Cine

'Road house', ¿la primera película de Amazon terminada gracias a la IA?

Jake Gyllenhaal toma el relevo de Patrick Swayze en una versión rodeada de revuelos y polémicas

Jake Gyllenhaal en 'Road house'
21/03/2024
3 min

BarcelonaEn Road house (1989), la película bisagra de Patrick Swayze entre el éxito de Dirty dancing (1987) y el de Ghost (1990), el actor interpretaba a un experimentado gorila de bar que acepta el encargo de poner orden en el club más violento de la Norteamérica profunda, donde los clientes cada noche se atizan de lo lindo, se encaran con músicos y camareros y destrozan el local con alegría. Parece apropiado, pues, que el lanzamiento del remake de Road house que estrena Amazon Prime este jueves esté siendo casi una batalla campal con despidos, amenazas cruzadas, desmentidos y la acusación de haber utilizado IA para acabar la película durante el parón de la huelga de los actores. Lo tiene crudo, la película, para superar la violencia de la trifulca que se está produciendo tras las cámaras.

Sin embargo, lo primero que sorprende es la idea misma de hacer un remake de Road house, que no fue precisamente un éxito, a pesar de alcanzar con el paso de los años cierto estatus de culto. En el film original, rebautizado en el estreno en España (sin sentido del ridículo) como De profesión: duro, hay una apoteosis de la masculinidad tradicional difícil de encajar en la sensibilidad de 2024. Pero esta es precisamente la gracia del primer Road house, donde todo es tan pasado de vueltas que roza la parodia (la vulgaridad de los clientes, la sexualidad de las mujeres, la serenidad zen de Patrick Swayze) y, a la vez, está narrado con ese pulso firme de las producciones de Joel Silver de la época (Arma letal, Jungla de cristal) y un espíritu de serie B clásica que remite a los westerns en el que un pistolero a sueldo llegaba a un territorio sin ley a poner orden.

La existencia del remake puede tener que ver con la reclamación sobre los derechos de la historia y personajes del primer Road house que el guionista original, R. Lance Hill, hizo en 2021 en la oficina de copyright de Estados Unidos. Para conservar los derechos, el estudio MGM (adquirido por Amazon ese mismo año) debía estrenar un nuevo Road house antes de noviembre del 2023, así que Amazon aceleró la producción del remake con Doug Liman como director, Jake Gyllenhaal de protagonista y Silver nuevamente como productor, pero la huelga de los actores hizo saltar por los aires el calendario previsto. Es entonces cuando saltan las primeras chispas: a finales del 2023 Silver es despedido por, según el gigante del streaming, "violencia verbal" contra el personal de Amazon; la versión de Silver, en cambio, sitúa el motivo en las protestas del productor por la utilización de IA durante la huelga de los actores para replicar la voz de algunos personajes y completar así la película a tiempo. Ni corto ni perezoso, el guionista R. Lance Hill incorporó la acusación a una nueva denuncia contra MGM por incumplimiento de copyright que perseguía bloquear el estreno del nuevo Road house; el estudio negó las alegaciones de Hill asegurando que no había "una onza de verdad" en ellas.

Cines o 'streaming'?

En medio de todo este drama, el director del remake, Doug Liman, anunció que no asistiría a la première de Road House en el Festival South by Southwest ni promocionaría la película como protesta por la decisión de Amazon de estrenar la película en el portal de streaming, ignorando su reclamación (compartida por Silver) de un estreno cinematográfico convencional. En una carta abierta publicada en Indiewire, Liman cargó contra Amazon por dar la espalda a las salas de cine y estrenar en Prime Video "para vender más accesorios de fontanería". Y en un giro inesperado, el primero en responder al J'accuse de Liman no fue Amazon sino el protagonista de Road house: Jake Gyllenhaal, que aseguró que el filme "siempre había estado destinado al streaming". Variety confirmó esta versión filtrando que Amazon había ofrecido a Silver y Liman dos opciones, 60 millones para un estreno en salas u 85 millones por estrenar en streaming, y que ellos eligieron los 85 millones.

¿Quién ha ganado, pues, la batalla legal? Como dice Dalton, el protagonista de Road house, tanto en la versión de 1989 como en el remake, "en una pelea, nadie gana". La vigoréxica dirección de Liman va sobrada de energía y dinamismo, pero en el esfuerzo consciente –y quizás necesario– de rebajar la incorrección del original se ha perdido ese encanto majadero y algo naíf del filme de 1989. Y ni siquiera el carisma de un Gyllenhaal hipermusculado al estilo Southpaw puede resolver el dilema que plantea un personaje que oscila entre la empatía del gorila que te rompe el brazo a regañadientes (y luego te lleva en coche al hospital) y la furia homicida de un ex luchador de la UFC (Ultimate Fighting Championship). Y en cuanto a la IA, parece más plausible que se utilizara para escribir los diálogos de algunos secundarios que para replicar voz alguna.

Trailer de 'Road house'
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