Arte

El 'Gran Califa' Eveli Torent reaparece en Barcelona

La trayectoria del pintor sale por primera vez a la luz en una exposición del MNAC con unas 200 obras

En primer término, 'Madame X', de Eveli Torent
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BarcelonaEl pintor badalonés Eveli Torent (1876-1940) y su esposa, Consuelo Hernán, brillaron durante los veranos que pasaron a Ibiza entre 1922 y 1936. Instalados en la Torre d'en Rovira, recibían visitantes de todas partes haciendo los papeles del Gran Califa y la Califina del Califato de es Pallaret. Aquellas visitas teatralizadas a sus dominios, como si fueran unos pioneros de la performance, fueron su canto del cisne: el estallido de la Guerra Civil destruyó aquel mundo divertidísimo, y Torent, que era masón, murió en 1940 pocos meses después de salir de la Modelo, víctima de la ley para la represión de la masonería y el comunismo. Luego, el silencio.

Más adelante, algunos estudios recordaban Torent como uno de los nombres de la segunda generación de artistas modernistas y de los que hicieron una exposición individual en Els Quatre Gats. Asimismo, como uno de los amigos de juventud de Pablo Picasso. Hasta que a partir de este jueves el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) cambia para siempre la suerte de Torent con Eveli Torent. Entre Els Quatre Gats y la masonería, la primera exposición panorámica de su trayectoria, con unas 200 obras, sobre todo trabajos sobre papel, provenientes principalmente de colecciones privadas. "Es el caso más extremo de recuperación que ha hecho el museo", advierte el director del MNAC, Pepe Serra, en la línea de exposiciones del museo de carácter patrimonial como las de Carles Casagemas, Josep Tapiró, Lluïsa Vidal e Ismael Smith. "Cerca de un 90% de las obras expuestas son inéditas", subraya el jefe de las colecciones del museo, Eduard Vallès.

'La Rambla de Barcelona', de Eveli Torent.

Tras publicar hace unos años un primer estudio sobre Torent a cuatro manos con su colega Francesc Fontbona, ahora la historiadora Lluïsa Sala ha desarrollado el concepto científico de la muestra. "La vida de Torent estuvo marcada por expectativas resueltas y tenacidad para alcanzarlas", afirma Sala en el catálogo. Es decir, que fue un aventurero toda su vida. Entre los platos fuertes del recorrido, y una de las obras más icónicas de Torent, se encuentra el retrato al óleo de Señora X (Marie-Louise Eugènie Pochon), considerado como uno de los mejores retratos del artista badalonés. En este caso, también son muy importantes la biografía de la modelo y la historia que hay detrás del cuadro.

Marie-Louise Eugènie Pochon fue una figura controvertida como autora de novela erótica, y era la mujer del también polémico escritor anarquista y masón Laurent Tailhade, que fue el primer valedor de Torent. Los tres están unidos por un episodio mítico, un viaje accidentado a Bretaña en 1903: los bretones consideran a Pochon como una figura demasiado “licenciosa”, dice Sala, y le dedicaron una canción hiriente, a la que Tailhade respondió con una retahíla artículos contra los bretones y su doble moral. Además, los tres compartían la habitación y podrían formar un ménage à trois. Todo ello estalló cuando Tailhade provocó a los participantes de la procesión de la Virgen de Agosto de Camaret desde el balcón de la habitación del hotel, y Torent azuzó el fuego. Encendieron los ánimos de los bretones hasta tal punto que tuvieron que salir escoltados del pueblo.

Dos originales de carteles de Eveli Torent en la exposición que le dedica el MNAC.

Un hombre culto hijo de un notario de Granollers

Eveli Torent nació en el seno de una familia acomodada originaria de Granollers. Su padre era notario, y él empezó la carrera de derecho, pero la abandonó para dedicarse al arte. Se formó un tiempo en Lonja con Ramon Martí Alsina, y en la primera parte del recorrido de la exposición se puede observar su inquietud durante los años que estuvo vinculado a Els Quatre Gats: una retahíla de esbozos de i ilustraciones tienen un aire japonista. La portada de la revista de los Cuatro Gatos que ilustró recuerda a Rusiñol, y la portada de otra revista, Luz, el modernismo más simbolista. "Para Torent el Modernismo no es una escuela cerrada, sino una escuela de escuelas, los artistas constantemente hacen probaturas, probando cosas nuevas", dice Sala.

Retrato de Enric Morera por Eveli Torent.

Otro de los descubrimientos de la muestra es el parentesco lejano de Torent y Carles Casagemas, y una obra inédita de éste último protagonizada por una figura monstruosa. Más adelante se puede ver uno de los tres retratos importantes que Picasso realizó en Torent, propiedad del Museu Picasso. Torent tenía unos 19 años, pero aparece como un hombre "muy emprendedor, muy aventurero, muy diplomático, muy señor él, muy ambicioso en la parte artística", explica Sala. Ganándose la vida también como ilustrador y retratista, la trayectoria de Torent continuó en París entre 1901 y 1914, aunque nunca se desvinculó por completo de Barcelona. Durante esos años hizo numerosas gitanas, que eran muy comerciales en el mercado francés. En 1910 Torent emprende un viaje a Argentina, durante el cual realizó un contundente retrato del músico Enric Morera, propiedad del Museo de la Música, que es una de sus obras maestras. Y en 1914 se trasladó a Nueva York, donde permaneció hasta 1921.

A la vista de las obras expuestas, se puede decir que Torent fue mejor dibujante que pintor. Como puede verse en el tramo final con el aceite neoyorquino Private park, parece que su pintura se fue haciendo más convencional. De los años ibicencos se conservan una retahíla de dibujos costumbristas, y sobre todo el recuerdo de cómo se ganó la estima de muchos prohombres de la sociedad ibicenca como uno de los pioneros del turismo. Pero seguro la exposición, que estará abierta hasta el 16 de febrero, será un gran estímulo para que salgan a la luz más obras de Torent, y más historias.

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