Los perros también cagan, mean y follan
La hilarante comedia sobre una venganza canina 'Vida perra' reivindica la vertiente escatológica de los perros
'Vida perra'
- Dirección: Josh Greenbaum. Guión: Dan Perrault
- 93 minutos
- Estados Unidos (2023)
- Con Will Forte, Brett Gelman y Dan Perrault
Información de servicio: esta película no es una comedia familiar amable con animalitos, sino todo lo contrario. Vida perra entronca con otros filmes recientes como Cocaine bear o Sin malos rollos en su voluntad de reactivar la comedia grosera, un subgénero de larga tradición en el cine estadounidense que entró en crisis hace unos años. Apadrinados por Phil Lord y Christopher Miller, el director Josh Greenbaum y el guionista Dan Perrault restituyen a los perros esa esencia escatológica que los filmes tradicionales con bestias y la estética linda les han arrebatado. Aquí los perros sellan su amistad meando unos sobre otros (se consideran "meamigos"), utilizan la mierda como arma de liberación y no paran de charlar sobre penes, tanto humanos como caninos. De hecho, la pandilla protagonista se embarca en la misión de reencontrar al antiguo propietario de uno de los perros, que le abandonó en la calle, para vengarse... arrancándole la verga.
Vida perra cultiva un humor gamberro –en muchos momentos hilarante– a la vez que reivindica esta perspectiva menos antropomorfizada de las bestias. Sin radicalidades, que al fin y al cabo estamos ante un filme de imagen real con animales que hablan. Pero, pese a su final domesticado, resulta gratificante que una película con perros se sitúe en las antípodas de Siempre a tu lado, Hachiko, ese drama perverso que celebra la sumisión alienada de los perros a los humanos como un valor positivo.