Cine

“Tenía ataques de pánico, no podía actuar”: hablan los protagonistas de la experiencia cinematográfica más desgarradora del año

Se estrena 'La voz de Hind', que recrea la llamada real de socorro de una niña en el teléfono de emergencias de la Media Luna Roja palestina

04/12/2025

BarcelonaEl 29 de enero del 2024, el servicio de emergencias de la Media Luna Roja palestina recibió la llamada de Layan Hamadeh, una chica de 15 años muy alterada que aseguraba que el coche con el que ella y su familia huían de la ciudad de Gaza había sido atacado por el ejército israelí, y que los padres. "¡Nos están disparando! ¡Estamos en un coche, y el tanque está al lado!", se oyó decir a la chica antes de que una ráfaga de disparos silenciara la voz. Cuando los operadores de la Media Luna Roja llamaron al móvil, contestó a una niña de seis años, Hind Rajab, prima de Layan, que también viajaba en el coche. Muy asustada, explicó que todos los demás ocupantes del coche estaban muertos: sus tíos y sus tres primos. Y suplicó entre sollozos que la rescataran: "Tengo mucho miedo, por favor, venid. Sácame de aquí". El 10 de febrero, tras la retirada del ejército israelí, la familia de Hind pudo entrar en la ciudad y encontrar el coche con los cadáveres de la niña y sus tíos y primos. Según una investigación posterior, el vehículo había recibido 355 impactos de bala.

La cineasta tunecina Kaouther Ben Hania, que en el 2011 consiguió la primera nominación al Oscar para Túnez con El hombre que vendió la piel y en 2024 repitió nominación con el documental Las cuatro hijas, escuchó un audio de la llamada de la Hind y sintió "una ola abrumadora de impotencia y tristeza". Tras hablar con la madre de Hind y escuchar la grabación de todas las llamadas entre la Hind y la Media Luna Roja –más de 70 minutos–, empezó a preparar una película sobre los hechos, pero centrada en el servicio de emergencias de la Media Luna Roja y las horas de ansiedad, impotencia y desesperación en la que los voluntarios. Así, Ben Hania podía combinar el trabajo de actores profesionales recreando el trabajo de los voluntarios y, en una decisión que multiplica el impacto emocional de la película, introducir la voz real de Hind, extraída de la grabación de la llamada. La estrategia no es sutil, pero sí extraordinariamente eficaz: ¿cómo oír el grito real de socorro de una niña sin que te trinche el corazón?

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Premiada en la Muestra de Venecia con el Gran Premio del Jurado y con la nominación a los Oscar en el bolsillo, La voz de Hind se estrena este viernes en los cines. Saja Kilani y Motaz Malhees son los dos actores palestinos que interpretan Rana y Omar, los voluntarios que atendieron la llamada de Hind. "Durante los ensayos nunca oímos la voz real de Hind –explicaba Kilani en el ARA durante el Festival de San Sebastián–. Yo había oído algún fragmento, pero la mayor parte la escuchamos por primera vez durante el rodaje. Así que nuestras reacciones son muy reales, porque a pesar de conocer el guión, una cosa es leerlo." Malhees asegura que, para él, escuchar la voz de Hind fue "cómo morir un millar de golpes". "Mi personaje recibe primero la llamada de Layan, que ya es muy dura, pero cuando sientes una niña de seis años rogando que la rescaten sientes una rabia que te hace explotar –añade–. Te sientes impotente y piensas en todos los niños de tu familia".

Un rodaje lleno de amor y respeto

Al actor no le costaba ponerse en el sitio de Hind: "Yo crecí en Palestina y en algún momento llegué a pensar que no saldría adelante, que me matarían. Fue de poco, de hecho; cuestión de centímetros". Malhees, que ha hecho cine y teatro en Estados Unidos, Europa y Oriente Medio, considera que su trabajo en La voz de Hind es "la experiencia más dura" de su carrera. "Tenía ataques de pánico, no podía actuar –admite–. Sentía que el corazón me explotaba, pensaba que tenía un ataque al corazón. No pudo soportarlo si no fuera por la energía del equipo de la película, por el gran amor y respeto por la historia de Hind que sentía todo el mundo en el rodaje. Es lo que te ayuda a cambiar-."

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Ambos actores conocieron a los voluntarios que interpretaban para preparar el rodaje. En Kilani lo que más le impresionó de la Rana real cuando quedó con ella es que seguía trabajando para la Media Luna Roja. "Acababa de salir de un turno muy largo –recuerda la actriz–. Después de todo lo que pasó, seguía en activo. Ayudarme a preparar el papel reabría una herida que no estaba curada, pero aun así lo hizo. Es muy generosa, una persona muy fuerte, y quería hacerle justicia al filme". Rana también le ayudó a encontrar su espacio interpretativo. "Me dijo que escuchara su historia pero que no la copiara, y eso me permitió expresarme a través del guión y que mis reacciones fueran más reales", apunta la actriz. Malhees asegura que, a raíz del rodaje, él y Omar son ahora amigos: "Para mí es un héroe, el tipo que recibe las llamadas de socorro de todos. Es un trabajo muy, muy desagradecido".

En San Sebastián, el día antes de la entrevista con el ARA, Malhees y Kilani vivieron una situación que nunca se había visto en el festival: tras la proyección de La voz de Hind, unas 10.000 personas se concentraron en la salida del Teatro Victoria Eugenia y los actores encabezaron una marcha de rechazo por el genocidio de Gaza. "Fue muy emocionante –dice Kilani–. Sabíamos que había una manifestación, pero no pensábamos que tendría tanto apoyo". "Esperábamos que hubiera 70 u 80 personas, no 10.000 –añade Malhees–. Y lo mejor de todo es que no sentimos que la gente se compadeciera de nosotros de una manera paternalista, sino que querían estar a nuestro lado, compartir nuestra lucha". Y cuando la entrevista está tocando al final, pide hacer un último apunte: "España es el país más valiente de todo Occidente, ojalá su coraje inspirara al resto de países. La gente de Palestina está viendo cómo se está comportando, y no lo olvidará nunca".

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Trailer de 'La voz de Hind'