Los quinquis se han hecho grandes
Rafael Cobos, guionista habitual de Alberto Rodríguez, debuta en la dirección con el 'thriller' 'Golpes'
- Dirección: Rafael Cobos. Guión: Rafael Cobos y Fernando Navarro
- 102 minutos
- España (2025)
- Con Jesús Carroza, Luis Tosar, Teresa Garzón y Cristina Alcázar
Ha costado, pero parece que se ha llegado a un cierto consenso por considerar que el llamado cine quinqui es uno de los referentes más fiables para examinar en qué punto se encontraba España durante la transición. Esa descarnada declinación del género negro, narrada prácticamente en primera persona por delincuentes juveniles que difuminaban los límites entre su persona y los alter ego que encarnaban en la pantalla, es el punto de referencia de Golpes, primer largometraje como director de Rafael Cobos, guionista habitual de Alberto Rodríguez.
Consciente de que emular las circunstancias de títulos como El pico o Perros callejeros es imposible, Cobos plantea el filme como una secuela espiritual del subgénero, en la que los criminales se han hecho adultos y ya no huyen nihilísticamente hacia delante. De hecho, la principal preocupación de Migueli (Jesús Carroza) cuando sale de prisión es ajustar cuentas con un pasado marcado por la dictadura franquista; a diferencia de su hermano policía (Luis Tosar), que prefiere dejar las cosas enterradas.
El contraste moral entre las dos figuras en cantones opuestos de la ley es significativo, y tensa el juego del gato y el ratón entre los protagonistas, que el relato sigue con la convicción que da saber que se están tocando teclas de eficacia contrastada. Sin embargo, lástima que esta previsibilidad acabe esporgando los apuntes de singularidad que podía tener la película, concentrados finalmente en la banda sonora electrónica compuesta por Bronquio.