El Museo 'Relacional' de Arte de Cataluña de Manuel Borja-Villel

BarcelonaEl fichaje como asesor museístico de Manuel Borja-Villel por parte de la Generalitat hace un par de años levantó polvareda en el sector. No pudo sacar adelante el trabajo previsto en el proyecto de ampliación del Museo Nacional de Arte de Catalunya (MNAC), y los responsables de algunos museos del país, en un clima de precariedad institucional, criticaron su sueldo y, sobre todo, le acusaban de que en sus proyectos existe más política que arte. Manuel Borja-Villel se había marchado del Reina Sofía entre críticas de la derecha y, al mismo tiempo, considerado como uno de los directores de museo más importantes del mundo. Llegó a una Cataluña con un sistema de museos pequeño, poco dotado, hecho de capillas y capillas. La polémica estaba servida. Después de dos años de trabajo, de encontrar cómplices y puertas cerradas, y unas jornadas sobre museos, este viernes Borja-Villel presenta la exposición fruto del trabajo de estos años. Curiosamente, Fabular paisajes se adelanta al MNAC en el uso del pabellón Victoria Eugenia como espacio expositivo. Y con el mínimo montaje imprescindible, la muestra convive con algunos elementos de la cabalgata de Reyes municipal, entre ellos la estrella que guiaba a los Reyes Magos.

Muchos de los protagonistas de la exposición, que estará abierta hasta el 5 de octubre, son aquellos que no tienen voz, ni visibilidad, ni historia. Borja-Villel les saca a la luz convocando una retahíla de artistas contemporáneos para que contesten obras e historias de instituciones como el propio MNAC. Por ejemplo, Lola Lasurt se ha negado a pintar a Consuelo Jiménez, el amante y modelo adolescente de Nonell que murió en noviembre de 1905 cuando, durante un temporal, la chabola donde vivía cayó sobre ella y su abuela. Pero sí ha pintado, con un aire inquietante, a Nonell ya otros hombres que le rodeaban. Asimismo, el dúo El Palomar critica cómo se ha museizado la figura de Ismael Smith y cómo las instituciones han convertido su proyecto Fondo, armario y figura por Ismael Smith en un tópico. "La lectura transfeminista y queer que propusimos ha sido utilizada sin crédito y explotada como etiqueta por las mismas instituciones que habían condenado la obra de Smith a la oscuridad de sus almacenes [...]. Las mismas instituciones siguen secuestrando las obras de Smith, negándonos varios préstamos e impidiéndonos que desplegamos nuestra visión curatorial", afirman en un manifiesto que puede verse entre algunos trabajos de Smith comprados en subastas. Otra de las protagonistas de la muestra es la brasileña Aline Motta, que presenta un vídeo con el que quiere ser el vídeo con el que quiere vendida como esclava, para darle una posteridad digna.

A los pies del MNAC, la exposición de Borja-Villel representa "las herramientas para cuestionar el museo enciclopédico", como dice él mismo. "El cambio de paradigma para mirar al museo desde otra posición se basa en que debe ser un museo situado, que debe tener en cuenta el lugar desde el que habla", explica. Esto significa el lugar físico, Montjuïc y la Exposición Universal de 1929, que continúa la línea de las de 1887 y 1888. Asimismo, es importante el afán de entender el museo no como un lugar de "representación", sino de "escucha activa", y como "un lugar de encuentro y de fricciones". "Siempre decimos que los museos deben atraer a la gente, y yo creo que debemos abandonar los museos, no para que desaparezcan, sino que debemos abandonar el modelo epistemológico de los museos –advierte–. Más que un museo nacional, deberíamos hablar de un museo relacional, en el sentido de que hay que saber un tipo de relaciones es en las relaciones y de una identidad cerrada fija. culturas donde se entiende que cualquier tipo de conocimiento es un conocimiento heredado; por tanto, todos hablaremos con cosas que son de otras, siempre, y que serán otras continuamente.

