Fascinados por la danza enigmática de Xie Xin en Terrassa
El lenguaje de la coreógrafa china bebe del taichí, las artes marciales y el 'body contact'
Xiexin Dance Theatre
- Coreografía y dirección: Xie Xin
- Música: Jiang Shaofeng y Yin Yi
- Con Xie Xin, Fan Xiaogun, Chen Yalin, Qin Linhao, Wang Shaoyu, Xu Junkai, Li Yu y Hu Haiqing
La danza de Xie Xin es sencillamente fascinante. La coreógrafa y bailarina de Shanghai presentó el viernes en LaFact de Terrassa su obra From in, interpretada por los nueve bailarines de su compañía, Xiexin Dance Theatre, dentro de la Decimoquinta Metropolitana de danza. Y quedamos fascinados. Inspirada en el ideograma ⼈ de la caligrafía china, que significa "humano" –es curioso que hace apenas un mes la compañía taiwanesa Lee Yin-ying presentara una obra sobre el mismo tema en el Mercat de les Flors–, Xie Xin se centra en el punto de unión de estas dos líneas que van en direcciones opuestas y conectan las relaciones con los demás.
La danza de esta coreógrafa que hace unos meses triunfó en la Ópera de París nos sumerge en un espacio extremadamente poético y sensible, donde los bailarines aparecen y desaparecen como figuras fantasmales en un ballet enigmático y elegante, entre la tradición y la modernidad. Los cuerpos fluyen por el escenario con una energía tranquila que nunca pierde la tensión en un movimiento continuo de 70 minutos que pasan como una exhalación.
El lenguaje coreográfico bebe del taichí, las artes marciales y el body contact, con movimientos limpios y precisos interpretados al milímetro por unos bailarines de una técnica extraordinaria. La danza se cuela sin aristas como un río serpenteante y calmado que discurre por un paisaje evocador, extraordinariamente atractiva, sencilla, pura.
Pero lo más cautivador son los movimientos ondulantes que extrae de los cuerpos de sus bailarines, y de ella misma, que baila con la compañía. Son cuerpos de una flexibilidad extraordinaria cuyas columnas vertebrales se curvan sinuosas acompañando cada pequeño impulso, unos brazos y piernas larguísimos en continuo movimiento que se prolongan en el cuerpo de los compañeros y una fuerza de piernas extraordinaria que les permite levantarse mientras caen creando una sensación de ingravidez.
Hay un único momento en que la calma es sustituida por una escena de movimientos muy rápidos, especialmente de brazos en remolinos, que es una verdadera fiesta. Pero lo más extraordinario son los dúos, con enroscamientos seguros que crean figuras elegantes y poderosas y momentos volátiles e imaginativos, como ráfagas de viento llevándose todo el escrito.