¿Por qué Albert Serra ha hecho una película sobre toros? "En la corrida se palpa la muerte, el compromiso, el culto"

GeronaDespués de la aventura transoceánica de Pacifiction, Albert Serra enfoca su mirada al controvertido mundo de la tauromaquia. El cineasta de Banyoles lleva un año recorriendo las plazas de toros de España, como la Maestranza de Sevilla o Las Ventas de Madrid, filmando las actuaciones de los toreros Andrés Roca Rey y Pablo Aguado, dos jóvenes figuras de las corridas, defensores férreos de esta práctica. De ahí saldrá el material de su nueva película, Tardes de soledad, que en principio se presentará en invierno de 2024.

Será un documental poético sobre los valores morales, los ideales estéticos y la forma de espiritualidad que se esconden detrás de esta lucha a muerte entre el toro y el torero. "Seguimos a estos dos personajes para ir viendo el entramado y la profundidad de la realidad del toreo desde un punto de vista espiritual, estético y antropológico, retratando los momentos más trascendentes, como cuando se visten y transportan a su mundo", explica Albert Serra. "No me interesa su vida cotidiana ni los debates políticos, sino el contexto decisivo de la corrida, que es donde se traduce, se palpa y vibra de forma visualmente inequívoca la muerte, el riesgo, el compromiso y el culto", añade.

Serra dice que su opinión particular sobre la tauromaquia no condicionará la película, pero, evidentemente, tiene una: "El mundo es mejor con corridas de toros que sin ellas, porque convocan aspectos descuidados y que por mucho que los obviemos no desaparecerán, como el tema de la muerte a través del sacrificio de un animal", manifiesta. "Es una pulsión que está en el mundo, mira la guerra de Ucrania, y creo que la función del arte no es blanquearla, sino hacer visible lo invisible", añade. Y concluye: "Representar no significa legitimar".

Para el director, la tauromaquia es una actividad esencialmente contradictoria y misteriosa, que convoca un extraño poder de seducción sagrado e irracional, a la vez que inquieta y ofende por su violencia sangrienta. Desde el refinamiento estético y el control de la racionalidad del ser humano, hasta la brutalidad del enfrentamiento contra el animal salvaje. Es por esta ambivalencia que al creador le interesa explorar sus costuras: "El movimiento y el vestuario son sensuales, femeninos y líricos, y contrastan con la brutalidad y la violencia de lo que está pasando en escena", argumenta. Y concluye: "Es un choque muy fuerte entre un mundo idílico de sumisión del animal y el elemento esencial de la matanza".

Documental al estilo Serra

Es la primera vez que Albert Serra, acostumbrado a jugar con las infinitas posibilidades de la ficción, se aproxima al género cinematográfico del documental. Ahora bien, Tardes de soledad no será una retransmisión televisiva y distante de las corridas, ni tampoco un relato con voz en off y expertos explicando a cámara su opinión sobre la tauromaquia. Más bien será una especie de retrato poético, que sin pretender ficcionar ni inventar nada quiere capturar el trasfondo del toreo desde una mirada artística. Por tanto, aunque se trata de un documental, tendrá igualmente cabida la expresividad y el gusto por la plasticidad del director. "El mundo de los toreros escapa a cualquier capacidad didáctica o descripción objetiva, puesto que es muy inefable, un misterio absoluto, y tiene un componente poco realista y fantasioso; así que tengo la sospecha de que la aproximación de la mirada del artista, indirecta y poética, es la forma más fiel para retratarlo", argumenta.

El hecho de estrenarse en el documental tampoco ha cambiado la esencia del método de rodaje de Serra y el equipo de Andergraun Films, basado en la improvisación y la libertad creativa, sin órdenes concretas ni apriorismos pactados. Es verdad que, cuando seguían a Roca Rey y Aguado en las plazas de toros, el grado de manipulación de la puesta en escena o la dirección de actores era muy diferente al de una ficción, pero el punto de partida es el mismo: " Sólo puedes tener una mirada inocente si abandonas cualquier prejuicio, sea a favor o en contra, sobre el tema; si no, irás a buscar lo que quieres que te den", defiende Serra. Y certifica: "Mi opinión no importa, porque, como decía Godard, la película está al servicio de lo que hay delante de la cámara, y no de lo que está detrás".

El papel de Salvador Boix

Salvador Boix es un aficionado taurino de Banyoles, apoderado del torero José Tomás, que compareció en el Parlament de Catalunya hace 13 años para manifestar su voz contraria a la prohibición de la tauromaquia. Serra le conocía del pueblo de hace tiempo y durante estos meses ha tenido un papel clave en el desarrollo de la película: "Por su vinculación y conocimiento nos ha sido muy útil, tanto desde un punto de vista logístico y práctico como para saber dirigir la mirada y centrarnos en lo esencial", explica el cineasta. Boix ha ayudado al equipo de Andergraun Films a hacer el contacto con Roca Rey, quien ha mostrado buena predisposición a participar en la filmación: "Los toreros de la película están convencidos de que el retrato será justo, están acostumbrados a actuar ante de los espectadores, pero nosotros les seguimos más de cerca y eso es interesante", comenta.

Paralelamente a Tardes de soledad, Serra también trabaja en una nueva película de ficción que, si todo va según lo previsto, se empezará a rodar el próximo año. Aún es prematuro e incierto, sobre todo después de la huelga de actores de Hollywood, pero el guión está escrito con la intención de contar con actores americanos de renombre.