unesco como un derecho de todas las niñas y todas las mujeres– "no es sólo la falta de oportunidades". Los factores son "múltiplos y diversos", por lo que "conocerlos es fundamental para diseñar y materializar las posibles soluciones". Por ejemplo, "la influencia de nuestros referentes dentro de casa es muy poderosa, por lo que es fundamental poner en valor la figura activa y deportiva de la madre (o padre)", dice Domínguez.
Información y formación, un binomio clave
Otra cuestión que frena la posible proyección de las chicas en el ámbito deportivo tiene que ver -como ocurre con las carreras científico-técnicas- con la falta de referentes femeninos. Tal como se puso de manifiesto en el debate Hacia una mayor igualdad en el deporte que se celebró el 23 de enero en el Palacio Macaya de la Fundación La Caixa, hay hechos contrastados como la falta de entrenadores en los banquillos y de mujeres en las directivas de clubs y federaciones, o que sólo un 5% de la información deportiva se refiera a mujeres. Un tercer factor que habría detrás de la proporción desigual de chicos y chicas en algunas disciplinas deportivas está en los prejuicios en torno a qué deportes son más "de niños" o "niñas", unos prejuicios que, gracias a los logros alcanzados últimamente por la selección femenina de fútbol, con Alexia Putellas a la cabeza canto. Para Domínguez, estos referentes sirven, entre otras cosas, "para que las jóvenes consideren estos objetivos deportivos como una opción firme de desarrollo profesional". Aquí, insiste, "vuelve a entrar en juego la buena información y sobre todo la formación".
Más tasa de abandono en la adolescencia
El estudio de la Leeds Becket University decía, sin embargo, que cuanto más deporte se practica es entre los 12 y los 14 años en ambos sexos. También que ellas practicaban sobre todo voleibol, danza, natación, atletismo y esquí, mientras que ellos preferían sobre todo el fútbol, seguido de otras disciplinas como la lucha libre, el boxeo, el baloncesto y el tenis mesa. ¿Y qué ocurre después de los 14 años? Que tanto chicas como chicos aparcaban el deporte, con la diferencia de que ellos lo solían retomar con la mayoría de edad y ellas le abandonaban para siempre, un comportamiento que Alejandra Domínguez atribuye a múltiples y diversos motivos. La adolescencia, señala, "es per se una etapa especialmente sensible en la que los detalles pueden convertirse en determinantes". Es asimismo un periodo en el que "el exceso de responsabilidad y la autoexigencia hacen acto de presencia en la vida de estas jóvenes, por lo que ellas acaban priorizando otros objetivos antes que los deportivos". % de las profesionales que desempeñan una función directiva en sus respectivas empresas están o han estado conectadas con el deporte de algún modo, "este dato cambiaría".
La jugadora de baloncesto en los Special Olympics Paola Manjón tocó su primer balón a los 5 años. "Mi madre me compró un balón y fuimos a jugar a una pista", recuerda. Al cabo de 21 años, Manjón no sólo ha conseguido el oro en los Special Olympics en Berlín en 2023, sino que más recientemente ha recibido el Premio Mujer Deportista que otorga el Ayuntamiento de Barcelona, un reconocimiento que no hace sino reforzar su decisión de dedicarse a lo que le gusta, el baloncesto, una disciplina a la que empezó a competir con da desde los 12, cuando encontró calentamiento y apoyo a la nueva escuela donde debutó, después de sufrir algunos capítulos de racismo en el anterior de sus compañeros.
A la hora de decir qué es lo que le aporta jugar, afirma que el baloncesto ha sido "una salvación y un profesor", porque le ha ayudado a superarse a sí misma, "como persona y como jugadora". Le sirve, sin embargo, para desahogarse y liberar la mente. Por eso no se plantea en modo alguno aceptar un trabajo que no le permita dedicarse a su pasión. "Uno de los motivos por los que decidí realizar estas oposiciones -las que le han permitido trabajar en Parques y Jardines del Ayuntamiento de Barcelona- fue que el horario me permitía practicar deporte sin restricciones", subraya Manjón. La jugadora de baloncesto está titulada en un gran medio de floristería y sigue entrenándose dos veces a la semana en la escuela ACIDH-Lluïsos de Gràcia.
A la hora de aconsejar a todas aquellas niñas y adolescentes que se estén planteando dejar el deporte que les apasiona porque en algún momento se han sentido discriminadas por el mero hecho de ser mujeres, Manjón les diría que no duden en intentarlo "y que si les gusta un deporte, deben poder disfrutarlo". Y también enviaría un mensaje a los progenitores de todos aquellos niños a los que les gustaría practicar un deporte, pero les da miedo sentirse rechazados: "Apoyarles, acompañarles y ayudarles tanto como puedan para que el niño sea feliz realizando ese deporte o aquella actividad en cuestión". El apoyo debe redoblarse en el caso de aquellas niñas que "probablemente no verán ese deporte como una posible carrera por el simple hecho de ser mujeres".