Danza

La danza catalana gana una 'boutique' donde exponerse en Terrassa

La plataforma Catalandance muestra producciones de los coreógrafos más destacados de la escena actual

Un momento de 'Faula'
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BarcelonaDesde hacía cuatro años, las compañías de danza catalanas se sentían huérfanos de un espacio en el que poder captar la mirada de los programadores internacionales. En 2021 el festival Sismógrafo de Olot dejó de ser mercado estratégico de la danza –una categoría que otorga la Generalitat y que sirve para dinamizar la disciplina, potenciar la contratación y crear nuevos públicos– y los creadores no tenían dónde mostrar sus obras para darles vida más allá de los circuitos nacionales. Ahora este vacío ha terminado: el departamento de Cultura ha impulsado Catalandance, una plataforma que durante cuatro días, de miércoles a sábado, invita a más de 200 programadores de todo el mundo a Terrassa, donde exhibirá producciones catalanas de danza con el objetivo de que las compren. "Durante los años 80 y 90, Catalunya fue pionera a la hora de exportar la danza. Ahora intentamos recuperar esta visibilidad", explica el director artístico de la plataforma, Pau Estrem.

El catálogo de espectáculos programados para esta edición no incluye sólo estrenos, sino que consta también de montajes que han recorrido los teatros catalanes en los últimos tres años. "Un artista consolidado en Catalunya puede ser emergente en Europa. Queremos cubrir el hecho de que, desde 2021, no hemos tenido esta ventana en el mundo", señala Estrem. Entre las producciones escogidas se encuentran Natural order of things de Guy Nader y Maria Campos, Perdón de Losinformalls, Oscura de Aurora Bauzà y Pere Jou, y Fábula de Roser López Espinosa, que ha inaugurado la temporada actual del Mercat de les Flors. Aleta, un espectáculo de la compañía Marc Fernández inspirado en los castells, dará el pistoletazo de salida a la plataforma. Algunos creadores –como Núria Guiu, Vero Cendoya y Lali Ayguadé– aprovecharán la plataforma para presentar open studios y proyectos que todavía están en fase de gestación y buscan coproductores.

"Más que un gran mercado estratégico, Catalandance es una boutique con una programación pequeña y un grupo de prescriptores internacionales reducido pero con capacidad real de compra", subraya el director. En total, Terrassa recibirá a más de 200 programadores de una veintena de países diferentes. Catalandance está pensada como una plataforma donde enseñar la danza catalana al mundo, pero también el ecosistema a través del cual se mueve. "Presan lo exhiben como el Teatre Nacional de Catalunya, los centros de creación que lo acogen como El Graner y La Caldera y los festivales que la coproducen. A la hora de invitar a los programadores hemos buscado sus homónimos, como el Teatro Nacional de Italia, el Gran Studio de Bélgica o un centro de creación de Sicilia", explica Estrem.

Reforzar el circuito de exhibición

Catalandance tendrá ediciones bienales y se complementa con la jornada Especial Danza, que tiene lugar en Tarragona y también es bienal. "El Especial Danza está focalizado en los programadores locales y nacionales, mientras que Catalandance quiere ser la herramienta para que las compañías encuentren los suyos partners a nivel internacional", precisa el director, que añade que la plataforma también quiere recoger debates y reflexiones en torno a la danza para detectar las carencias del sector y buscar ayudas institucionales. "Existe una situación generalizada de precariedad laboral. El circuito es limitado, el Mercat de les Flors es la única casa de danza de todo el Estado. Muchas compañías sobreviven a través de las giras de festivales, que sustentan el circuito de exhibición de la danza", detalla Estrem. La primera edición de Catalandance está impulsada por el departamento de Cultura y el Ayuntamiento de Terrassan con el apoyo de la Diputación de Barcelona.

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