Las obras históricas se pueden ver dentro de unos cubículos en condiciones de museo, y las contemporáneas fuera. Los bloques temáticos que forman el recorrido abordan temas como el paisaje, entre las características pinturas de Urgell y otras menos conocidas de Rusiñol de las canteras que había en Montjuïc. Respecto a los gitanos que malvivían, Daniel G. Andújar presenta un trabajo realizado con una IA que se convierte en racista en la línea de las políticas de Trump, por ejemplo. El objetivo de Borja-Villel con esta reflexión sobre el paisaje es romper con los tópicos románticos, sacar a la luz el duro pasado de la montaña, y cuestiona también la idea de territorios vacíos de la que se aprovecharon los poderes coloniales para reclamar tierras. Como contrapunto de los Urgell, se puede ver un gigantesco trabajo de Dan Lie colgado del techo, evocador de un paisaje con telas teñidas y ramos de cúrcuma y plantas aromáticas. "La obra irá cambiando, porque el artista plantea que la vida incluye la muerte, es ciclo, tiempo", dice Borja-Villel. También pueden verse las fotografías con las que Paula Artés ha continuado en Guatemala la investigación sobre la plataforma Castor y los negocios de Florentino Pérez.

Otro de los ámbitos está dedicado a las exposiciones universales, con las que se forja la idea de nación, y la construcción del monumento a Colón de Barcelona. Así, está previsto que la artista guatemalteca Marilyn Boror Bor haga una performance en la que un albañil le pegará con cemento en una peana. Pero antes de que la pasta se lo impida, se marchará, porque su objetivo es homenajear a la naturaleza ancestral. En este ámbito aparece también la controvertida figura de Víctor Balaguer, que fue ministro de Ultramar, y la Exposición General de las Islas Filipinas que organizó en Madrid en 1887, durante la cual murieron algunos de los filipinos expuestos en el Palacio de Cristal.

El Palacio de las Misiones de la Exposición Universal de 1929

En relación con la Exposición Universal de 1929 en Barcelona, ​​la muestra se adentra en el Palacio de las Misiones, cuyos restos conservan los Capuchinos de Sarrià en un pequeño museo amazónico andino. Así puede verse cómo estos misioneros iban a las zonas donde, entre la extracción de caucho, se producía una explotación brutal de los indígenas. "Los capuchinos se cuidaban, pero al mismo tiempo los convertían; en el sentido de que les sacaban el conocimiento de la tierra y la sabiduría de las hierbas medicinales, y los dejaban sin herramientas".

Más adelante se pueden ver los dibujos de la austríaca Ceija Stojka: la madre la salvó del genocidio nazi, pero ella, que había reprimido su origen romero, perdió a un hijo por una sobredosis. En ese momento sintió que no había podido hacer con su hijo lo que su madre había hecho con ella, y empezó a contar su historia. Y cerca hay una retahíla de maquetas de las casitas donde viven algunas de las mujeres de la Asociación de Mujeres Gitanas de Sant Adrià de Besòs, que desaparecerán para hacer viviendas protegidas.

El tramo final del recorrido está dedicado a las colonias, con casos relacionados con Marruecos, representado por la búsqueda del colectivo Trafricants sobre cómo el escultor Eudald Serra iba a las cárceles para poder hacer unos retratos con los que construía unas imágenes familiares aparentemente idílicas. También sobre el proceso de llevar el Copito de Nieve a Cataluña, representado por un vídeo de Antoni Muntadas, y sobre cómo los arquitectos de izquierdas del Gatcpac, y Josep Antoni Coderch, nunca se cuestionaron de dónde venían las maderas con las que hacían sus muebles. "No decimos que sean racistas, pero sí estaban en un sistema en el que nadie se cuestionaba el origen de los materiales", dice Borja-Villel, quien ha trabajado conjuntamente con Lluís Alexandre Casanovas y Beatriz Martínez.

La muestra tiene una segunda sede en el Palau Moja, donde se pueden ver, entre otros trabajos, las Variaciones Güell de Jorge Ribalta. Fabular paisajes ha costado cerca de 1 millón de euros, incluyendo el montaje, la producción de un 80% de las obras expuestas, préstamos y sueldos de los implicados.