Jean-Luc Godard en cinco obras maestras

BarcelonaEntre cortos, largos, ficciones, documentales y trabajos televisivos, Jean-Luc Godard, que ha muerto este martes, hizo cerca de un centenar de obras. Estas son cinco de las más imprescindibles:

Decía Godard que en su debut solo quería “coger una historia convencional y rodarla de una manera totalmente diferente de como se había hecho hasta entonces”. La historia es la de un hombre (Jean-Paul Belmondo) que roba un coche, mata a un policía y se reúne con una joven norteamericana (Jean Seberg) en París. El film impactó a la crítica y el público de la época por sus rupturas formales y la manera de subvertir los arquetipos del film noir y la serie B.

Brigitte Bardot protagoniza con Michel Piccoli esta adaptación de la novela de Alberto Moravia sobre la implosión de un matrimonio que ve su afecto y su amor arrasados por un gesto casi banal, el del marido dejando que la mujer haga un pequeño trayecto en coche con un productor. La película funciona también como espejo de la descomposición del matrimonio de Godard con Anna Karina.

Jean-Paul Belmondo otra vez huyendo, pero esta vez en compañía de Anna Karina y en colores vibrantes y excesivos. Él es un hombre burgués y aburrido y ella la niñera a la que ha contratado su esposa. Amour fou, rebelión y melancolía son las tres notas dominantes de una obra que huye de los géneros y las convenciones, donde el argumento es un pretexto y el único objetivo es capturar la vida y la verdad a 24 fotogramas por segundo.

La producción ensayística de Godard es esencial para explicar al cineasta, quizás más incluso que sus obras de ficción. Y no hay ensayo fílmico más importante en la filmografía de Godard que la personalíssima aproximación a la historia del cine que hizo del 1988 al 1998, una obra en vídeo que reflexiona en voz alta sobre el cine a partir de un collage de materiales: fragmentos de películas, citas, textos narrados por el propio Godard u otros intérpretes.

La escena más emocionante (y una de las más homenajeadas junto con el baile de Banda aparte) de la filmografía de Godard podría ser la de Anna Karina en Vivir su vida llorando mientras ve en el cine una escena de Juana de Arco de Dreyer. La película cambia las convenciones del drama femenino y explica los sufrimientos de una aspirante a actriz (una Karina magnética en todos los fotogramas) que acaba dedicándose a la prostitución. Susan Sontag dijo que era “la película perfecta”.